La Lista Roja del Patrimonio le saca los colores a la provincia de Pontevedra

El catálogo nacional, elaborado por científicos y arqueólogos, pone el acento en una docena de construcciones en la provincia debido a su pésimo estado de conservación y al riesgo de derrumbe
Aspecto del puente Malvar, en la parroquia de Cerponzóns. CEDIDA
photo_camera Aspecto del puente Malvar, en la parroquia de Cerponzóns. CEDIDA

El Patrimonio es un bien tradicionalmente castigado por la desidia, el abandono o el desinterés, tanto de administraciones como de particulares. Solo cuando su conservación amenaza con diluirse es cuando se producen algunas reacciones, casi siempre tardías y que suelen ser más parches provisionales que recuperaciones duraderas.

Un grupo de amantes de la riqueza etnográfica nacional se aglutinaron en 1976 bajo la asociación Hispania Nostra, con el objetivo primordial de conservar y ayudar a restaurar el Patrimonio cultural y natural. Treinta años después, y siguiendo esa misma filosofía, crearon la Lista Roja del Patrimonio, en la que se incluyen aquellas construcciones emblemáticas que se encuentren en abandono y en peligro.

El puente que mandó construir el arzobispo Malvar en Cerponzóns, amenazado ante el riesgo de derrumbe

El listado se actualiza periódicamente. En su última revisión, la provincia de Pontevedra contaba con 12 menciones, que se corresponden con otros tantos elementos que han sido abandonados a su suerte, en unos casos por las instituciones y en otros por particulares.

La Lista Roja se elabora bajo supervisión de una comisión científica integrada por especialistas en la materia. Los criterios de inclusión se basan en la importancia histórica y arquitectónica del elemento patrimonial en cuestión, en el estado en que encuentra y en el riesgo que presente.

Los 12 tirones de orejas que Hispania Nostra propina a Pontevedra incluyen desde construcciones religiosas a pazos señoriales, pasando por puentes, edificios modernos y antiguas industrias.

En la capital, el único ejemplo se refiere al puente Malvar, del siglo XVIII, que recibe su nombre por ser el primer viaducto que mandó construir el arzobispo Malvar tras su periplo en Sudamérica y llegar a Pontevedra, poniendo en marcha el Camiño Real.

Sobrevolando el río Rons a la altura de Cerponzóns, ha permanecido abandonado durante años, lo que ha acelerado su deterioro. Actualmente presenta un mal estado de conservación, las piezas metálicas de las canalizaciones están oxidadas o desprendidas y los quitamiedos están medio ocultos por la maleza. Las piedras se encuentran en mal estado con las barandillas podridas, lo que dificulta el paso a los peatones.

Fue incluido en la Lista Roja por el peligro que supone para la población ante el riesgo de derrumbe de algunas piedras.

Aportaciones. Desde fuentes oficiales a vecinos
Hispania Nostra defiende que el Patrimonio cultural y natural debe ser abierto a la sociedad y no sólo quedar circunscrito al ámbito de estudiosos, técnicos, políticos y otros profesionales de la materia. De ahí que considere a su Lista Roja como "una llamada a la sociedad civil para que conozca, se sensibilice y actúe sobre los elementos patrimoniales en riesgo".

Los datos que recopila proceden tanto de organismos oficiales como de particulares, información que le permite ir actualizando el listado con bastante periodicidad.


OTROS CASOS. Vilagarcía acapara hasta tres ejemplos de desidia patrimonial: Pazo de San Antoniño do Pousadoiro, Casa de los Duques de Medina de Las Torres y Casa Becerra.

El listado se completa con la Panificadora de Vigo, el Monasterio de San Pelayo (Crecente), los Jardines del Gran Hotel (Mondariz Balneario), la Fonte de Troncoso (Mondariz), el Colegio Santiago Apóstol de los padres Jesuitas de Camposancos (A Guarda), el Pazo y Torre de Guimarey (A Estrada), la Casa rectoral de San Martiño de Borela (Cerdedo-Cotobade) y Pazo de Bergazos (Lalín).


Rectoral de San Martiño. Borela (Cerdedo-Cotobade)

Rectoral de San Martiño

Sin protección específica. Abandonada y en degradación progresiva. Daños por la vegetación que la invade. Riesgo de hundimientos.

Panificadora. Vigo

Panificadora

Edificio de 1917, que ahora está abandonado. Los elementos de la cubierta y la chimenea son los que más riesgo tienen de colapso. Su rehabilitación está en marcha.

Jardines del Gran Hotel. Mondariz Balneario

Jardines del Gran Hotel

Sin protección, al contrario que los edificios circundantes. El estado actual es razonable, pero podría caer en un proceso de degradación si se llega a recalificar el suelo.

Casa Becerra. Vilagarcía

Casa Becerra

Construcción cúbica de 1939, tenía un jardín que ha sido arrasado.La Lista Roja apunta que se tramita su descatalogación y derribo para construir un hotel.

Pazo y Torre de Guimarey. A Estrada

Pazo y Torre de Guimarey

Protagonista en las guerras irmandiñas del siglo XV, la torre es BIC. El conjunto está en proceso de ruina por abandono, atacado por la vegetación y el expolio.


Monasterio de Oia e iglesia de Santa Eulalia de Palio, ejemplos de sensibilización

Monasterio de Oia. CEDIDA
Monasterio de Oia. CEDIDA
 

La Asociación Hispania Nostra dispone del contrapunto a su Lista Roja: la Lista Verde. A ella acceden aquellos inmuebles que han sido sometidos a distintas intervenciones que permitieron mejorar su pésimo estado de conservación.

En la provincia pontevedresa aparecen dos construcciones en ese privilegiado escalafón. Tal vez la más conocidas es el Monasterio de Santa María de Oia, de mediados del siglo XII, cuyas últimas obras de consolidación han hecho posible su apertura al público, pues se encontraba cerrado desde hacía dos años.

Los trabajos de conservación se centraron en las cubiertas del claustro y la nave sur, al tiempo que se efectuaron labores de mantenimiento en los muros perimetrales de la nave norte.

Iglesia de Santa Eulalia. CEDIDA
Iglesia de Santa Eulalia. CEDIDA
 

El otro ejemplo de sensibilidad patrimonial se localiza en la localidad lalinense de Palio. Su iglesia de Santa Eulalia, edificada en torno al año 1200, presentaba un hundimiento del techo y la amenaza del expolio era constante.

En 2005 fue el Concello de Lalín el primero en mostrar interés por su recuperación, colocando una cubierta metálica para proteger el interior de las inclemencias meteorológicas. A partir de 2015, la Consellería de Cultura tomó el relevo en la restauración de este templo con ocho siglos de historia. Fue retirado de la Lista Roja tras finalizar la redacción del proyecto de rehabilitación, presupuestado en 190.000 euros y que se ejecutará en dos fases.