Su primera reacción fue de sorpresa al enterarse de que su administración había dado el premio. "Estaba de cena con unas amigas y me llamaron para contarme que había dado el premio y la cantidad. No podía hacer mucho pero sentí una alegría inmensa", relata. El lunes fue un día de celebración tanto para ella como para sus clientes: "Desde primera hora de la mañana me están felicitando todos los que entran. Y ayer –por el domingo– me pasé la tarde al teléfono", cuenta orgullosa.
A lo largo de su trayectoria ha repartido cientos de premios, pero de este último le queda clavada la espinita de no haber podido dar más. "La pena es que es uno de seis, solo faltaba el reintegro y hubiesen tocado 20 millones. Uno más y habría sido mejor. Yo quería darlos", apunta, refiriéndose a la Combinación Especial que resulta del acierto de seis númeos y el reintegro, que fue el que faltó.
Y entre las esperanzas, mantiene también la de saber quién ha sido el agraciado de este premio. "Hoy –por el lunes– por la mañana lo primero que hice fue mirar los abonados, que tenemos muchos, por si acaso para llamar, pero no era ninguno", apunta. No sabe de quien se trata, pero si tuviese que elegir, "me gustaría que fuese un cliente habitual". Aún así, desde el lunes, la Administración número 2 de Joaquín Costa luce un cartel más, uno de los más grandes que tiene su escaparate y con eso ya se siente tranquila. "Sea de quien sea, la suerte es de él".
ANTECEDENTES. Olga Juncal tiene ya una amplia experiencia en esto de repartir premios. El último lo dio el pasado mes de mayo en un boleto de segunda categoría que contenía 42.000 euros en el sorteo de la Bonoloto. Pero en esta administración todos los premios son especiales. "Hace un rato vino una señora que me decía que a ella no le tocaba nada y justo le di más de 80 euros y quedó asombrada. Solo con eso ya soy feliz", apunta.
Eso sí, Juncal tiene claro que si pudiese elegir el próximo premio que repartir, sería el de "la lotería del jueves. Es el único premio que me falta por dar". Tras la celebración tiene en su cabeza la entrega del siguiente "porque lo habrá".