Vandalismo

Las deficiencias del parque de Monte Porreiro indignan a los padres

Los vecinos denuncian la falta de mantenimiento e higiene en la zona de juegos, mientras que el Concello asegura tener aprobada la reforma y anuncia el inicio de las obras esta semana
El parque infantil presenta grandes deficiencias, tanto en el suelo como en el resto de sus elementos
photo_camera El parque infantil presenta grandes deficiencias, tanto en el suelo como en el resto de sus elementos

Media barandilla no existe y la que está se tambalea sobre el óxido de su base. El acceso al tobogán es como un desfiladero sin paredes y el tejado que cubre la caseta se ha quedado sin un trozo. Los adoquines están desperdigados por la zona y los accesos no cumplen su función. Esa es la situación en la que se encuentra el parque infantil central de Monte Porreiro, sito en la Rúa Bélgica y cuyo paisaje se completa con un torre de alta tensión. Los padres de la zona, hartos de remitir al Concello sus quejas, despliegan todos sus requerimientos y recuerdan que "Monte Porreiro también es Pontevedra".

"El problema es de mantenimiento e higiene", comenta una de las madres, Paula Pérez, que junto con su marido, Ottoniel Pesqueira, lidera las denuncias vecinales. Alegan que "incidentes hay miles" y le piden al Gobierno local que no ponga parches sobre problemas de fondo. "El suelo lo fueron arreglando con trozos de caucho que se levantan continuamente", comenta una de las madres, dándole la vuelta a un trozo que está suelto bajo los columpios, el lugar en el que "ya se cayeron dos niñas", explican. Critican también la mala organización del parque y la falta de medios que sufre, pues "hay niños mayores que juegan en los mismos sitios que los bebés y habitualmente hay accidentes". Piden que se "separe por zonas y con elementos que sean adecuados para cada edad".

VANDALISMO. El presidente de la asociación vecinal ‘O Mirador’, Carlos Diéguez, pide paciencia a los padres. Recuerda que "ya se hicieron un par de reformas" y alega que el Gobierno local tiene planeado "renovar totalmente la zona". Él achaca la mala situación que vive el parque a "cuatro personas que por las noches se dedican a destrozarlo" y reitera: "El parque de Monte Porreiro está como está no por el uso, si no por vandalismo".

Diéguez cree que el barrio no está abandonado por parte del Concello y cree que suelen atender a sus demandas. Una de ellas es la aprobación de la reforma de la que el parque se beneficiará, pero a pesar de estar tramitada, no se sabe cuando se hará realidad. Fuentes del Concello explican que "la dinámica de reforma de los parques es acometer primero las necesidades más urgentes, que son las que suponen peligro para los niños, y después las de puro mantenimiento" y anuncian que "esta semana, entre hoy y mañana, se empezarán las mejoras en este parque".

INSALUBRIDAD Y PELIGRO. Otra de las cuestiones que más preocupa a los afectados es la gran cantidad de excrementos de perro y pulgas que hay en el entorno. "Hay niños que llegan con picaduras", a lo que uno de los padres añade que "en todo el mes de vacaciones no he visto ni una vez a los barrenderos hasta ahora".

Ante estas quejas, Carlos Diéguez cree que hay que entender "que eso no depende del Concello". Los padres piden más concienciación social para que el parque no se siga utilizando como un "váter de animales".

A las deficiencias estructurales se le suma la ausencia de luz. Hay un foco "que lleva años sin funcionar y que supone un peligro". Ante esta situación, los padres se sienten desprotegidos porque "no hay ningún tipo de vigilancia" y creen que la Policía no hace nada "cuando ven que por la noche esto se convierte en un botellódromo y todo queda lleno de colillas", en referencia sobre todo a un parque de arena que está al otro lado de la calle.

Diéguez reitera que ha "hablado con la Policía sobre el tema, que incluso ha mandado a agentes de paisano para que intercepten a los que hacen los destrozos", algo que los padres desmienten. El presidente de la asociación vecinal adelanta que "el Concello tiene contratada una brigada de siete personas para solventar las deficiencias de Monte Porreiro y que trabajarán desde mediados de octubre hasta finales de año".

DESATENDIDOS. Lo que más indigana a los padres es la discriminación que sufren. "En el parque de Barcelos arreglaron todas las instalaciones y lo tienen nuevo", protestan, "y aunque no estemos en el centro, Monte Porreiro también es Pontevedra y también pagamos impuestos".

Fuentes del Gobierno local alegan que "no es lo mismo el volumen de niños que hay en un parque y en otro, solo hace falta pasar una tarde en cada uno de ellos". Las explicaciones no convencen a los usuarios del parque, cuyo paisaje se ensombrece con la custodia de la torre de alta tensión.

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