Praza de San Xosé, el lugar emblemático de los intelectuales gallegos

► El Café Moderno, con 120 años de historia, es el establecimiento más antiguo de la plaza de San Xosé, que está presidida por una escultura que rememora las famosas tertulias que allí se celebraban
Algunos de los comerciantes y hosteleros de la plaza junto a la escultura de César Lombera. GONZALO GARCÍA
photo_camera Algunos de los comerciantes y hosteleros de la plaza junto a la escultura de César Lombera. GONZALO GARCÍA

Situada entre las calles Rosalía de Castro, Augusto González Besada, Riestra y Oliva, la plaza de San Xosé debe su nombre a la capilla que durante años existió en el actual edificio de la sede Afundación de Pontevedra. Capilla que fue derrumbada por el Concello en la década de los 40 y en cuya parcela se construyó la Caja de Ahorros Provincial.

 

"Situada en el campo de San Xosé, o seu nome provén dunha ermida de tal advocación que xunto coa de Santo Domingo constituían as zonas inmediatas á muralla pola parte sur. O 'Catastro del marqués de la Ensenada' (1752) recólleo con esta denominación, que non cambiou malia súa urbanización, dándoselle á pequena praza resultante o nome de praza de San José, que non cambia ata 1931, como praza de Pablo Iglesias. A denominación actual data do 28 de decembro de 1936", explica Juan Juega Puig en el libro 'Rúas de Pontevedra'.

Foto de la década de los 90 de la Praza San Xosé. ARCHIVO
Foto de la década de los 90 de la Praza San Xosé. ARCHIVO

Justamente en los años 40 fue cuando se inauguró además la línea de trolebuses Pontevedra-Marín, que estuvo en actividad hasta finales de los 80 y que pasaba por esta zona.

En cuanto a los negocios que pasaron por esta zona, hay uno que claramente marcó un antes y un después en la historia de la plaza: el Café Moderno, que se inauguró en mayo de 1903.

"Alí se proxectaban películas, alí se reunía en tertulias a intelectualidade do momento, alí García Lorca compuxo un soneto para a revista Cristal, que tiña na parte alta a súa sede, alí pintaron Laxeiro, Monteseirín e Carlos Sobrino", recuerda Ramón Rozas en el libro también titulado 'Rúas de Pontevedra'.

Tras 120 años de actividad, el pasado abril el establecimiento cambiaba de gerencia y reabría al público, tras casi ocho meses cerrado, de la mano del empresario Manuel Arís Martínez. "Queremos levantar el Café Moderno, que estaba dejado de mano, y ponerlo en todo su esplendor", afirmaba en aquel entonces el hostelero.

Este no fue el único local emblemático que pasó por esta zona. Justamente en la otra parte de la plaza se ubicó, durante décadas, el Hotel Méndez Núñez, que posteriormente acogió una parada de autobuses y que, con el paso de los años, tuvo en uno de sus bajos el Pequeno Bar, otra cafetería que tenía gran popularidad en la ciudad del Lérez.

Siguiendo con los bares, aquí también se instaló el Bar Americano, conocido como 'miserias', y La Capilla, "onde tamén se vendían ultramarinos e aquel viño tan popular coñecido como Pinarejo. No seu exterior moitos aínda acordan aquel neón que debe ser un dos primeiros publicitarios da cidade, neste caso da marca Philips", señala Rozas.

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La zona ha cambiado mucho desde entonces. De todos esos locales históricos solo queda en pie el Café Moderno, pero los comerciantes y hosteleros de la plaza trabajan diariamente contra viento y marea para sobrevivir a pesar de las adversidades.

Recientemente han cerrado dos negocios en la calle, uno de ellos por traslado a Cruz Gallástegui. De los que quedan en pie, destacan las tiendas Sintimones y Moma, esta última abierta desde hace 7 años.

"Elegimos esta zona porque ya teníamos una tienda un poquito más abajo y era una plaza buena, comercial. Pero desde entonces cambió a peor. Desde el cierre de Reina Victoria se nota que no hay tanta afluencia de gente. Antiguamente el parking que está donde la Audiencia estaba todos los días lleno, y ahora para nada", explica su dueño, Miguel Olmos, que asegura que "la situación está muy extraña" y cree que todo dependerá "del plan de tráfico que se ejecute en los próximos años".

Siendo optimista, Olmos quiere confiar en que si finalmente Zara se traslada de Benito Corbal para el edificio que hace esquina entre Michelena y Gutiérrez Mellado, esto "puede llegar a beneficiar a las zonas cercanas".

Para completar la lista de establecimientos que siguen en pie en la plaza de San Xosé, es necesario mencionar también a la agencia Halcón Viajes, que lleva abierta 8 años en esta zona, y también el local de hostelería Tres Nortes, que abrió hace cinco años y medio. Todos ellos consiguen llenar de vida este entorno para que siga siendo la referencia que en su día fue.

Inaugurado en 2006: el monumento es obra del artista César Lombera

Presidiendo la plaza de San Xosé se encuentra el grupo escultórico del artista César Lombera, en la cual se recrea una tertulia de intelectuales gallegos del siglo XX.

Una obra que fue inaugurada en el año 2006 y que rememora justamente las tradicionales tertulias políticas, literarias y culturales que se celebraban el siglo pasado en el Café Moderno.

Estas esculturas, que fueron realizadas en bronce a tamaño natural y que ocuparon el espacio que antiguamente había acogido una fuente, muestran a Manuel Quiroga interpretando una pieza con su violín ante un grupo formado por Castelao, Alexandre Bóveda, Ramón Cabanillas, Valentín Paz Andrade, Manuel Quiroga y Carlos Casares.

Además de todos ellos, César Lombera también construyó dos sillas vacías, las cuales permiten que cualquier persona se pueda sentar y formar parte de esta reunión.

En el año 2018, estas estatuas fueron protagonista de una intervención anónima en la que las esculturas aparecieron vestidas con ropa de mujer y las caras de mujeres referentes de la cultura gallega como Rosalía de Castro, Sofía Casanova, Emilia Pardo Bazán, Maruja Mallo y María Vinyals.

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