El hallazgo en un local propiedad de Nino Mirón de los objetos denunciados como sustraídos en el chalé que el promotor tenía en Sanxenxo ha reactivado judicialmente el caso, que había sido sobreseído de forma provisional por el Juzgado de Instrucción de Cambados ante la ausencia de nuevos indicios.
Sin embargo, la constancia y la pericia de los investigadores del puesto sanxenxino de la Guardia Civil (que nunca llegaron a aflojar en sus pesquisas, pese a la resolución judicial) cristalizó, hace unos días, con la localización de todos los bienes en una nave de Monte Porreiro que pertenece al expresidente del Pontevedra, lo que le ha colocado en el disparadero mediático, pues los agentes le consideran autor del presunto robo.
Los efectos, entre los que se encuentran elementos decorativos, muebles e incluso dos olivos del jardín del chalé, han sido intervenidos y permanecen vigilados por la Guardia Civil en la nave pontevedresa a la espera de que el Juzgado determine su futuro.
Partiendo de la base de que el propio Nino Mirón reconoció a este periódico la retirada de los objetos, el debate legal se centra ahora en si estaba autorizado o no a hacerlo. Según sostiene, la mudanza se llevó a cabo antes de que se cerrase la venta del chalé, por lo que estaría totalmente legitimado, pues nadie cuestiona su titularidad.
Sin embargo, la compradora de la vivienda -una vecina de Valencia- está convencida de que los bienes (que tasó en unos 800.000 euros) formaban parte de la operación, formalizada a través de un proceso concursal.
En cualquier caso, ahora será el juez instructor quien, tras analizar las nuevas pruebas y las ampliatorias que le entregue la Guardia Civil, deba resolver este cruce de interpretaciones y determinar si existe o no violación de la legalidad vigente.
La denuncia había sido presentada por la compradora a finales del pasado año, después de encontrarse con que al chalé que Nino Mirón había ofertado a través de milanuncios.com le faltaban gran parte de sus enseres. Las primeras indagaciones permitieron a los agentes descubrir que, en el caso de los olivos, fueron trasladados por una empresa de O Salnés al solar de un familiar del promotor.
El debate legal se centra en resolver si la retirada de los objetos se realizó antes o después de cerrarse la venta de la vivienda
