La opinión médica

Los primeros pasos en la vida de la pequeña Nahir

Los tapones reciclables son la gasolina para que Nahir camine. La niña con parálisis cuya familia recauda plástico para pagar su tratamiento ya da sus primeros pasos en el avanzado robot Lokomat del Instituto de Neuro-Rehabilitación Quirónsalud Pontevedra

Con su hermana Naima agarrándole una mano mientras le cuenta chistes e historias, Nahir camina cada viernes 300 metros con la ayuda de Lokomat y una ‘'superterapeuta'’. Parece poco, pero para ella es muchísimo. Padece parálisis cerebral con tetraparesia discinética, una consecuencia de un parto complicado en el que pasó demasiado tiempo sin oxígeno. Ahora, la solidaridad de quienes acumulan tapones de plástico en bolsas para financiar su tratamiento permite que Nahir pueda subirse cada semana al Lokomat para ‘caminar’ durante media hora. Y le encanta.

Lokomat es un avanzado robot que reproduce la marcha humana mediante una serie de mecanismos que sujetan las piernas y soportan una parte del peso corporal. En Galicia solo hay uno adaptado a los niños. Está en el Instituto de Neuro-Rehabilitación Quirónsalud Pontevedra y cada sesión de tratamiento con el mismo cuesta 65 euros. La '‘superterapeuta'’, tal y como la llama la madre de Nahir, es Lorena Nóvoa, que trata a la pequeña, de solo cinco años, para lograr un objetivo a corto plazo: que la niña consiga sujetar el peso de su propia cabeza y de su tronco. La esperanza de su madre va más allá. Ella quiere que, algún día, su hija pueda caminar por sí misma. Pero los especialistas médicos son cautos. "Hoy por hoy no podemos marcarnos ese objetivo, tenemos que ir pasito a pasito", explica Lorena Nóvoa.


Objetivos
El objetivo a corto plazo es que Nahir, de cinco años de edad, pueda sujetar el peso de su cabeza y su tronco por sí misma

Un sueño
La madre tiene la esperanza de que algún día la niña pueda caminar, pero los médicos son cautos y prefieren ir poco a poco

Campaña
Solo faltan 8.445 tapones para completar los 17 millones que se marcaba Amigos de Galicia como reto al iniciar la campaña

Ejercicio
Cada semana Nahir recorre unos 300 metros durante media hora a una velocidad de 0,6 kilómetros por hora


La campaña iniciada por la fundación Amigos de Galicia para financiar el tratamiento de Nahir —que no ofrece la sanidad pública— ya casi ha llegado a su objetivo. De los 17 millones de tapones que la entidad se planteaba como reto para pagar seis meses de tratamiento, solo falta reunir 8.445 más. La recogida de plástico, que se vende a una empresa de reciclaje para costear los 900 euros mensuales que cuesta el tratamiento de Nahir, comenzó a finales de octubre y fue todo un éxito. "La gente se volcó, recibimos tapones de toda Galicia", explica la madre de la niña, que asegura que el caso Nadia no le afectó en la recaudación. "La gente me conoce, sabe que Nahir recibe su tratamiento y hay médicos que pueden corroborarlo. Más que desconfianza, he notado todo lo contrario".

La pequeña comenzó con su tratamiento en Lokomat a finales de noviembre y en este tiempo su madre y su fisioterapeuta ya notan mejoras. "Tiene más control cefálico, cuando llegó la poníamos de pie y la cabeza se le quedaba colgando", explica la fisioterapeura Lorena Nóvoa. Además de las sesiones de Lokomat, la niña también realiza ejercicios de fisioterapia dos veces por semana. "Así el tratamiento es mucho más completo, el Lokomat sin fisioterapia es efectivo, pero con ella lo es mucho más", cuenta Nóvoa.

Más allá de poder llegar a caminar o no, este tratamiento permitirá a Nahir gozar de una mejor calidad de vida. Ella tiene ganas de conseguirlo, a juzgar por la sonrisa con la que alegra la sala de rehabilitación del Instituto de Neuro-Rehabilitación Quirónsalud Pontevedra.

Aunque tiene solo cinco años, Nahir es una niña decidida y con carácter. Le encanta subirse a Lokomat y se pasa las sesiones sonriendo. "Al principio se quedaba mirando hacia los pies porque le llamaba mucho la atención que estuviese andando", cuenta su madre. Su fisioterapeuta añade: "Es una niña muy participativa, tiene mucho genio y eso es bueno porque ese carácter le permite poner más empeño en lo que hace".

Cada semana Nahir camina media hora sobre una cinta una distancia de entre 300 y 350 metros a una velocidad de 0,6 kilómetros por hora. La máquina permite soportar una parte del peso del paciente. Así, en las primeras sesiones, Nahir solo se hacía cargo de la mitad de su peso, de lo demás se ocupaba Lokomat. Ahora, la máquina solo carga con cinco kilos de la niña en los peores días. Cuando está bien, Nahir ya sujeta la totalidad de su peso por sí misma.

"Estoy encantada, tanto con el apoyo de la gente como con el trabajo de la fundación Amigos de Galicia. Ellos son los que llevan el peso logístico de todo esto y los que han hecho posible que Nahir pueda recibir este tratamiento", explica la madre mientras la coloca en su silla. Se acaba la sesión con Lokomat y Nahir se va de fin de semana. "Debería estar cansadísima, esto para ella es muchísimo. Sin embargo, se va tan tranquila, como si nada", cuenta Lorena Nóvoa mientras se despide de la niña con un beso. Y Nahir se va a casa con la misma sonrisa con la que llegó.

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