Los Mareantes plantarán cara a la Iglesia al acudir al Corpus con su palio

La asamblea de urgencia celebrada este miércoles por el Gremio de Mareantes, a la que acudieron unos 80 socios, desbordó polémica y tensión. "La gente está muy quemada, porque venimos sufriendo malos gestos por parte de la Iglesia desde hace años", explica José Luis Arellano, presidente del colectivo. La gota que ha colmado el vaso ha sido la decisión de los párrocos de Santa María de excluir el palio del Gremio en la procesión del Corpus, rompiendo así con una tradición secular.

La prohibición ha indignado a los Mareantes, hasta el punto de que el miércoles se escucharon voces instando a boicotear la celebración religiosa. "De momento, nosotros vamos a acudir como llevamos años haciéndolo; y después ya veremos qué hacen los representantes de la Iglesia", indicó Arellano sobre lo que se ha convertido en un pulso en toda regla. "Va a ser una situación muy incómoda, eso seguro", pronostica.

La Iglesia fundamenta la restricción en que el palio de la discordia no cumple ninguna función litúrgica y, por tanto, está de más en la procesión. "La liturgia es de la puerta de la basílica para adentro. De la puerta para fuera nosotros tenemos la nuestra", replica el presidente del Gremio, quien no duda en señalar a la Junta Parroquial de Santa María como la gran instigadora de esta animadversión contra el colectivo que preside. "Ellos (los miembros de la junta) son los verdaderos liantes. Parece que somos incómodos, pero la historia de la basílica está muy unida a nosotros, aunque lo intenten obviar. Este es un desprecio que arrastramos desde hace años", sostiene.