La luz al final del confinamiento

Los gallegos en China volverán pronto a la normalidad mientras aquí se prolonga la cuarentena
Xermán López, con uno de los integrantes de su academia, y Mario Peso. CEDIDAS
photo_camera Xermán López, con uno de los integrantes de su academia, y Mario Peso. CEDIDAS

Coronavirus es, a estas alturas del año, la palabra de 2020. Aunque hace solo dos meses apenas se empezaba a escuchar en las noticias como algo lejano, un virus que afectaba a la población localizada en China que se comparaba con el de la gripe. Lo que viene después lo sabe ya todo el mundo. Hoy, mientras los papeles se invierten y Europa vive en cuarentena, los pontevedreses residentes en China vislumbran la luz al final del túnel.

Al principio de toda esta historia, a finales de enero, Diario de Pontevedra contactaba con varios pontevedreses residentes en el epicentro del virus para preguntarles cómo vivían la cuarentena. A casi todos ellos la epidemia les había cogido lejos, ya que la expansión de la misma coincidió con la celebración del Año Nuevo Chino y el período de vacaciones. El pontecaldelano Mario Peso, por ejemplo, se encontraba en la casa de sus padres de visita el 30 de enero, cuando salió publicado el mencionado reportaje. Tenía el billete de vuelta para incorporarse a su trabajo como entrenador de fútbol en una academia china para la semana siguiente, pero tuvo que posponerlo. A día de hoy, cuando el Gobierno chino estudia la vuelta a los colegios, Peso se encuentra en pleno confinamiento en Ponte Caldelas esperando noticias para poder reincorporarse a su empleo en Asia. Con las fronteras cerradas y duras medidas contra la propagación del coronavirus, el joven tendrá que pasar otra cuarentena de 14 días confinado una vez que pueda volver a China después del mes de confinamiento decretado por el Gobierno español.

Otros jóvenes a los que la pandemia pilló en un momento de cambio de contrato esperan largos trámites para conseguir renovar el visado. "Para entrar a China, nos aeroportos hai controis moi exhaustivos, examínase caso a caso e fórmanse colas moi longas, logo deciden se podes pasar a cuarentena na túa casa ou se te derivan a un hotal para facela", explica una de las gallegas pendientes de regresar a China.

Así, después del confinamiento en España, los residentes en el país asiático a los que la pandemia del coronavirus pilló en Galicia tendrán que someterse a un doble período de cuarentena, el que están pasando aquí, y el que pasarán en cuanto puedan llegar a China.

Xermán López, tambien entrenador de fútbol en el país, adelantó su vuelta tras las vacaciones en su casa familiar de Mondariz y viajó a Laos para poder estar cerca de China en cuanto se abrieran las fronteras. Se libró de la cuarentena en España por solo unos días y ahora prevé poder volver a su residencia en la ciudad de Chongqing el 1 de abril.


TESTIMONIOS

Xermán López es de Mondariz y vive en Chongqing

Xermán López

"Vivo en una ciudad de 30 millones de habitantes y con 20 casos la cerraron"

Fue llegar a Galicia para disfrutar de las vacaciones por el Año Nuevo chino y confinar Wuhan. Xermán López es entrenador de fútbol en una academia en China (en la imagen, junto a uno de sus alumnos) y, al igual que muchos españoles, estaba de vacaciones junto a su familia cuando el país en el que reside empezó a tomar medidas contra la propagación del virus. "Al día siguiente de cerrar Wuhan, la ciudad en la que vivo, de 30 millones de habitantes, también se cerró con poco más de 20 casos", cuenta el joven residente en Chongqing, a unos 900 kilómetros del epicentro del virus.

"Era cuestión de tiempo que llegase a Europa, que en principio puso medidas más laxas"

Ahora, López espera en Laos para volver a entrar en China y empezar a trabajar, aunque primero tendrá que pasar una cuarentena obligatoria que el Gobierno chino ordena a todos los que llegan desde el extranjero. "Serán 14 días y aún no sé si podré realizarla en casa o en un hotel habilitado para ello", cuenta Xermán López, de Mondariz. La decisión de volar a Asia la tomó pocos días antes de que decretasen el Estado de Alarma en España. "Veía que en China cada vez había mejores noticias, al contrario que en Europa, por eso decidí acercarme para poder volver pronto", cuenta desde un hotel de Laos. Desde allí, cogerá un vuelo a China el 1 de abril. "He tenido que hacer un montón de escalas para llegar. De Vigo a Madrid, luego a Heksinki, después a Bangkok y ahora Laos", explica el de Mondariz y egresado de la Facultade de Actividade Física e do Deporte.

