Las sombras se multiplican sobre la misteriosa aparición en Valdecorvos, en la tarde del lunes, de un hombre malherido que se encuentra hospitalizado en estado grave en el Álvaro Cunqueiro, de Vigo. Sus inconexas declaraciones iniciales y la ausencia de pistas relevantes complican sobremanera la labor de los investigadores, que confían en poder someter a este individuo a un interrogatorio más clarificador en cuanto se recupere.
La alerta policial se justifica no solo por las graves lesiones que presentaba la víctima, de 54 años, sino por la aparición, en el interior de su vehículo, de una pistola de fuego real recién disparada y un arma blanca y, en el maletero, una barra metálica.
El suceso trascendió minutos después de las 17 horas del lunes. La Policía Local recibió la llamada de un vecino de Valdecorvos informando de que acababa de ver a un hombre tambaleante que intentaba entrar en su vehículo, un Opel Astra, estacionado en la Rúa das Fragas. Al no conseguirlo, intentó sentarse en un banco próximo, pero quedó tendido sobre la acera.
A la espera de tomar declaración al herido, la Policía Nacional baraja desde un intento de suicidio hasta un ajuste de cuentas
Presentaba varias heridas en la cabeza, aunque la más grave era una en la sien derecha, de la que manaba abundante sangre, mientras que en la parte izquierda tenía otra menos aparatosa.
Los agentes municipales fueron los primeros en llegar a lugar y, al ser conscientes de la gravedad de las lesiones, requirieron de inmediato la presencia de una ambulancia, que le realizó a la víctima los primeros auxilios y posteriormente lo trasladó hasta el Hospital Montecelo, custodiado por un vehículo policial.
En el centro sanitario se le realizó una primera valoración y, debido al riesgo que corría su vida, fue derivado de urgencia al Álvaro Cunqueiro, siempre acompañado por un coche de la Policía.
UNA PELEA. Aunque la primera intervención correspondió a la Policía Local —al haber recibido la llamada en su centralita—, la Policía Nacional tomó el relevo de la investigación una vez que el herido fue trasladado al hospital. Pese a la gravedad del asunto, el gabinete de comunicación de la Comisaría Provincial se negó este martes a facilitar ningún dato y se limitó a confirmar que había unas diligencias abiertas para esclarecer lo sucedido.
Sin embargo, otras fuentes han indicado que la víctima llegó a intercambiar unas palabras, tanto con la persona que la descubrió malherida como con los agentes allí desplazados. Antes de subir a la ambulancia les habría manifestado que sufrió una brutal agresión por parte de unas siete personas, aunque sus explicaciones eran, por momentos, muy dispersas.
En el registro de su vehículo, los policías hallaron, en una de las puertas, una bolsa que contenía un cuchillo de grandes dimensiones y una pistola plateada. Un experto confirmó después que el arma era de fuego real y acababa de ser detonada, debido a que se encontraron restos de pólvora.
Además, carecía de número de serie, por lo que se sospecha que pudo haber sido adquirida en el mercado negro.
El Opel Astra quedó custodiado en dependencias de la Policía Local (en previsión de un nuevo registro que aporte más pruebas) mientras que funcionarios de la Policía Judicial recorrieron por la tarde varias viviendas de Valdecorvos, preguntando a los vecinos si habían oído o visto algún detalle que les pudiera resultar sospechoso.
