Pontevedrando... Efecto PO2

Pontevedrando... Marca propia

Efecto PO2 recoge un poco todo lo que Pontevedra ha hecho en las últimas dos décadas y pico
Imagen de archivo de la presentación de la campaña Efecto PO2 con el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, y la edil Anabel Gulías. GONZALO GARCÍA
photo_camera Imagen de archivo de la presentación de la campaña Efecto PO2 con el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, y la edil Anabel Gulías. GONZALO GARCÍA

Publicaban estos días un reportaje en una revista alemana sobre el Efecto PO2. Yo lo leí en voz muy alta de cabo a rabo y no entendía nada (no sé alemán) pero supongo que decía cosas bonitas porque fue el alcalde Lores quien lo colgó en su cuenta de Twitter. Más o menos un día antes o después, no recuerdo, se publicaba la agenda del Gobierno para explicar el modelo pontevedrés en foros por el mundo entero.

Hacen bien en utilizar el Efecto PO2 como marca casi comercial. Lo del modelo tenía sus inconvenientes. Cualquier alcalde o alcaldesa del mundo puede decir que tiene un modelo para su ciudad, y en muchos casos lo tendrán, pero eso no significa que ese modelo sea bueno o mejor que otros. Así que ya que la trascendencia de nuestra ciudad crece y se expande, mejor es identificarla con una marca propia y exclusiva que no genere confusiones. Lo del modelo funcionaba bien para consumo interno, pero no era el nombre más apropiado para vendernos por el mundo adelante.

Pasa un poco como el Metrominuto. Yo al principio no lo entendía porque, pensaba, los vecinos de Pontevedra no necesitamos un plano y los turistas, en caso de que no tengan Google Maps siempre se apañarán mejor con uno de esos planos que le dan en un hotel o en una oficina de turismo que con uno que es como un plano de metro. Luego resultó funcionar muy bien, porque para lo que al final sirve es para que las ciudades que se fijan en el caso de Pontevedra, o aunque no lo hagan, tengan en el Metrominuto una marca y un logo que sirve para representar el compromiso de la ciudad para fomentar los desplazamientos a pie y menguar el uso del coche.

Hoy ya no sé cuántas docenas de ciudades lo han copiado, lo que nos demuestra que fue una buena idea y que ayudó a que desde fuera entendieran que la propuesta de Pontevedra como ciudad amable, sostenible y ecológica iba en serio. La imagen tiene su importancia, como todos sabemos, y transmitir una imagen original, moderna y esas cosas impacta mucho a la hora de explicar qué es lo que hemos hecho y hacemos en Pontevedra.

Supongo que la denominación de nuestra experiencia como Efecto PO2 funcionará. Y tristemente hemos tenido que vivir una pandemia para que se fijen más en nuestra ciudad como un lugar idóneo para vivir y trabajar y desde luego para visitar, con espacios amplios y mucha actividad callejera. Es un buen momento ya para ir pensando en todas las maneras posibles de atraer turismo de calidad. Con la zona monumental que tenemos, con las plazas y las calles peatonales, con las rutas de senderismo que estamos inaugurando tenemos de sobra todo lo necesario para que nos vean como a la mejor gran ciudad de nuestro país y una de las top de la península ibérica, que nada tiene que envidiar a cualquier ciudad europea de nuestro tamaño o mayores.

El turismo cultural puede ser otra de nuestras grandes ventajas. Tenemos el mejor Museo Provincial del Estado y Pontevedra es un hervidero de oferta cultural. Todo ello se podrá disfrutar sin restricciones en unos meses, puede que hacia el final del verano y a lo largo del cuarto trimestre. Ahí tendremos que dejarnos la vida para atraer a gente que quiera conocernos y el Camiño estará a pleno rendimiento y con dos años santos seguidos. Hay que tener un poco de paciencia. Nosotros tenemos como ciudad los deberes hechos para atraer turismo de calidad en cuanto se pueda.

Así que ese nombre, Efecto PO2, recoge un poco todo lo que hemos hecho en las últimas dos décadas y pico. Ahí entran los primeros años de la peatonalización de la zona antigua, la extensión a todo el casco urbano, las Centralidades parroquiais, los senderos, la reducción de gases contaminantes, las cero víctimas mortales por atropello, el compostaxe, y lo explica como un proyecto global en el que todo ello está interconectado. Ya no hablamos solamente de la reforma urbana que nos dio a conocer y nos valió un montón de premios, sino de algo que va mucho más allá y que influye positivamente en la vida diaria del vecindario y eso es algo que merece la pena enseñar y conocer. Estamos en una fase en la que ya vemos el puzzle casi hecho aunque falten muchas piezas por colocar, que como vemos siempre se puede avanzar si se mantiene una idea y hay tiempo para desarrollarla.

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