"Aquí la gente es bastante precavida, han cerrado todo al turismo y cuando entras en cualquier establecimiento lo primera que hacen es darte gel desinfectante sin haber ningún caso en el país", cuenta refiriéndose a Laos. En este sentido, habla de la prudencia de la población asiática, que asegura que se tomó en serio el confinamiento.

"En mi ciudad no se esperó a que los casos fueran a más y al final no se llegó a los 600 positivos en una población de 30 millones de habitantes, además, solo podía salir una persona de la familia cada tres días para hacer compras de supermercado y farmacia y cada comunidad vigilaba que eso se cumpliese", cuenta López.

China está ahora dando los últimos pasos para recobrar la normalidad. Uno de ellos es volver a abrir los colegios, pero han pasado dos meses muy duros en los que el país se ha parado. "Era cuestión de tiempo que llegase a Europa y, comparando las medidas que se tomaron en China y la que se tomaron en Europa, en Italia al principio fueron muy laxas y la gente no se lo tomó en serio", explica mientras compara China con Europa. "El norte de Italia es como Wuhan", termina.


Mario Peso, pontecaldelano en Sichuan

Mario Peso

"Todo lo que me llega desde China son buenas noticias, está bastante controlado"

Lo que eran unas vacaciones de una semana se convirtió para Mario Peso en un mes de incertidumbre y, ahora, otro de confinamiento. El joven de Ponte Caldelas, que trabaja como entrenador de fútbol en una academia de la ciudad china de Sichuan, aparecía en Diario de Pontevedra el pasado 30 de noviembre contando sus impresiones sobre la aparición de un nuevo virus que amenazaba con colapsar China y dificultaba su vuelta al trabajo.

"Nunca pensé que el virus fuese a llegar a España de esta forma, sí que habría casos, pero no tantos"

"Nunca imaginé que fuese a llegar a aquí de esta forma, aunque estaba seguro de que habría casos, al fin y al cabo, hoy, con los aviones y la globalización, te pones en cualquier parte del mundo en 15 horas y los virus pueden viajar de la misma forma", explica todavía desde Ponte Caldelas casi dos meses después. Este tiempo vivió la evolución de la epidemia, después pandemia, desde aquí, y reconoce que en un principio era muy optimista. "Empecé a preocuparme a medida que veía que los casos en Italia crecían y ya cuando llegó a España y empezaban a salir casos en Madrid, pero todavía parecía que se podía controlar aunque no fue así".

Peso creía que España nunca llegaría al extremo de decretar el estado de alarma, por lo que, al no poder regresar a China, decidió realizar un viaje a Málaga. La explosión de casos positivos y el inicio del confinamiento lo pillaron allí. "Cancelaron el vuelo de vuelta a Galicia y tuvimos que alquilar un coche para poder volver y pasar aquí la cuarentena", explica.

Mientras pasa estos días en casa junto a su familia, el joven explica que las noticias que le llegan desde China son positivas. "Todo los que me dicen de allí son buenas noticias, allí el virus está bastante controlado, pero todavía no tenemos noticias para iniciar la vuelta al trabajo", explica Peso.

El de Ponte Caldelas está pendiente de recibir noticias de su empresa para volver. "Se habla que a lo largo del mes de abril podremos volver, pero no hay fecha confirmada ni sé cómo tendremos que hacer para llegar", cuenta el joven, que teme tener que realizar una serie de escalas por diferentes países para evitar los cierres de fronteras que han impuesto numerosos países, incluida España. "Con todos los controles que hay en las fronteras y la suspensión de vuelos tenemos difícil la vuelta", cuenta. La incorporación al trabajo no será inmediata, ya que China tendrá que realizar una cuarentena de 14 días.

Además, la economía se ha parado. Peso, por ejemplo, ha estado cobrando una parte mínima de su sueldo durante este tiempo. "Al principio nos garantizaban el salario, pero luego hemos pasado solo a cobrar una parte del sueldo", cuenta.

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