La cadena forestal-madera representa alrededor del 2% de la economía gallega (hablando en términos de valor añadido), mientras en términos de empleo este peso es del 2,3%. Para ser conscientes de su importancia, basta apuntar que su aportación al PIB autonómico supera la de la pesca extractiva, la del sector textil o la del sector de transformación de pescado.
El grupo de investigación AF-4 de la Escola de Forestais ha elaborado un informe sobre el impacto forestal de Ence en Galicia, para el que ha analizado diversos parámetros socioeconómicos de los últimos años.
En base a las compras de madera efectuadas por la fábrica al cabo del año, queda fuera de duda su relevancia para el sostenimiento de miles de hogares gallegos. Consecuentemente, su hipotética desaparición (como planea en el horizonte tras el allanamiento de la Abogacía del Estado) dejaría a estas familias sin su principal -y en la mayoría de los casos, única- fuente de ingresos.
Los investigadores apuntan en el documento que en el periodo de análisis (entre 2011 y 2014) se llevaron a cabo casi 250 mil operaciones, tanto de forma directa con propietarios forestales, como indirecta. Estas actividades, solo en materia forestal, conllevaron en cuatro años un movimiento de 500 millones de euros (491.416.569,09 euros), siendo el promedio anual de 122.854.142,27 euros.
La inversión se centra, principalmente, en la adquisición de madera y su transporte, que suponen el 78,84% y el 5,29%, respectivamente, de las operaciones forestales realizadas.
Los selvicultores privados ven el monte como un ahorro. Los actuales recursos madereros suponen el 8% de los depósitos bancarios
ORIGEN DE LA MADERA. Un amplio sector de la ciudadanía tiene el convencimiento de que, al estar asentada en Lourizán, la pastera se nutre mayoritariamente de madera cultivada en esta provincia. Sin embargo, el informe de Forestais desmonta esa creencia, puesto que más de la mitad de la producción (el 53%) procede de A Coruña, seguida de la de Lugo (31,18%) y finalmente la de Pontevedra, con solo el 19,88% del total. La actividad de la compañía en Ourense es apenas apreciable (0,08%), por la baja explotación de eucalipto en esa provincia.
Los expertos analizaron también el impacto, en términos de empleo e inversiones, que las compras de madera realizadas por Ence tienen en el territorio gallego. Para ello partieron de las compras madereras estrictamente necesarias para el abastecimiento de la fábrica y la realización de su actividad, y fijaron un periodo de 18 años que es el tiempo medio transcurrido entre cada corta.
Entre 2011 y 2014 se compraron a propietarios forestales gallegos más de nueve millones de metros cúbicos de eucalipto, lo que supone casi 31.000 hectáreas de cultivo para obtener semejante volumen. La selvicultura en estas áreas requirió del empleo, durante su turno de producción, de 5.717.179,07 horas y 714.647,38 jornales de trabajo.
EMPLEO INDUCIDO. En conclusión, la compra anual de madera supuso el cultivo de más de 7.600 hectáreas, lo que ha inducido un empleo de 178.661,85 jornales durante periodo estudiado.
"Si suponemos una explotación forestal sostenida en el tiempo, deberíamos considerar las superficies que permitieran, para el turno más frecuente considerado (18 años), un suministro medio anual equivalente al del periodo de estudio. De este modo, el empleo inducido en un turno de producción por el cultivo sostenido de madera de eucalipto en Galicia, destinada a abastecer las compras de Ence, asciende a 3.2 millones de jornales", indica el informe.
El suministro continuado de estas cantidades anuales de madera necesita disponer de al menos 138.000 hectáreas, lo que requiere de unas inversiones de más de 430 millones de euros en los montes de Galicia.
Teniendo en cuenta que en Galicia hay más de 80.000 familias vinculadas directamente al negocio del cultivo y explotación de la madera, y que casi la mitad de la producción corresponde al eucalipto que adquiere Ence, esas compras por valor de 122 millones de euros anuales se reparten entre más de 35.000 hogares.
El estudio destaca que las explotaciones forestales puede parecer poco atractivas desde un punto de vista de lucro a corto plazo, pero que se están convirtiendo en una gran baza económica. "El balance económico y los riesgos son poco incentivadores. No obstante, las actividades de los selvicultores privados, más que un concepto de inversión, obedecen a un concepto de ahorro, acumulando recursos a largo plazo mediante el uso de una tierra que heredaron en la mayoría de los casos. Actualmente el valor en recursos madereros acumulado en el monte gallego productivo, supone una cantidad equivalente al 7-8% de los depósitos bancarios del país. Este ahorro resulta decisivo, sobre todo en momentos de crisis, cuando las familias deben enfrentarse a situaciones económicas difíciles", concluye.
Durante los cuatro años analizados, la fábrica ha realizado inversiones de esta naturaleza en 64 municipios de Galicia, lo que supone actuaciones en el 20,32% de la geografía gallega: 31 municipios de A Coruña, 9 de Lugo, 3 de Ourense y 21 de Pontevedra, por valor de 3,8 millones de euros.
Estas inversiones, tanto en operaciones como en importes, se localizan principalmente en las provincias de A Coruña y Pontevedra, superando los 1,5 millones de euros en cuatro años en ambas provincias, y ascendiendo a casi cuatro millones de euros en el período de estudio.
300 kilómetros
Las medidas acometidas son, principalmente, de limpieza de pistas y cortafuegos en todas las provincias de la comunidad autónoma, siendo Pontevedra la que ha gozado de mayor impacto en prevención, pues la limpieza de pistas y cortafuegos ha alcanzado una cifra superior a los 300 kilómetros.
