Las luces y sombras que atisban los sanitarios del área en la desescalada

Emplazan al Gobierno central a declarar el uso obligatorio de mascarillas en ciertos contextos y más educación para saber usarlas 
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photo_camera Manuel Constenla (oncólogo). DP

Hay pocas voces díscolas. La gran mayoría de los profesionales del área sanitaria considera que Pontevedra está preparada para encarar el plan de desescalada anunciado por el Gobierno. Ahora bien, eso no quita que también la mayor parte advierta de que la hoja de ruta necesita más pulimento y que, por mucho que se vayan levantando restricciones, es necesario mantener la precaución para no vernos obligados a regresar sobre nuestros pasos. El coronavirus SARS-CoV-2 sigue ahí fuera.

Manuel Constenla (oncólogo)

entrevista doctor constenlaA la espera de conocer si se acepta la propuesta de la Xunta de desconfinar por áreas, el jefe de Oncología del área sanitaria, Manuel Constenla, cree que precisamente uno de los mayores problemas que arroja el plan de desescalada anunciado por el Gobierno es que "se ha recurrido a un procedimiento administrativo que toma como base las provincias, una división del año 1833 que carece de sentido para el modo de vida que tenemos ahora. Significa que el que vive en Padrón no puede ir a Pontecesures, o que el que vive en Silleda no puede ir a Santiago, cuando le corresponde el hospital de ese municipio", critica.

El especialista prioriza otras cuestiones a la hora de volver a la nueva normalidad y considera que uno de los grandes caballos de batalla es la población asintomática: "La gente que no tiene síntomas de nada, que está aparentemente sana, porque son los que están transmitiendo la enfermedad, por eso este virus ha tenido esta extensión tan brutal. El que ya está enfermo con 40 de fiebre ingresado no plantea problema. El problema es lo otro y eso se evita o se minimiza en gran medida con el uso de mascarillas. Yo veo más lógico declarar obligatorio el uso de mascarillas en público y en determinadas situaciones antes que tomar medidas administrativas o fijar fechas concretas, lo que me parece bastante absurdo. Lo que se debe considerar es el uso de mascarillas por parte de toda la población, el lavado exhaustivo de manos y el uso de guantes. Creo que hay que concienciar a todo el mundo de que, aunque te veas bien y estés sano, puedes estar transmitiendo el virus".


Dolores Caramés (trabajadora del servicio de limpieza)

La presidenta del comité de empresa del servicio de limpieza en el Hospital Montecelo, Dolores Caramés, cree que la desescalada es "necesaria", tanto a nivel "físico como económico". No obstante, también apela a actuar "con moita prudencia porque, aínda que os casos están moi reducidos, a enfermidade non pasou".

El diseño de la ciudad le parece idóneo para mantener el distanciamiento social, pero hace dos puntualizaciones. La primera es que "cumprir as normas sempre depende de nós" y la segunda que, para ir avanzando en el desconfinamiento, "a normativa debería ser máis clara coas medidas que se deben levar a cabo en cada negocio". "Hai moita desinformación e medidas contradictorias. Penso que deberan especificar a obrigatoriedade de luvas e mascarillas, explicando cando e onde soan necesarias".


Miguel Suárez (médico de urgencias)

No ha profundizado en detalle en el plan del Gobierno, pero Miguel Suárez, médico del servicio de Urgencias de Montecelo, ve con buenos ojos que la desescalada se plantee "poco a poco". Y a su juicio Pontevedra está preparada para dar el paso. "Creo que si fuimos lo suficientemente responsables como para estar encerrados durante más de 40 días, también lo seremos para salir poco a poco. Habrá que ir viendo día a día, pero tanto yo como mis compañeros estamos viendo en el hospital que los positivos van descendiendo y que los ingresados también han bajado mucho, tanto en UCI como en planta. Creo que hay que empezar a retomar la actividad normal".


Emma rodríguez (enfermera)

La secretaria provincial del sindicato de enfermería Satse, Emma Rodríguez, observa bastante improvisación en los planes gubernamentales, "como que vamos un poco a las prisas y resolviendo las cosas sobre la marcha, probando a ver qué piensa la opinión pública".

No obstante, al igual que otros colegas del gremio, considera que Pontevedra está capacitada para afrontar la desescalada, "porque hemos tenido la gran suerte de ser una de las pocas ciudades y de las pocas áreas sanitarias que no hemos tenido tanta repercusión del coronavirus".

Rodríguez cree que el confinamiento jugó a favor de Pontevedra, "porque cuando nos aislamos aún teníamos muy poco casos y ahora ya tenemos muy pocos pacientes ingresados, con lo cual el riesgo de expansión no es tan elevado".

Ahora bien, también es de las que abre paréntesis. A su juicio, "la situación se puede complicar si empieza a venir gente de otras ciudades o provincias, que volverían a traer otra vez el virus", y cree que en este contexto los medios de protección deberían ser protagonistas.

"Echo de menos que las mascarillas no sean más accesibles para toda la ciudadanía, sobre todo para ir a los lugares donde puedes coincidir con más gente. Además, hace falta más educación sobre cómo utilizarlas. Si vas por tu calle y no te cruzas con nadie, no hace falta, pero si vas a un sitio donde puede haber una aglomeración, como un supermercado, sí es necesario ponerla, aunque sea para estar en la cola. Si no pueden ser mascarillas quirúrgicas, valen las higiénicas. Su efectividad es menor, pero tiene su efectividad si la usamos todos".


