Los forenses sostienen en una tensa jornada de juicio que Lupe Jiménez no pudo defenderse

La Policía tuvo que desalojar la sala después de varias personas intentasen agredir al lucense José Luis Cortiñas ► Una hermana de la víctima declaró que esta había sufrido malos tratos meses antes de ser asesinada

La segunda jornada del juicio contra José Luis Cortiñas, acusado de haber asesinado a su esposa María Luisa 'Lupe' Jiménez en febrero de 2014, cuando ésta se encontraba embarazada de cinco semanas, se ha visto alterada este miércoles tras producirse graves incidentes en la sala de vistas de la Audiencia de Pontevedra. En este segundo día, la vista oral estaba reservada para la declaración de testigos, entre ellos una de las hijas de la víctima, y para la presentación de los informes forenses, que concluyen que la víctima no pudo defenderse.

Fue en este segundo tramo del juicio, sobre la una de la tarde y después de que uno de los forenses declarase a través de videoconferencia, cuando se produjeron los incidentes. Mientras la sala se preparaba para una segunda videoconferencia, una mujer que se encontraba entre el público -y que fue identificada posteriormente como una de las hermanas de la víctima- se levantó de su asiento y al grito de "Suso" desató el tumulto.

Tres personas llegaron hasta el acusado que recibió un fuerte golpe en la cara y el impacto de una lata de refrescos lanzada por una de las treinta personas, en su mayoría familiares de Lupe Jiménez, que trataron de abalanzarse también, pasando por encima de los periodistas que cubrían el juicio, José Luis Cortiñas, quien durante su declaración confesó este crimen, el cual atribuyó a un "arrebato".

Los seis agentes de la Policía Nacional que se encontraban dentro de la Audiencia procedieron a desalojar la sala, con la colaboración de una decena de guardias civiles que estaban en el exterior, en los pasillos y en la puerta de la sede judicial y que integraban el amplio dispositivo de seguridad que se había desplegado para evitar un posible enfrentamiento entre ambas familias gitanas.

Una vez disuelto el tumulto y retomada la calma en la sala, policías y guardias identificaron a los supuestos agresores y a varias decenas de personas más, todos familiares o allegados de la fallecida que este miércoles acudieron al juicio.

Mientras tanto, en el interior, el acusado permaneció custodiado en una sala al lado de los aseos masculinos. Algo más de media hora después, volvió a la sala y se retomó el juicio a puerta cerrada por orden de la magistrada que preside el tribunal, Nélida Cid.

Tras estos incidentes, el presidente de la Federación Nacional de Organizaciones de la Sociedad Gitana Española, Sinaí Giménez, ha expresado su "malestar" ante lo ocurrido en la Audiencia pontevedresa ya ha pedido "perdón" al jurado popular, a los jueces y a todas las personas que se encontraban en la sala en dicho momento. A través de un comunicado, Sinaí Giménez ha asegurado que la familia de la víctima no ha podido contener su "indignación y coraje" ante las "mentiras y barbaridades" que el acusado, José Luis Cortiñas, ha dicho en relación al crimen, por lo que ha pedido "comprensión" ante la "indignación" y el "dolor" que están sintiendo al tener que revivir lo sucedido.

MALOS TRATOS. Hasta el momento de la suspensión de juicio, la vista oral había transcurrido según lo previsto con la declaración de varios testigos, entre ellos una hermana y uno de los cuñados de la víctima, que ha contradicho el testimonio aportado este martes martes por Cortiñas. 

Ambos han coincidido en señalar que el acusado estaba "muy nervioso y enfadado" el día del crimen, por lo que Lupe Jiménez se subió al coche de su marido "con miedo y obligada" y, según su hermana "no llevaba ni la documentación encima".

La mujer ha asegurado que su hermana había sido víctima de malos tratos "meses antes", motivo por el que había decidido regresar a casa de su madre en Pontevedra, al estar "cansada" de la situación matrimonial con el acusado.

INDEFENSIÓN. Por su parte, los forenses han detallado que el cadáver no presentaba heridas "defensivas", por lo que la víctima no pudo defenderse. 

Afirmaron, además, que el arma homicida tendría "un poco más de tres centímetros".  En su confesión Cortiñas declaró que había acuchillado a su mujer con la navaja que utilizaba para "hacer los porros". Los forenses del Instituto de Medicina Legal de León aportaron un informe sobre la imputabilidad de José Luis Cortiñas y sobre consumo de drogas, concluyendo que el acusado, feriante de profesión, "no presenta alteración alguna de las bases psicobiológicas" por lo que, "tiene imputabilidad plena". Y añadieron que es un consumidor de cocaína desde los 21 años con cannabis y alcohol esporádico. El juicio se retomará este jueves a puerta cerrada con la lectura de los informes de las partes y sus conclusiones finales.

También han prestado declaración los guardias civiles que participaron en el levantamiento del cadáver de Lupe Jiménez, que se encontraba en una zona forestal aislada de O Pino "cubierto de escombros y maleza" y en donde apenas encontraron rastros de sangre ni signos de haber sido arrastrado, lo que les lleva a sospechar que la mujer fue asesinada en otro lugar.

El juicio se retomará este jueves, a puerta cerrada, con las conclusiones finales y los informes que deberán presentar todas las partes. A partir de ahí, el jurado se reunirá para comenzar con las deliberaciones.

Comentarios