Los vecinos de Pontevedra se unen para conseguir más peso en el Concello

Dicen que el Gobierno no las tiene en cuenta y la oposición presenta mociones sin consultarles

Las tres federaciones vecinales de Pontevedra, Boa Vila, Castelao y Teucro, se han unido para mostrar su malestar con la Corporación Municipal. Consideran que ni el grupo de Gobierno ni la oposición les están teniendo en cuenta para hacer ciudad. Así, aseguran que desde el pasado mes de junio no han vuelto a tener noticias del concejal de Réxime Interior, Persoal e Patrimonio, Vicente García Legísima, con quien se reunieron para revisar el nuevo Regulamento de Participación Cidadá, pero que el encuentro se quedó en una mera reunión sin ningún tipo de continuidad.

Ahora, la sorpresa ha llegado de mano de la oposición, que presentó una moción en el Pleno para poner en marcha el reglamento, "que entendemos que é positivo, pero non valen as formas, porque non son as correctas. Antes tíñanse que ter sentado coas partes interesadas e tentar chegar a un consenso para que os veciños participemos na vida municipal", comenta el presidente de la Federación Teucro, Miguel Vilacoba.

"Dannos un documento xa elaborado para que fagamos emendas. Os novos están a empregar as mesmas formas que os que levan moito tempo no Goberno. O documento había que facelo en consenso entre todos para que sirva, e non para que quede en papel mollado", comenta Vilacoba.

"A oposición sae falando de que quere máis transparencia e participación cidadá, pero primeiro presenta a moción e despois quere falar con nós. Marea propuxo o documento e agora pretende que haxa unha xuntanza. Non nos vale agora cambiar comas e puntos", comenta el presidente de la Federación Castelao, Juan Loureiro.

Las federaciones de vecinos consideran que para una participación vecinal activa deben tomar parte en los presupuestos, participar en los plenos y tener voz en las comisiones.

Critican también el funcionamiento de los consejos parroquiales, cuyas decisiones no se tienen en cuenta. "Nos Consellos parroquiais acórdase unha cousa e despois as obras non se fan segundo o acordado", comenta Juan Loureiro.

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