Malos olores, restos de basura, ruido o peleas, esos son algunos de los problemas con los que tienen que convivir los vecinos y comerciantes del centro de la ciudad. Y aunque estos incidentes ya se producían antes de la pandemia, lo cierto es que a raíz de la reapertura del ocio nocturno la situación se ha vuelto aún más insostenible.
En calles como Sagasta los empresarios aseguran que han tenido que reforzar la limpieza en sus locales. Un ejemplo es la Mercería Anabeti, situada justo en frente de un pub, donde "tuvimos que cambiar el día de limpieza, que era el jueves, y ponerlo el lunes, porque cuando llegamos a abrir no se ve ni las prendas que hay, está muy sucio, es horrible", explica Beatriz Puga.
Justo al lado de este comercio están situadas las galerías Virgen del Camino, las cuales, aunque por la noche están cerradas, también sufren directamente las consecuencias de la juventud que se aglomera cada fin de semana al cierre de las discotecas.
"Los chavales orinan en la verja y, además, siempre hay cristales rotos, vasos por ahí tirados, plásticos...", afirma David González, de la tienda Aquadance.
El enfado se extiende a todos los comercios de esta calle. Otro ejemplo es Yamayay, donde Natalia Martínez asegura que "yo tengo salido un jueves de la tienda y no puedes pasar por la acera de la gente que hay. Además de que después me dejan la cristalera sucia, llena de pegotes de mano y de escupitajos".
Sin olvidar los malos olores, que, tal y como confirma Joseline Gómez, de la tienda Quomo, son persistentes. "Tenemos que tirar de fregona y lejía porque a veces los olores son bastante fuertes, y caro, esto de cara al comercio no nos viene nada bien".
La situación es crítica también para los vecinos, a quienes los gritos y las peleas les impiden conciliar el sueño.
"Hay muchísimos gritos a las 4 de la mañana, así es imposible dormir", asegura Ana Puga, una pontevedresa que vive en la calle Cruz Gallástegui y que asegura que el pasado fin de semana, durante la celebración de Halloween, los altercados aumentaron. "Tanto el sábado como el domingo fue horrible. Es que no podíamos entrar en el garaje de lo sucio que estaba".
CONCELLO. Ante estas quejas, el Concello de Pontevedra ya anunció que reforzará la presencia policial en las calles de la ciudad durante todo el fin de semana.
Eso sí, la portavoz del gobierno local, Anabel Gulías, aseguró que el fin de semana de Halloween transcurrió con "absoluta normalidade agás algúns incidentes", pero reconoció que sí que hay problemas entre los vecinos y comerciantes por las aglomeraciones de gente que se producen en las entradas y las salidas de los pubs.
En este sentido, la administración municipal sigue defendiendo su decisión de reabrir el 'botellódromo', algo que, trata de 'vaciar' el centro del casco viejo de jóvenes bebiendo.
En el lado opuesto se encuentra el PP, que ha propuesto sentar en una misma mesa a responsables de la Policía Local, la Guardia Civil y la Policía Nacional, así como también a personal del departamento municipal de Benestar Social, con el objetivo de atajar este problema.
Mientras tanto, los vecinos siguen reclamando soluciones que pongan fin, de una vez por todas, a estos altercados.
Sin olvidar, como dijo Ana Puga, que "la gente podía ser más cívica también". Lo mismo opinan los comerciantes, que piden "un mayor control en la zona". Colaboración es lo que apelan en la tienda Aquadance, "tendríamos que aportar todos un poco: desde el cliente de la discoteca, pasando por el propietario, hasta la limpieza".