Las lonjas de la ría facturaron un 25% más desde enero pese al descenso de capturas

En el primer semestre comercializaron entre las seis 1.891 toneladas de pescado y marisco, un 18% menos que en el mismo período de 2017, pero aún así lograron superar los 7,1 millones de euros ▶ La subida de precios de ciertas especies y el tirón en la de Campelo fueron las claves

Subasta de almeja celebrada en la lonja de Campelo, en Poio. RAFA FARIÑA (ARCHIVO)
photo_camera Subasta de almeja celebrada en la lonja de Campelo, en Poio. RAFA FARIÑA (ARCHIVO)

Menos toneladas descargadas, pero mejor vendidas. Ese es el balance conjunto que pueden hacer las lonjas de la ría de Pontevedra sobre la primera mitad de este año. Los que prefieran ver la botella medio vacía señalarán que, en media, las seis rulas subastaron un 18% menos de mercancía que en el mismo período de 2017, pero en el lado contrario de la balanza está el hecho de que, pese a la considerable bajada de capturas, la facturación creció un 24,7%. La conclusión es clara y apunta hacia dos causas: el aumento del precio de determinadas especies y que en este ejercicio creció la pesca de ciertos productos de mayor valor económico, por ejemplo las almejas, lo que ayudó a empujar hacia arriba el balance total.

En cifras, las seis lonjas de la ría comercializaron en el primer semestre del año 1.891 toneladas por un montante total de 7,13 millones de euros. En los mismos meses de 2017 habían sido 2.311 toneladas y 5,7 millones de euros.

Analizando una a una, la que dio la mayor campanada fue la de Campelo (en Poio), que pasó de 215,5 toneladas a 339,7, es decir, casi un 58% más de capturas vendidas, y de 1,7 millones de euros a 3,3, prácticamente el doble que en el mismo período del año anterior. ¿A qué se deben estas diferencias? La lonja poiense está especializada en la comercialización de almeja y en ella venden su mercancía las tres cofradías de mariscadores que explotan todo el fondo de la ría. La primera mitad del año fue benévola para el sector en cuanto a presencia de biotoxinas, de manera que los trabajadores apenas tuvieron días de paro forzoso por dicha causa, mientras que en los mismos meses de 2017 se había clausurado la extracción en varias ocasiones entre abril y mayo.

Tras un 2017 muy positivo en la pesca de caballa, este año no está siendo tan bueno en Portonovo, con un 32% menos de ventas

Por otra parte, la cantidad de bivalvos subastados también aumentó como consecuencia de la incorporación de nuevos mariscadores gracias a la expedición de más permisos de explotación (permex) por parte de la Consellería do Mar.

ALMEJA JAPÓNICA. Eso sí, la reina de la lonja fue sin ninguna duda la almeja japónica, que aglutinó el 84% del total de capturas y que prácticamente ha arrinconado al resto de bivalvos. De hecho, de esa variedad se vendieron 284.880 kilos, mientras que de almeja babosa solo 34.697 y de fina, 3.268.

Los otros productos que entraron en el ranking de los cinco con mayor presencia en Campelo fueron la navaja (con 7.220 kilos) y el choco (con 7.177), según las estadísticas de Pesca de Galicia de acuerdo con los datos emitidos por las propias rulas.

A todo esto se suma un período de precios bastante satisfactorios para el sector (la media semestral fue de 9,90 euros por kilo, la mayor de la ría). Como consecuencia, la facturación en esta lonja casi se ha duplicado.

En la parte opuesta de la tabla está la de Portonovo, donde las capturas descendieron un 32% y la facturación también fue un 7% menor en comparación con el mismo período del año previo. De hecho, 2017 había sido muy bueno para esta rula, tal y como había explicado el patrón mayor de la cofradía portonovesa, José Antonio Gómez Castro. Este había indicado que aquel fue "un ano de pesca excepcional nesta zona da costa, sobre todo no que respecta á xarda pintada", una especie que se había concentrado mucho en esa parte del litoral atrayendo incluso a barcos de otros puertos.

La rula poiense dio la campanada, duplicando su facturación y aumentando un 58% el volumen de mercancía despachada

Así, en los primeros seis meses del ejercicio pasado se habían subastado en Portonovo 1.066 toneladas, mientras que este año fueron solo 727 que reportaron 953.863 euros, frente a los 1.026.387 de entonces.

Una vez más, las especies mayoritarias en este enclave volvieron a ser la caballa pintada (268,9 toneladas), el jurel (235,9), el bocarte (81,9), la sardina (50,5) y la boga (32,9 toneladas) y el precio medio fue de 1,31 euros por kilo. Con todo, la sanxenxina no fue la única que bajó cifras.

Bueu bajó en tonelaje, sobre todo a causa de la escasez de pulpo, pero mitigó el golpe económico gracias a la subida del precio del cefalópodo  

PULPO. Bueu también registró unos descensos considerables, sobre todo a causa de la escasez de pulpo, el producto que solía ser la estrella de sus subastas. La rula buenense comercializó un 25,4% menos de mercancía, al pasar de 356 toneladas a 265,5. Con todo, su facturación solo cayó un 7% (de los 1,46 millones de euros contabilizados en la primera mitad del año pasado a los 1,35 de este), puesto que la carestía del cefalópodo hizo que sus precios se disparasen. De pulpo se vendieron en esta lonja 41,3 toneladas, pero mucho más caras que el ejercicio anterior. Las demás especies mayoritarias en Bueu fueron la caballa pintada (52,5 toneladas), el jurel (29,4), el erizo de mar (18,6) y la vieira (18,1) y en conjunto el precio medio fue de 5,12 euros por kilo.

Marín logra mantener el tipo a pesar de haber subastado un 17% menos de pescado

La lonja de Marín fue otra de las que bajó la cantidad de capturas. Concretamente, comercializó entre enero y junio un 17% menos de pescado que en los mismos meses del año pasado, al haber pasado de 671,6 toneladas a 555,4.

No obstante, en este caso la caída de la facturación no fue tan acusada como en el caso de la de Portonovo. Aquí, el descenso fue de solo el 4,6%, situándose en 1,42 millones de euros frente a los 1,49 millones logrados durante el primer semestre del ejercicio previo

EL 'TOP FIVE'. En las instalaciones marinenses las reinas de la subasta fueron la caballa (con 127,9 toneladas vendidas), el jurel (con 66,2 toneladas), el lirio (con 47,8), el pulpo cabezón (con 40,3) y el rapante (con 36,3). Entre todas las especies despachadas se alcanzó un precio medio de cotización de 2,56 euros por kilo.

 

En la capital
La rula de la Praza de Abastos de Pontevedra continúa en la senda ascendente


Aunque sigue teniendo las cifras más discretas de la ría, con mucha diferencia sobre todas las demás lonjas, la del Mercado de Abastos de Pontevedra continuó mejorando sus resultados.

En la subasta que se celebra en la Praza de la capital de Lérez se pasó de las 1,7 toneladas vendidas durante la primera mitad del año pasado a un total de 3,06 en los mismos meses de este año (es decir, casi un 75% más) y de un montante de 26.368 euros a 28.536 (lo que implica un 8,2% más).

Eso sí, las variedades que forman el ‘top five’ en la plaza pontevedresa son de las que hacen temblar más las carteras: centolla (2.208 kilos vendidos entre enero y junio), camarón (768 kilos), lumbrigante (34 kilos), percebe (25) y choco (15).

Con todo, la actividad del Mercado de Abastos de Pontevedra se sigue centrando mayoritariamente en la venta directa por parte de las placeras a los consumidores finales.

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