La presidenta de la Cofradía San Andrés de Lourizán, Maricarmen Vázquez Nores, siguió la evolución de los trabajos de extinción y estuvo pendiente de que la operación tuviese especial cuidado con el control de posibles vertidos para evitar afecciones al banco marisquero y también a la dársena de embarcaciones anexa al astillero.
"Cuando escuché la primera explosión me presenté en el lugar y observé unas llamas inmensas que estaban siendo apagadas con agua que acabó en el mar. Pedí a los responsables del Puerto que vigilasen los posibles vertidos desde un primer momento. Me tranquilizó ver que todo estaba controlado. El lunes iremos a mariscar como cualquier día normal si todo está en orden tras un suceso pudo haber tenido peores consecuencias", asegura.
Me tranquilizó observar que todo estaba siendo controlado para proteger el banco marisquero de los vertidos
Vázquez Nores reiteró la denuncia que la Cofradía de Lourizán viene trasladando al Ministerio de Fomento por el mal estado de la pasarela de madera que utilizan para cruzar desde la sede de la entidad (en la Praza dos Praceres) hasta la zona de marisqueo. "Esto pudo haber sido una ratonera si el incendio llega a producirse durante la mañana de cualquier día lectivo, ya que la pasarela que se usaría para evacuar a los escolares del Sagrado Corazón resulta peligrosa porque se está cayendo a cachos", comentó.
Se instalaron barreras a primera hora de la mañana en la zona del astillero por el que podría haber algún vertido. También el buque Hermanos García Nodal de Salvamento Marítimo, dotado de medios absorventes y anticontaminación, revisó la zona y estuvo pendiente por si fuera necesaria su intervención. "En principio no se ve nada que nos pueda alarmar", señaló el presidente de la Autoridad Portuaria, José Benito Suárez. Además, elogió la "profesionalidad" de los medios de emergencia tanto del Puerto como de la Xunta, que trabajaron de forma coordinada. "Los incendios en los astilleros son complejos por el tipo de materiales que se acumulan (altamente inflamables, como pinturas y barnices), ya que además de las explosiones también pueden generar gases tóxicos", indica.
En este caso, según Suárez Costa, no hubo riesgo de que las llamas pudieran haber afectado a ninguna vivienda próxima del núcleo de Os Praceres, dado que "el astillero está aislado por el muro de la autovía de Marín y por el mar".
