En Lérez, las cabras limpian el monte

El colectivo de comuneros estudia adquirir un rebaño de 40 animales para eliminar la maleza y prevenir los incendios forestales
photo_camera Rebaño de cabras en un monte. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Son desbrozadoras naturales, ágiles y ligeras. Son máquinas vivas todoterreno que no funcionan con batería ni a gasolina. Poner a funcionar una "escuadrilla" forestal de cabras es el proyecto que tiene sobre la mesa la Comunidade de Montes de Lérez como una fórmula económica y eficaz de limpiar los terrenos forestales para prevenir los incendios forestales.

El colectivo que preside Martín Martínez es consciente de que allí donde hay cabras pastando (que también pueden ser ovejas o vacas) el monte está limpio y se reducen los incendios y, en caso de haberlos, son más fáciles de controlar.

Sacar partido a los beneficios que para los montes supone el ganado por su capacidad de desbroce natural, ecológico y económico es el objetivo del proyecto que estudian poner en marcha los comuneros de Lérez, una iniciativa que resultaría novedosa en los montes del municipio.

"Aún hay algunos vecinos que están indecisos porque tendríamos que elaborar un cuadrante con las personas que se encargarían de sacar a pastar al ganado", subraya Martín Martínez. "Las ganaderías de extensivo pueden convertirse en los mejores bomberos para el campo, teniendo en cuenta que 40 cabras pueden comer hasta 80 kilos de biomasa por hectárea al día", precisa.

El presidente del colectivo parroquial considera que la adquisición de un rebaño de cabras que asumirían la labor de desbroce de las 86 hectáreas que posee la entidad (a las que habría que restar los terrenos de A Xunqueira cedidos al Concello donde están situados los campos de fútbol) resultaría "muy rentable" porque, asegura, "al cabo de tres o cuatro años nacería el pasto en los terrenos en los que hoy hay maleza, arbustos, silvas o incluso una especie invasora como la acacia". Y es que, recuerda, el apetito de las cabras está a prueba de ramas y espinas. "Son animales que comen de todo. Cada cabra es capaz de ingerir entre 1,5 y 2,5 kilos de materia vegetal seca cada día más otros 500 gramos de brotes de matorral y hojas".

La iniciativa, en caso de concretarse, echaría a andar con un rebaño de 40 cabras que comenzaría a "trabajar" en base a un trabajo planificado por hectáreas. "Vallaríamos una hectárea e iríamos trasladando los trabajos a los terrenos colindantes hasta recorrer la totalidad de la superficie forestal de Lérez", explica Martín Martínez.

ASAMBLEA. "La puesta en marcha de este proyecto lo tendríamos que decidir en la próxima asamblea de comuneros. Todos saben que se trata de un proyecto que beneficia a la Comunidade de Montes pero para poder realizarlo es necesario que los vecinos se involucren dedicándole tiempo a sacar a pastar al ganado y vigilarlo Con esta iniciativa ahorraríamos en gasto de maquinaria, combustible y contratación de personal encargado de las labores de puesta a punto del monte".

Martín Martínez recuerda que la utilización de animales para el desbroce de los montes de cara a la prevención de los incendios es una medida que cuenta con el respaldo de la Xunta de Galicia. De hecho, el conselleiro de Medio Rural, José González, indicó en alguna ocasión que la Administración autonómicaapuesta por las razas autóctonas gallegas (entre ellas la cabra gallega y el porco celta) con el objetivo de prevenir los fuegos forestales y, al mismo tiempo, mejorar la rentabilidad de las explotaciones agroganaderas.

La agrupación de comuneros de Lérez destina la práctica totalidad de sus recursos económicos (que obtiene a través de la organización de actividades deportivas) a las tareas de repoblación, limpieza y mantenimiento del monte. "Invertimos todos los años entre 12.000 y 14.000 euros", precisa el presidente del colectivo parroquial, Martín Martínez.