Lepanto concede una tregua antes de retomar las protestas

Los vecinos son escépticos sobre el anuncio de la reforma de la calle

Calle Lepanto. RAFA FARIÑA
photo_camera Calle Lepanto. RAFA FARIÑA

La plataforma vecinal y de comerciantes de Lepanto acoge con escepticismo el anuncio que el Gobierno local efectuó el martes en el que aseguraba que la reforma integral de este vial del barrio de San Antoniño comenzará después de las fiestas de Navidad, el próximo mes de enero.

Tanto es así que a pesar de que la Administración municipal acaba de aprobar el proyecto de mejora de esta céntrica calle con un presupuesto de licitación de la obra de 256.505 euros, la coordinadora mantienen la programación de actos reivindicativos que iniciaron en su día con la colocación de globos de colores y que continuaron con la irónica presentación de la brigada vecinal de obras.

"No nos creeremos nada hasta que veamos el inicio de las obras", explica Eduardo Barros, portavoz de la agrupación de residentes y comerciantes de Lepanto. Recuerda que "en su momento, cuando el BNG y el PSOE gobernaban en coalición el Concello, ya había un presupuesto para la reforma de la calle y las obras nunca llegaron a comenzar".

En todo caso, Barros indica que retomarán las protestas si en el plazo de un mes el Gobierno municipal no convoca a los representantes vecinales y de los comerciantes a la reunión que le han solicitado para informarles del proyecto, "que no ha tenido la cortesía de presentarnos y que ha preferido hacerlo a través de los medios de comunicación".

"Queremos mantener un encuentro con el concejal responsable de Obras, Demetrio Gómez, para que nos informe de los detalles de la reforma, entre ellos saber si se va a renovar el alumbrado público, ya que el actual es muy deficiente", subraya el representante de la plataforma de Lepanto.

Según las previsiones del Concello, la reforma integral del vial estará adjudicada en diciembre. La empresa adjudicataria dispondrá de un plazo de cuatro meses para ejecutar los trabajos una vez se cierre el proceso de contratación. Siguiendo este calendario, la reforma podría estar acabada antes de las elecciones municipales del próximo mes de mayo.

La obra consistirá en la renovación de todos los servicios subterráneos de la calle, como de agua y alcantarillado, y en la implantación de una plataforma única, lo que supondrá que la calzada y las aceras estarán situadas al mismo nivel. De esta forma se ganará más espacio para los peatones y los aparcamientos situados en la zona desaparecerán.

El pavimento que se usará en el lugar será de lastro, al igual que se ha hecho en otras áreas de la ciudad, como el tramo peatonalizado de Benito Corbal.

El proyecto, que supondrá la intervención en una superficie de 1.351 metros cuadrados, también incluirá la creación de una pequeña plaza.

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