Los 3.500 efectivos de Defensa 'mueven' al año más de 67 millones

El segundo 'empleador' de la provincia presume de la juventud de su plantilla, pues el 90% del personal no llega a los 40 años de edad ▶Uno de cada tres militares de la Brilat y casi la totalidad de los alumnos de la ENM proceden de fuera de la comunidad gallega
La Brilat festeja con una parada militar el Día de la Inmaculada Concepción
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No tiene la consideración de empresa, pero sí puede adoptar la de ‘empleador’ como generador de contratos y administrador de un importante presupuesto anual. El Ministerio de Defensa se encuentra, desde un punto de vista económico, "entre las tres principales instituciones de la provincia, junto al Sergas y a la Citroën", según destaca el coronel Ángel de Miguel, subdelegado de esta cartera en Pontevedra.

No en vano, las distintas unidades vinculadas al Ejército en la provincia aglutinan a 3.200 efectivos, entre personal militar (oficiales, suboficiales, tropa y marinería) y civil. A esta cifra hay que sumar los 300 militares que se encuentran en la reserva y que también cobran sus nóminas del Ministerio de Defensa. En total, 3.500 personas, que distan de las 8.600 que dependen de Sanidade (2.800 del CHOP y 5.800 del Chuvi) y de los 5.700 empleados de la factoría viguesa, pero que le consolidan en el podium laboral de la provincia.

Los dos principales referentes, por volumen y por relevancia, que el Ministerio de Defensa tiene en Pontevedra son la Brilat Galicia VII y la Escuela Naval Militar. Pero, a mayores, también hay que tener en cuenta la propia Subdelegación de Defensa (ubicada en As Palmeiras), el Centro Deportivo Socio Cultural Militar y la Residencia Militar Logística (también en la ciudad), las comandancias navales de Vigo y Tui, y los institutos sociales de las Fuerzas Armadas, repartidos entre la capital y la ciudad olívica.

Ángel de Miguel Campos. Subdelegado de Defensa:
"Las unidades del Ministerio están entre las tres más importantes de la provincia junto al Sergas y la Citroën"


Desde un prisma puramente económico, la presencia del Ministerio de Defensa en la provincia tiene un doble impacto. Uno directo, que englobaría sueldos, dietas, pluses por misiones en el extranjero, partidas para el funcionamiento diario de las unidades, etc. "Estaríamos hablando de unos 55 millones de euros anuales, a los que habría que sumar otros tres millones para atender ejercicios, maniobras, reuniones, cursos de formación, etc.", indica el subdelegado. Y después está el impacto indirecto, que se refiere a los servicios que el Ministerio tiene contratados a empresas externas.

Por ejemplo, la limpieza de todas las instalaciones está adjudicado a Clece, la alimentación de la base General Morillo a Ucalsa y la de la Escuela Naval, a Alvimar. "Por ejemplo, los productos frescos se compran a proveedores de la provincia, con lo cual la repercusión local es muy importante", insiste. En este apartado también se incluye el Centro Universitario de la Defensa, ubicado en la Escuela Naval Militar y con una plantilla de 48 personas, de las que 34 son profesores, cuyo movimiento económico en nóminas, gasto corriente e inversiones es igualmente muy significativo.

El coronel De Miguel incorpora en este capítulo el canon que anualmente paga el Ministerio de Defensa a la comunidad de montes de Salcedo por la cesión de los terrenos donde se levanta la base General Morillo, y que totalizan 200.000 euros anuales. "En resumen, el impacto económico de las unidades del Ministerio de Defensa en Pontevedra superaría los 67 millones de euros al año", destaca.

DISTRIBUCIÓN. El mayor volumen de personal dependiente de Defensa se concentra en la base General Morillo, donde cada día trabajan 2.100 personas, el 60% de la plantilla provincial. A la Escuela Naval correspond en uno s mil efectivos (incluyendo los más de 500 alumnos), que suponen el 28% del total, mientras que los militares en la reserva representan el 9%. Atendiendo a su origen, el 70% del personal de la Brilat es gallego y, en particular, el 41% de la provincia de Pontevedra.

Su media de edad es muy joven, pues casi la mitad (el 46%) tiene entre 18 y 30 años y el 43% entre 31 y 40 años. Es decir, sólo uno de cada diez efectivos supera la cuarentena. Este reparto demográfico es sensiblemente diferente en la Escuela Naval, donde la gran mayoría de los alumnos que ingresan para formarse como oficiales residen fuera de Galicia.

"Podríamos estar hablando del 85 o el 90%", apunta el coronel De Miguel. Sin embargo, hay que tener en cuenta que un elevado porcentaje de los militares llegados allende nuestras fronteras no viajan solos, sino acompañados de sus parejas, hijos, padres, familiares, etc., que acaban reubicándose en Pontevedra y los concellos limítrofes, con lo que su repercusión en los censos municipales es notablemente mayor.

La innegable huella económica y social de los nuevos vecinos no solo se traslada a la hostelería, la vivienda y los servicios, sino, en muchas ocasiones, al comercio. El coronel De Miguel subraya que la retribuciones extraordinarias que perciben los militares por acudir a las misiones en el extranjero suponen "una cantidad muy importante ", que casi siempre revierte en el lugar donde residen. "Muchos aprovechan para abrir un pequeño negocio, otros para hacer reformas en la vivienda y otros para adquirir bienes de consumo, como un vehículo. Y todo ese gasto se realiza en comercios y proveedores de la zona", añade.

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