El macrojuicio contra una gran red de tráfico de heroína se salda con 17 condenados

El origen fue la operación Galeaza, en la que el ECO Galicia desmanteló una red turco-albanesa que almacenaba kilos de droga en Pontevedra
Algunos de los acusados, durante el juicio. GONZALO GARCÍA
photo_camera Algunos de los acusados, durante el juicio. GONZALO GARCÍA

Un pacto con la Fiscalía sirvió para hacer avanzar hacia su fase final el proceso penal contra 17 investigados de diversas nacionalidades (principalmente turcos, albaneses y españoles, pero también portugueses o uruguayos) que reconocieron integrar una red criminal internacional dedicada a la distribución de heroína en sus diferentes escalas, desde el suministro internacional hasta el almacenamiento, que tenía lugar en la provincia de Pontevedra, y la posterior venta.

El acuerdo se traduce en 17 condenas con penas que, en los casos más duros, superan por poco los cinco años de prisión, por hechos que afloraron tras meses de investigación del Equipo Contra el Crimen Organizado de Galicia (ECO Galicia) dependiente de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

Fruto del pacto, los investigados reconocen todos los hechos que les atribuyó la acusación pública tras los atestados redactados por los especialistas de la UCO. El Ministerio Público logra así acreditar que los ahora condenados "conformaban una red criminal dedicada a la adquisición y posterior distribución de heroína a gran escala y al menudeo" por toda la Comunidad Autónoma de Galicia y el Norte de Portugal.

La investigación de los ECO de Pontevedra sirvió para arrestar a 25 personas (uno de los cabecillas falleció en 2018 y otros individuos ya no se sentaron en el banquillo por diversas razones) y para incautar 16 kilos de heroína. Los agentes desmantelaron, además, auténticos laboratorios para el procesado de las sustancias, con prensas, moldes, básculas y todo lo preciso para obtener los mayores beneficios de la actividad ilícita.

La red que ahora resulta condenada tenía una estructura claramente piramidal, dirigida por personas con antecedentes por delitos del mismo tipo en estrecha relación con los proveedores, en este caso un ciudadano turco afincado en Madrid que contactaba con sus compatriotas para, vía Holanda, hacer acopio de la droga.

Ya en la provincia de Pontevedra, la Guardia Civil detectó un laboratorio en el interior de un garaje de Vigo. En el mismo inmueble, los narcos habilitaron una estancia para realizar la recepción de los alijos y los pagos a proveedores y otra para el laboratorio, donde fueron halladas varias prensas hidráulicas, cintas de embalaje y moldes, productos químicos y sustancia de corte, todo ello para manipular y adulterar la heroína que recibían antes de ponerla en manos de los distribuidores.

Los miembros de la organización adoptaban importantes medidas de seguridad, tales como el uso de terminales telefónicos portugueses que renovaban de forma constante y el uso de cabinas para comunicarse, o el mantenimiento de reuniones en el interior de vehículos.

Se da la circunstancia que el principal nexo entre la red gallega y los turcos afincados en Madrid, un individuo residente en Ourense, falleció en 2018, por lo que su responsabilidad penal quedó extinguida.

En total, los agentes practicaron 18 registros en las provincias de Madrid, Ourense y Pontevedra, donde se intervinieron 16 kilogramos de heroína de gran pureza. Además del laboratorio, el Instituto Armado incautó 35.000 euros en efectivo, una pistola con munición, once vehículos de alta gama dotados algunos de ellos de dobles fondos para el traslado de la droga, material electrónico de comunicaciones y documentación relacionada con los hechos investigados.

Para la reducción de las penas de cárcel (se pedían hasta 17 en algunos casos) el fiscal tuvo en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas, pues hechos de 2017 no han tenido su respuesta judicial hasta cinco años después por motivos ajenos a los procesados.