"Era un padre bueno, maravilloso", dicen los allegados del parricida

El sobrino del asesino confeso fue el primero en ver los cuerpos de las dos niñas ► "¡Dios mío, no, Dios mío, no!", gritó desconsolado
Oubel ha cambiado radicalmente de imagen tras dos años de prisión
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Los familiares más próximos a David Oubel declararon este martes en la Audiencia que se vieron sorprendidos por lo sucedido, pues no creían a su allegado capaz de hacer algo así. "Era un padre maravilloso", dijo Pilar, su prima hermana. "Un padre normal", añadieron el marido y el sobrino del procesado.

Pilar fue la primera en tener conocimiento de que algo extraño había sucedido. Lo percibió cuando recibió una extraña misiva de su allegado el 31 de julio de 2015. "Ponía cosas que no eran normales en él, como que estaba harto de la vida". Además, el asesino le envió la llave de su coche para que se la entregase a su hijo.

Pilar, prima hermana de Oubel: "Me envió una carta en la que ponía cosas que no eran normales en él, que estaba harto de la vida"

La familiar explicó que en vista del contenido de la carta decidió partir de inmediato hacia Moraña en compañía de su marido y de su hijo. Relató que tuvieron que saltar el muro para acceder, pues las cerraduras habían sido bloqueadas. "La puerta de dentro tampoco abría. El primero en entrar fue mi hijo, que chilló en cuanto vio a Amaia".

Pilar añadió que el fin de semana anterior a lo sucedido estuvieron con el autor del crimen en Moraña, durante la celebración de las fiestas de O Carneiro ao Espeto, y que no percibió nada que le indicase que algo así podía suceder.

Pilar, que había ayudado mucho a su primo hermano en el régimen de visitas (se había separado de su mujer en 2014), indicó que Oubel "había estado mal antes, durante los trámites de la separación". Confesó que en esa etapa "se había intentado suicidar" y admitió que ella era la que recogía y entregaba a los niños para evitar problemas entre su hermano y la exmujer de éste. Ante la pregunta del letrado de la defensa, la testigo indicó que la relación de Oubel con sus hijas "era maravillosa".

Emilio, esposo de Pilar: "Nos dijo por teléfono que estaba en Oporto y que las niñas estaban con él pero no le creímos" 


El siguiente en intervenir fue el marido de Pilar, que se desplazó junto a ella y su hijo desde Vilagarcía hasta Moraña en cuanto supieron de la existencia de la citada carta. "Nos dijo por teléfono que estaba en Oporto y que las niñas estaban con él, pero no le creímos. En 20 minutos estábamos en Moraña. No llamé al 112 porque no sabía cómo explicar que una persona nos había enviado una carta de suicidio y decía que estaba en Portugal".

Sobre la llegada a la vivienda, recordó que "estaba la música altísima" y que "subió primero mi hijo a la zona de las habitaciones, yo iba detrás. De repente gritó '¡Dios mío, no, Dios mío, no!'. Se veían las piernas de la niña, el resto del cuerpo estaba tapado. Era Amaia".

 Borja, sobrino de Oubel "Para mí, este hombre era un padre normal y corriente"


A continuación, en la otra habitación, vieron el cuerpo de la otra niña, que estaba "entre las dos camas", según relató el sobrino del acusado, que reconoció haber visto la herramienta, una sierra radial, con la que Oubel cometió el crimen. "Para mí era un padre normal y corriente", dijo, un testimonio casi idéntico al que ofreció su progenitor. "Me parecía un padre normal", dijo.

Respecto al hallazgo del autor del crimen, el marido de su prima hermana no permitió que nadie se acercase a la puerta del cuarto de baño en cuanto se percataron de que estaba cerrada por dentro. "Mandé a todos fuera", declaró.

Pocos minutos después llegarían los primeros miembros del Instituto Armado, que hallaron al investigado en el citado cuarto de baño, ensangrentado.

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