El Concello costeará los composteros en las casas

Los colegios de Pontevedra se suman al plan de compostaje

La Fanpa y la empresa Serunión colaborarán con el Concello a partir del próximo curso. Pontevedra calcula que precisará 7.800 composteros individuales para las viviendas del rural
Alumnos del colegio de Campolongo revisando este miércoles el libro sobre hábitos saludables
photo_camera Alumnos del colegio de Campolongo revisando este miércoles el libro sobre hábitos saludables

Los comedores escolares de Pontevedra contarán con su propio compostero a partir del próximo curso. La Federación Provincial de ANPA (Fanpa), la empresa concesionaria del servicio, Serunión, y la concejala de Educación, Carme Fouces, anunciaron este miércoles que todos los colegios públicos con comedor de la ciudad (16 de los 21 que existen) se incorporan de esta manera al programa de compostaje puesto en marcha por el Concello . "Trátase dunha iniciativa pioneira, que ademais axudará a levar este plan a unha segunda fase, a que asegurará que se sosteña no futuro", señaló la edil, que contó para realizar el anuncio con el respaldo del presidente de la Fanpa, Rogelio Carballo. "Eu só podo celebrar que a comunidade escolar se involucre neste plan e poidamos darlle saída aos desperdicios dos comedores e aos alimentos sobrantes, aos que a lei impide darlle outra utilidade", dijo.

En lo mismo insistió la empresa Serunión, concesionaria del servicio de comedores escolares de Pontevedra desde hace ocho años. Según su responsable en Galicia, Carlos Varela, entrar en el programa de compostaje le servirá para hacer una estimación de la comida que se desperdicia en los centros. Serunión sirve 900 menús diarios en Pontevedra. Para poner en marcha la iniciativa, el Concello correrá a cargo de los medios materiales y de la formación de los monitores.

EN LAS CASAS. El Gobierno local también correrá con los gastos de los composteros individuales que deberán utilizar los propietarios de viviendas unifamiliares del municipio, la mayor parte de ellas situadas en el rural. En un primer recuento, los servicios técnicos municipales cifran en 7.800 los depósitos que Pontevedra deberá repartir entre los vecinos que estarán obligados a reciclar sus restos de comida.

La teniente de alcalde y concejala de Urbanismo, Carme da Silva, informó ayer de que esta estimación inicial podría variar en función de si las casas contabilizadas están o no habitadas y de si sus dueños disponen de terrenos para ubicar una instalación para gestionar su basura. "Para iso contaremos coa colaboración dos veciños das parroquias e dos barrios", señaló.

El recuento final será fundamental para la compra de los composteros, cuyo coste podría oscilar entre 75 y 100 euros por unidad. Su adquisición no se hará de golpe, sino por fases, y su reparto no se llevará a cabo a corto plazo por cuestiones de carácter burocrático y presupuestario. "Non poderá ser antes do verán porque contabilizar as vivendas que precisarán os composteiros vai levar o seu tempo", dijo Da Silva.

La presencia de composteros individuales no es una novedad para los vecinos de las parroquias de Pontevedra. De hecho, el Concello entregó unas 300 instalaciones de este tipo entre los residentes de varios núcleos del rural. "Tamén houbo xente que as mercou pola súa conta para facer compostaxe nas súas casas", apuntó Da Silva, que recordó que esta iniciativa municipal incorporaba un sistema de control y asesoramiento técnico para que los beneficiarios de estos depósitos pudiesen fabricar abono natural de gran calidad a través del tratamiento de su basura doméstica. En casi el cien por cien de los casos, el producto obtenido se utilizaba como fertilizante en huertas y fincas.

Comentarios