"Llegaremos al Supremo si hace falta, porque lo que nos pagan es una miseria"

Vecinos de Mourente cargan contras las expropiaciones del Gran Montecelo: "Son un robo" y los negocios se ven "abocados al cierre" ►Piden un trato similar al de los afectados por el Cunqueiro
Algunos de los vecinos afectados por la expropiaciones del Gran Montecelo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Algunos de los vecinos afectados por la expropiaciones del Gran Montecelo. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Los vecinos de Mourente afectados por las obras del Gran Montecelo están dispuestos a movilizarse y recurrir a las más altas instancias judiciales. Lo que haga falta con tal de lograr una valoración más alta de la que ha anunciado la Administración autonómica para ocupar y derribar sus propiedades. "Nos planteamos de todo. Llegaremos al Supremo si hace falta, porque lo que nos pagan es una miseria. Esto no tiene nombre y no vamos a quedarnos callados", manifestaba el viernes a este periódico Meli Aboal, responsable de la floristería que ocupa los bajos de una vivienda afectada por las obras de ampliación.

Su hermana, Eva Aboal, que gestiona un almacén de paneles sandwich, secunda su postura, así como el resto de vecinos incluidos en la expropiación forzosa iniciada por la Xunta para el nuevo hospital. El proyecto implica la expropiación forzosa de cinco viviendas, cinco negocios y 15 parcelas ubicadas en las parcelas situadas al sur del complejo hospitalario. Estas han sido valoradas en conjunto en 2.593.487,03 euros y entre ellas la que presenta una mayor tasación es una vivienda de 657 metros cuadrados situada en el acceso sur del hospital y que, precisamente, alberga en la planta baja una peluquería y la floristería que regenta Meli Aboal, presupuestada en a 485.872 euros. "La rotonda del Príncipe Felipe costó sobre 600.000 euros y a nosotros nos ofrecen esto. Es de coña", precisaba este viernes la afectada.

El proyecto de expropiaciones propone tasaciones de entre 93.000 y 450.000 euros para el resto de viviendas afectadas. Además, recoge indemnizaciones para compensar el cierre y los gastos de traslado de los negocios afectados, aunque nunca en concepto de extinción empresarial, ya que considera que "no existen limitaciones" para que las firmas se implanten "en otra ubicación similar dentro del mismo municipio".

DESTERRADOS. Unos y otros números han suscitado la indignación de los vecinos, que la pasada noche del jueves celebraron una reunión en la que acordaron hacer públicas su malestar y disconformidad. A su entender, el precio fijado por la Consellería de Sanidade es "un robo" y les impide -"adquirir o construir una vivienda similar" en las inmediaciones de Montecelo, lo que implica el incumplimiento del compromiso trasladado por el conselleiro Jesús Almuíña de que "nos reubicarían en la misma zona".

Los propietarios aseguran que las valoraciones "no se ajustan al precio de mercado". Según dicen, porque sus viviendas fueron comparadas con otras en peores condiciones y que, además, "no cuentan con las vistas ni los servicios de la zona de Montecelo".

Al mismo tiempo, denuncian que las indemnizaciones ofrecidas para compensar el cese de los negocios "solo establecen una cuantía muy baja por la pérdida de clientes" y que han dejado sin valorar "otros gastos necesarios para el traslado" así como "la pérdida de clientes real". "Los negocios no podrán continuar en la misma zona, lo que nos aboca al cierre y a la pérdida de nuestro modo de vida", advierten en el comunicado enviado el viernes a los medios.

CACEROLADAS. Los vecinos critican que en la reunión celebrada hace un año con Sanidade surgió el compromiso de "establecer unas valoraciones adecuadas de nuestras propiedades" y que, sin embargo ahora se han topado con que las tasaciones son inferiores a las previstas, "sin tener ninguna reunión posterior y solo recibiendo un escrito desde la Xunta". "Nos enteramos de los avances por la prensa", lamenta Aboal. "Nos sentimos menospreciados, como si solo fuésemos un número por parte de la Consellería".

Los afectados esperan un cambio en las relaciones que les permita "recibir un trato similar al que obtuvieron las viviendas afectadas por la construcción del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, con una valoración acorde a las características de nuestras viviendas y a la zona en la que están ubicadas".

Por lo de pronto, anuncian que celebrarán caceroladas y que, posiblemente, cuelguen en sus viviendas carteles reivindicativos. "Por lo menos, para que nos escuchen. Nos dijeron que estuviéramos tranquilos, pero al final nadie contactó con nosotros. Podían haber negociado de otra manera, en lugar de enterarnos por los boletines y la prensa".

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