Los edificios de Pontevedra se resisten a la ITV que el Concello obliga a pasar desde este año por cuestiones de seguridad. Desde la entrada en vigor de la ordenanza, el pasado mes de abril, solo 21 de los 291 inmuebles que tienen que llevar a cabo esta inspección técnica en 2015 han obtenido el informe de evaluación por parte de la Concellería de Urbanismo. El departamento municipal ha tramitado un total de 38 expedientes de edificios construidos antes de 1943, que son los que tienen que realizar esta revisión. Once de ellos fueron retirados del catálogo porque fueron reformados con posterioridad a esta fecha y, por tanto, no están obligados a pasar el filtro municipal este año, sino más tarde. Y otros seis no han logrado el beneplácito de los técnicos de Urbanismo al no haber cumplido con los requisitos que exige la normativa local.
Las construcciones que sí han logrado el Informe de Avaliación de Edificios se encuentran repartidas "por toda a cidade", principalmente en la zona centro. Entre las exigencias que contempla la normativa figura la revisión de la estructura del inmueble, cimentación, fachadas interiores y exteriores, medianeras, cubiertas y azoteas, redes de electricidad, gas, fontanería y saneamiento o medidas de extinción de incendios. Aunque la inspección exterior es visual, la ordenanza impulsada por el exedil de Urbanismo, el socialista Antón Louro, obliga a los técnicos a revisar también el interior de las viviendas.
Los edificios que tienen que pasar la ITV este año son los construidos antes de 1943 que no hayan sufrido reformas posteriores
La obtención del certificado de la ITV es indispensable no solo para cumplir con el reglamento pontevedrés, sino también para solicitar subvenciones o vender o alquilar una propiedad inmobiliaria.
De hecho, este tipo de inspecciones incluyen un certificado de eficiencia energética, fundamental para llevar a cabo este tipo de operaciones. Los propietarios de inmuebles que no tramiten la ITV se exponen a multas de entre 300 y 6.000 euros.
EL NEGOCIO. La normativa sobre seguridad en los edificios, que tiene como objetivo prevenir accidentes, ha abierto un nuevo nicho de negocio para las auxiliares del sector de la construcción, que son las que tienen que llevar a cabo estas inspecciones.
Los propietarios de los inmuebles afectados tienen que contratar sus servicios para lograr la obligatoria ITV. El coste medio de cada revisión se sitúa en 700 euros.
Los dueños de los edificios pueden acceder a subvenciones estatales para costearse la ITV que solicita el Gobierno local. El tope máximo es de 500 euros, a razón de 20 euros por vivienda o por cada cien metros cuadrados de superficie de la propiedad. El importe de la ayuda no podrá supera el 50 por ciento del coste de la inspección.
El coste de las inspecciones, que deben contratar los dueños de los inmuebles, cuesta una media de 700 euros
El Concello ha publicado la relación de inmuebles afectados en su página web y en el tablón de anuncios municipal. Además, se ha comunicado por escrito a las comunidades de vecinos la necesidad de llevar a cabo esta especie de examen técnico.
La ITV de edificios es obligatoria para todas las construcciones de más de 50 años, pero no todas ellas tendrán que pasar este año por el filtro municipal. El Concello ha diseñado un calendario para que los inmuebles obtengan el obligatorio certificado de seguridad. El objetivo final es que las edificaciones más antiguas estén supervisadas antes de que finalice el año 2018.
Además de las anteriores a 1943, los dueños de edificios declarados Ben de Interese Cultural (BIC), catalogados o inventariados anteriores a 1900 -casi todos en el casco histórico- también deberán pasar la ITV este año.