Natalia Alonso (matrona)

La supervisora de la Unidad de Partos, Natalia Alonso, es de las que titubea cuando le preguntan si Pontevedra está preparada para desarmar el desconfinamiento, "porque en general la conciencia de sociedad y de grupo no es como la de los países nórdicos, sino más independiente y eso puede jugar en nuestra contra".

En su opinión, lo que sí ayudaría sería un testeo masivo de la población para aislar a los positivos, aunque no es este asunto el que más le rompe el sueño. En su campo, lo que más echa de menos es "un protocolo igual para todas las gerencias" cuando la paciente embarazada está contagiada, porque actualmente cada una de las áreas se rige por pautas diferentes y "muchas recomendaciones de la OMS y el Ministerio de Sanidad se han pasado por alto".

"No puede ser que en unos hospitales se permita el acompañamiento y que en otros no. Que se realice separación de bebés y madres, que se impida el clampaje tardío del cordón, o que se dificulte o impida la lactancia materna... Es algo que ha reclamado la Asociación Gallega de Matronas, la publicación de unas directrices generales, porque cada hospital tiene sus protocolos y eso hace que unas mujeres tenga más derecho que otras", advierte.

En Pontevedra el protocolo dicta que si el acompañante elegido es Covid-19 no podrá acceder al Hospital y que, si es negativo, deberá ser equipado con un EPI y mantener una distancia de seguridad de dos metros. Superado el parto, la puérpera debe ser trasladada a una habitación de aislamiento, con restricción de acompañamiento y visitas. Aunque, salvo cuando la norma lo impide, el servicio siempre trata de "favorecer el alojamiento con el bebé, la piel con piel y lactancia materna"


Alberto Parajó (cirujano)

Javi Puerta principal de Montecelo. Entrevista al jefe de Cirurxia del CHOP, PajaroEl jefe de servicio de Cirugía General y Digestiva del CHUP considera que "es obvio que la desescalada se tiene que producir", sobre todo si uno centra el foco en su terreno. "En nuestro servicio tenemos intervenciones que vamos a tener que hacer, porque no solo hay Covid-19 en el mundo, hay otras enfermedades que desgraciadamente pueden ser mortales si no se operan. Hay que pensar en esto, por eso en la medida de lo posible hay que tratar de abordar a estos pacientes , obviamente, con todas las medidas de seguridad".

Las operaciones urgentes, de prioridad 1, se están realizando al ritmo que permite el coronavirus, pero Parajó cree que ahora le toca al turno a enfermedades que no son tan graves, pero que pueden derivar en complicaciones graves o molestas. "Imagínate una persona que tiene una hernia, que a lo mejor no es de suma importancia, pero que cada vez que hace un esfuerzo le duele o no se puede mover ni trabajar. Y como esta hay otras enfermedades comunes que hay que empezar a tratar para que la gente pueda empezar a hacer una vida normal", indica.

El servicio ha mantenido la actividad quirúrgica de Urgencias y ha seguido consultando patologías prioritarias, pero desde el punto de vista de intervenciones convencionales ha reducido la actividad en un 90%. Por el momento "es difícil saber" cuándo podrían volver los quirófanos a funcionar a pleno rendimiento, "porque no sabemos qué va a ocurrir las próximas semanas". Pese a todo, Parajó cree que "vamos por el buen camino".


Marga Rodríguez (celadora)

"Tenemos que ir arrancando". Marga Rodríguez, celadora en el área sanitaria, defiende a capa y espada que la desescalada no acepta más moratorias e incluso defiende que "el deporte individual no debió prohibirse en ningún momento". Ahora bien, tampoco esconde su "miedo" ante el cariz que pueden tomar los hechos, "viendo lo que pasó en muchas localidades el primer día en el que se autorizó la salida de los niños".

Por eso, apela a un exhaustivo "control policial" y a la responsabilidad colectiva. "Una vez que el Gobierno abra la mano, los responsables somos nosotros mismos. En Pontevedra tenemos mucha zona verde sin necesidad de confinarnos, pero espero que los pontevedreses estén mentalizados de que esto no acabó y de hay que respetar las medidas sí o sí. De lo contrario, habrá consecuencias graves".


Adolfo Baloira (neumólogo)

El jefe de servicio de Neumología, responsable de coordinar la asistencia a la Covid-19 en Pontevedra, cree que el plan de desescalada "es bastante razonable". Lo que más echa en falta es mayor concreción en algunas cosas, "por ejemplo, cómo deben hacer las cafeterías y restaurantes para separar a la gente, si se van a usar mamparas o no, porque seguramente va a suponer un desembolso importante para un sector que a estas alturas debe tener unas dificultades económicas notables". Del mismo modo, Adolfo Baloira demanda más directrices de "cómo debe actuar la gente" en los negocios de hostelería o comercio, para los que cree que "deberían explicar más que en lugares cerrados siempre se debe usar la mascarilla y que, si se tocan objetos, se usen guantes".

Tal y como subrayó hace dos días a este periódico, el especialista sigue defendiendo que Pontevedra "es uno de los lugares mejor preparados para la desescalada" por la actual incidencia de la enfermedad, aunque no concluye sin antes advertir que "se sigue estando estado de emergencia y hay que cumplir las normas".

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