Incineraciones

Los funerales movieron 25,8 millones en 2015 en la provincia de Pontevedra

El precio medio de las exequias en Galicia ronda los 2.800 euros, según datos de las empresas del sector consultadas ►La cremación de un cuerpo cuesta 400 euros, con urna incluida, en el horno de San Marcos
Una mujer portando flores para un ser querido en el cementerio
photo_camera Una mujer portando flores para un ser querido en el cementerio

Cada año fallecen en Galicia en torno a 30.000 personas. Solo en la provincia de Pontevedra, las defunciones anuales rondan las 9.000, y las cifras no hacen más que crecer debido al envejecimiento de la población. En 2015, por ejemplo, se murieron 9.218 pontevedreses. Si el precio medio de un funeral ronda los 2.800 euros (según indican las empresas del sector), el resultado de la multiplicación casi alcanza los 29 millones de euros de facturación de las funerarias de la provincia en 2015. En lo que se refiere a los datos estatales, la Radiografía del Sector Funerario de 2016, elaborada por Panaser, sitúa en 1.475 millones de euros la facturación del sector en España en 2015.

Los precios de los entierros oscilan entre los 2.000 y los 3.500 euros, tal y como explican algunas de las funerarias de la ciudad. Aún así, según el gerente de la empresa San Marcos, Juan Perdiz, "un funeral muy elemental, con los elementos básicos, podría costar 1.500 euros". Además, una empresa de mediano tamaño que opere en Pontevedra suele realizar entre 600 y 800 servicios al año solo en la comarca. Los funerales se venden por paquetes que incluyen los servicios básicos y a los que se le pueden sumar otros complementos. "Lo habitual es que se incluyan conceptos como el arca, el servicio de tanatopraxia, la sala del tanatorio, dos coronas de flores, un centro, el coche fúnebre y los porteadores", explica Daniel James, responsable de Albia en la provincia, que añade que, desde 2008, la gente tiende a solicitar menos complementos.

El de las funerarias es un negocio que no se agota, pero eso no quiere decir que no innove. Albia ofrece un servicio de financiación de los entierros para facilitar a las familias el pago de las exequias. "Somos la primera empresa en financiar este tipo de servicios en la zona", explica James.

Hubo una época en la que la cremación también fue novedad. Esta práctica llegó a Galicia hace dos décadas pero, con el paso de los años, cada vez más gallegos optan por ella. El propietario del crematorio San Marcos, Juan Perdiz, calcula que en torno al 30% de los pontevedreses piden ser incinerados. Por su parte, James calcula que sobre el 40% de los servicios que realiza su empresa incluyen la cremación. Los datos para España señalan que un 36% de los fallecidos son incinerados.

El precio para convertirse en ceniza ronda los 400 euros en Pontevedra, "con urna incluida", según afirma Perdiz. En cuanto al paradero de los restos una vez que se entrega la urna, las funerarias tienen pocos datos. "Sí es cierto que a veces piden materiales biodegradables, pero ésta es una comunidad muy arraigada en la que ciertas demandas todavía son anecdóticas", explica James.

El negocio de la muerte no solo pertenece a las empresas fúnebres. Las floristerías, los medios de comunicación en los que se anuncian las esquelas o los servicios de transporte como autobuses o taxis también sacan partido económico de los funerales.

OTROS SECTORES. Aún así, según explica Gloria, responsable de la floristería Carmen, de Ponte Caldelas, el negocio ha cambiado bastante en los últimos años. "Ahora son las propias empresas funerarias las que sirven los centros de flores, por lo que a las floristerías como la mía este tipo de ingresos no nos repercute demasiado en el negocio", cuenta.

Si hay algo que se puede predecir es la muerte. Por eso la mitad de los gallegos cuentan con un seguro de decesos que costee sus exequias una vez llegada la hora, según el estudio ‘Memoria Social del Seguro’, de Unespa. En España, el 57% de los entierros son gestionados por las empresas aseguradoras.

Si vivir cuesta dinero, morirse tampoco es gratis.