DE SUS CUATRO hectáreas de plantación de manzanos en ecológico extrajo en la última campaña unos 5.000 litros de sidra, que ahora empieza a despachar. Pero la producción de Sidrería Peroja, situada en la parroquia estradense de Agar, no se queda en la elaboración de la tradicional bebida de la localidad. Su principal materia prima también la utiliza para hacer vinagre y mosto, propuestas que ya ha sacado al mercado en este último año.
Yendo más allá, este lagar tradicional acaba de sacar un nuevo producto piloto: el mosto de fresa, hecho con el fruto cultivado en un huerto de Berres (concretamente, en la explotación de Touceda) y procesado en su autoclave, una máquina que, por presión y temperatura, mata las levaduras y hace que el producto no fermente. Por el momento se trata de una prueba. "Fixemos 200 botes de 25 centilitros. É unha maneira de dar a probar á xente para facer un pequeño estudo de mercado, a ver se gusta ou non", explica el responsable de la sidrería familiar, Víctor Peroja.
El proceso consiste en estrujar la fresa para extraerle el zumo y éste se embasa a través del autoclave. A esta remesa experimental no le ha añadido azúcar, aunque "quizáis quedaría mellor con algo de mel", opina Peroja. Aunque "todo é cuestión de gustos". Hace tan solo unos días que sus clientes pueden probar esta original bebida, que, como prueba experimental que es, no está a la venta. "A fresa é un produto caro e hai que ver se vale a pena. Hai que facer un estudo de prezo para que non sexa demasiado elevado", compense los gastos de producción y sea accesible al bolsillo de los futuros consumidores, explica.
El mosto de fresa ya es una realidad y, en la próxima campaña, lo será el de arándanos. Peroja tiene previsto seguir probando con las potencialidades de esta bebida y las versatilidades de los frutos que produce otro agricultor estradense: el joven Javier Agrelo, bajo la marca Biofruit Galicia. "A próxima campaña probaremos con arandos, a ver que tal resulta", dice.
SINERGIAS LOCALES. Peroja apuesta por establecer sinergias entre los productores de la zona. "Trátase de darlle máis saída ás cousas que se cultivan aquí, buscar outras posibilidades, neste caso, coa fresa, e máis adiante cos arandos". Esta misma filosofía es la que aplica desde hace tiempo a su negocio, en el que ha dado un paso más allá de la producción de sidra con sus propias manzanas.
En las últimas semanas ha comenzado a vender su nueva sidra y está rematando de despachar el mosto de manzana de la cosecha anterior, el primero que sacó al mercado. Han sido 1.000 litros de un sabroso refrigerio que "é difícil de atopar no mercado, aínda que a raíz deste outros están empezando a experimentar", dice.
Son tragos de pura manzana exprimida que se conserva a lo largo del año. "É ó que antes se lle chamaba mosto-flor, e que se bebía nada máis espremelo porque máis alá non se coservaba. Agora, ó pasar polo autoclave, aguanta todo o ano", explica.
Peroja ya ha rematado también su primera producción de vinagre de sidra, del que elaboró unos 500 litros. "É o vinagre de sempre", asegura. "É máis espeso, máis turbio, pero, en esencia, é moito mellor, porque está sen pasteurizar nin filtrar, ó contrario dos que se atopan habitualmente no mercado".
La próxima cosecha de manzana "promete", dice, siempre y cuando una imprevista adversidad meteorológica no estropee la buena floración y polinización que se han dado a lo largo de las últimas semanas.
Unos 5.000 litros para degustar en la Feira da Sidra
Comprando un vaso, a un precio de cinco euros, los visitantes podrán degustar los alrededor de 5.000 litros que se ofrecerán en la cita, en la que hosteleros locales completarán la oferta con propuestas culinarias. Antes, en sus establecimientos, dedicarán una semana a estos productos.
