Los dueños de Elnosa sostienen que la llave de la permanencia en Lourizán la tiene Fernández Lores

CUF dice que las relaciones con la Xunta son "excelentes" y que cuenta con su ‘OK’ para invertir 40 millones en la reindustrialización de su planta
Vista de la fábrica de CUF en Estarreja
photo_camera Vista de la fábrica de CUF en Estarreja

Los propietarios de Elnosa, el grupo portugués CUF, rompieron ayer su silencio para defender públicamente la continuidad de su fábrica en Pontevedra. Lo hicieron durante una visita organizada para periodistas de la ciudad a las instalaciones que tienen en Estarreja, en Portugal, en la que intervino la plana mayor de la compañía: desde su presidente, João Maria Guimarães José de Mello; el consejero delegado de CUF, Antonio Mesquita; el presidente de Elnosa, João J.G. Fernandes Fugas, y la jefa industrial de la fábrica de Lourizán, Amaya Echevarría Moreno. Todos coincidieron en lo mismo: la llave de su permanencia en la ría la tiene el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores.

La empresa reclama el apoyo del Concello para facilitar la reconversión industrial de su fábrica, que pasaría por la eliminación del mercurio en el proceso de producción de cloro y la implantación de una tecnología, la de membrana, mucho más moderna y menos peligrosa a nivel medioambiental.

La dirección de CUF asegura contar ya con el proyecto para llevar a cabo esta reforma, para la cual necesitaría el permiso municipal. Su presidente, João de Mello, quiere «convencer» a Lores de la importancia de mantener la clorera en su actual emplazamiento, al igual que ha hecho con la Xunta, con la que, subrayó, mantiene «excelentes relaciones».

A pesar de haber firmado un protocolo de traslado a finales de 2013, el Gobierno gallego ha cambiado su postura sobre la continuidad de Elnosa en la ría y ahora ve con buenos ojos que la compañía modernice sus instalaciones. Para ello necesitará renovar su Autorización Ambiental Integrada (AAI), un trámite que dependería del citado cambio tecnológico y que la firma cifra en 40 millones de euros.

De Mello reconoció que las obras, que tienen un plazo de ejecución de dos años, deben realizarse de forma «urgente» porque la normativa europea fija que en diciembre de 2017 todas las cloreras comunitarias deben eliminar el mercurio de sus procesos de producción. Teniendo en cuenta este horizonte temporal, la firma no cumpliría con los tiempos exigidos por Europa, un contratiempo que los responsables de la empresa confían en superar a través de la posible moratoria por parte de la UE para afrontar los cambios que se le exigen al sector.

Otro de los obstáculos que debe afrontar Elnosa tiene que ver con el expediente de caducidad que Costas debe redactar para cumplir con una sentencia firme de la Audiencia Nacional. El empresario luso afirmó que el trámite, que podría suponer el fin de su concesión, no le inquieta. «No será un problema», comentó.

MÁS EMPLEO. Además de los procesos judiciales en su contra y de la hostilidad del Concello hacia su reconversión, la compañía debería conseguir un último permiso para prolongar su actividad en Lourizán: la prórroga de su concesión. «Nuestros abogados han iniciado ya los procedimientos para solicitarla», avanzó De Mello, que echa en falta en Pontevedra la colaboración y el apoyo que asegura tener en Portugal tanto de los políticos de Estarreja (donde tiene una macroplanta de cloro) como de los coletivos ecologistas lusos.

El propietario de la compañía química no fue el único que alzó ayer su voz para defender la permanencia. También lo hicieron el consejero delegado de CUF, Antonio Mesquita, que indicó que el máximo interés de la empresa es «apostar por la seguridad y el respeto al medio ambiente», y la directora de Elnosa, Amaya Echevarría, que subrayó la importancia de la fábrica en la vida cotidiana de los ciudadanos. «Nuestros productos son fundamentales para el ser humano. Con ellos se potabiliza el agua que bebemos del grifo», dijo la jefa industrial respecto a los usos del cloro.

Además de este elemento químico, la planta produce sosa cáustica (que se utiliza en la fabricación de pasta de papel), hipoclorito sódico (usado como biocida en las piscinas) e hidrógeno y ácido clorhídrico.

En caso de ampliar su vida industrial, la empresa prevé aumentar su plantilla, aunque no a corto plazo. «Primero hay que mantener lo que hay», concluyó De Mello.

Amaya Echevarría Moreno Directora de Elnosa Nuestros productos son fundamentales para el ser humano. Con ellos se potabiliza el agua que bebemos del grifo»

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