Las librerías se preparan para el próximo curso a pesar de los obstáculos

Los encargados de la venta de libros de texto ven en los bancos de libros su máximo enemigo
Un cartel ofrece un descuento por la compra de libros de texto en una libreria
photo_camera Un cartel ofrece un descuento por la compra de libros de texto en una libreria

Muchas de las papelerías de Pontevedra ya han sacado a la calle los carteles anunciando los descuentos en la compra de los libros de texto para el próximo curso con el fin de atraer al máximo número de clientes. Está en proceso uno de los periodos más importantes del año para el negocio que provee de material escolar a los niños y adolescentes de la ciudad del Lérez y en el que se enfrentan a nuevos y antiguos desafíos contra los que luchar.

Estos retos son de múltiple naturaleza, pero el principal viene debido a los bancos de libros, responsabilidad que la Consellería de Educación ha delegado en los propios centros y en las AMPA de estos si así lo consideran los padres y madres.

El pasado curso el propio Concello de Pontevedra atendió desde la iniciativa ‘Banco de Libros’ 1.506 peticiones, entregando cerca de 6.500 textos educativos. El coste de los libros fue de 25 euros para los de primaria, 35 para los de secundaria y 40 para los de bachillerato, haciendo ahorrar así un total de 205.155 euros a las familias pontevedresas.

«Son medidas que nos afectan directamente», señala la encargada de una céntrica librería, que también reconoce que este año está vendiendo más tomos educativos que años pasados. Además, en cuatro cursos de primaria y en dos de secundaria los libros son gratuitos, los nuevos alumnos recogen los tomos de los estudiantes del año anterior y «dependiendo de quien te toque, puedes tener un libro cuidado o todo lo contrario». La renovación de los libros ahora es de seis años, demasiado tiempo para algunos libreros que afirman que se trata de mucho tiempo y que las páginas «quedan fatal».

En medio de la crisis actual todas estas opciones para conseguir los libros que los estudiantes necesitan por un coste que dista bastante del original puede ser vital para alguna de las familias que peor lo pasan. El importe medio de todo el material por estudiante «no baja de los 200 euros», afirma el encargado de la venta de libros escolares en otra librería pontevedresa, que entiende que no todas las personas puedan afrontar el pago de los ejemplares que puede variar en más de 100 euros dependiendo del colegio, «los privados piden más libros que los públicos, muchos de ellos que funcionan como textos de apoyo».

NUEVAS TECNOLOGÍAS. En las estanterías se pueden ver ejemplares que se pueden conseguir en internet por menos de la mitad de su precio inicial, otro de los problemas con lo que se encuentran las librerias.

Otro de los obstáculos, aunque poco implantando en Pontevedra, es la incipiente utilización de tabletas en las que se copian los libros y que los niños tienen que pagar con su dinero. Con este método se consigue ahorrar a la larga, «pero ya no se puede subrayar o anotar cosas a pie de página», señala uno de los librerios, «además de que yo no sé utilizarla, si mi hijo me pide ayuda no sabre cómo orientarlo», finaliza el librero, que mira con resignación los peldaños repletos de libros.