Miguel Anxo Fernández Lores pone otra pica en París. Tras haber participado en la Cumbre Mundial del Clima en 2015, el alcalde de Pontevedra regresó este martes a la capital francesa para hablar del modelo urbano en el Forum Smart City. Lo hizo con una conferencia ante las más de 300 personas que se dieron cita en la Sala de las Fiestas del Ayuntamiento parisino, la más imponente del edificio municipal, usado como tal desde 1357.
"El modelo Pontevedra es un proyecto iniciado hace 31 años, con 12 años de definición y 19 de ejecución. Por lo tanto, es un proceso estable y sostenido en el tiempo", comenzó Lores, que urgió al público presente en este congreso dedicado a la salud medioambiental de las ciudades a implantar medidas para reducir las emisiones de carbono y, por lo tanto, la contaminación.
En este sentido, el regidor del BNG aseguró que Pontevedra ha logrado disminuir el CO2 en un 66%, una cifra que atribuye al proceso de peatonalización. También recordó que la reducción "drástica" del tráfico motorizado y las medidas de seguridad vial han permitido que la capital de las Rías Baixas lleve más de siete años sin muertos en vías urbanas. De hecho, la última víctima se registró en febrero de 2011.
Durante su intervención, el líder nacionalista anunció que el Concello estudia la posibilidad de implantar la zona 10 en algunas partes de la ciudad. Esto implicaría limitar la velocidad a la que actualmente deben transitar los vehículos por el centro urbano. Cabe recordar que la zona 30, que es la más extendida, se activó en Pontevedra en el año 2010, aunque también existen áreas restringidas a 20 kilómetros por hora. "Con esas velocidades se resuelven muchos problemas, entre otros la circulación de las bicicletas y otros vehículos, pues deja de ser necesario crear espacios segregados al poder circular sin mayores problemas por las calzadas", explicó Lores.
Las medidas impulsadas para reducir los accidentes se han traducido en la instalación de lombos. Los primeros llegaron a la ciudad en 2004 debido a la presión de los vecinos, que solicitaban algún tipo de solución para impedir que los conductores excediesen los límites de velocidad. Aquellos pasos sobreelevados se colocaron en Orillamar, en la avenida de Bos Aires, justo en la subida de Monte Porreiro. Catorce años después, el número de badenes en el municipio de Pontevedra se acerca a los 900, según los datos que el regidor nacionalista transmitió al público que asistía a su charla en el Ayuntamiento de París.
La exposición del alcalde, en la que equiparó el cuidado de las ciudades con servicios básicos como la sanidad y la educación públicas, fue aplaudida por el público. "Expulsar a los ciudadanos del espacio público es un grave atentado a la igualdad de oportunidades", afirmó. También defendió ante las personas congregadas en el Forum Smart City (en el que había responsables políticos, empresarios y expertos en urbanismo) que el modelo pontevedrés es exportable a otras ciudades, que deben adaptar este sistema a sus propias realidades urbanas, y que para llevar a cabo un cambio en el plan de movilidad hay que tomar decisiones políticas. "No puedo negar que el reto es grande, muy grande, pero con principios claros, muy claros, y con decisión y valentía política se puede lograr", recalcó.
Por último, Lores animó a salvar la vida de las ciudades con medidas como las aplicadas en Pontevedra en las últimas décadas. La primera jornada del viaje institucional de Lores a París terminó con una conferencia en la Universidad de la Sorbona.
El vicealcalde de París se interesa por Pontevedra
La jornada inaugural del Forum Smart City se cerró con una reunión entre el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y el vicealcalde de París, Christophe Najdovski, del Partido Ecologista. El adjunto de la regidora parisina, la socialista Anne Hidalgo, se interesó por el proceso de cambio al que fue sometida Pontevedra para reducir el número de coches del centro de la ciudad.
El encuentro entre ambos políticos, al que no pudo acceder la prensa, también giró en torno a la reacción de la sociedad ante la transformación urbana de Pontevedra, que está basada en la peatonalización. De hecho, la limitación del uso del coche en el corazón de la ciudad comenzó con un polémico bando de Alcaldía en 1999. Aquella directriz puso límites a los vehículos en la zona monumental.
El modelo pontevedrés podría ser usado como referencia en los cambios previstos por París en los próximos años para poner límites a los coches y reducir así la polución. La entrevista con Najkovski ha sido el germen de nuevos encuentros que este miércoles mantendrá Lores con miembros del Gobierno de Hidalgo. Entre ellos, la edil de Innovación, Constance Parodi.
