"Quero deixar moi clariño que, mentres eu sexa alcalde, ningún veciño vai ter que pagar por entrar en Pontevedra nin ter que cambiar de coche para entrar en calquera zona da cidade". Así de rotundo se manifestó este viernes el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, en respuesta a un comunicado en el que el PP sugería que el Concello tendrá que cobrar algún tipo de peaje por circular por la ciudad a partir del 1 de enero de 2023.
Los populares, por boca del edil Pablo Fernández, ponen por primera vez en duda las zonas de tráfico reducido prevista en el casco urbano, Monte Porreiro, O Burgo y Estribela. Esta fórmula es la que el Concello defiende para cumplir con la Ley del Cambio Climático sin tener que cobrar peajes o solo permitir la circulación en la ciudad a vehículos con el distintivo medioambiental de la DGT, es decir, los que más contaminan.
Fernández critica que el Gobierno local haya creado esta tercera vía, que aún no cuenta con el encaje legal del Gobierno central, que está a la espera de un informe del Consejo de Estado para aplicar la citada Ley, que es obligatoria para las ciudades de más de 50.000 habitantes a partir del 1 de enero de 2023. Y lo acusa de crear una "muralla virtual".
El PP varía por tercera vez su postura sobre las zonas de bajas emisiones. Primero defendió que las restricciones de tráfico se aplicasen solo a los coches que más contaminan, luego negó que la legislación estatal obligase a cobrar a los conductores. Ahora sostiene que si Madrid no acepta el modelo pontevedrés, habrá que cobrar por entrar en la ciudad.
"O Partido Popular, que anda intentando confundir, é quen propón pagar por entrar ou obrigar a cambiar de coche para entrar na nosa cidade", zanjó Lores.
