Marea y Ciudadanos quieren que el Concello limite la proliferación de salones de juego en la ciudad. Para ello presentarán, por separado, mociones al Pleno municipal para que la Corporación apoye su iniciativa, en la que se instará al Gobierno local a controlar que este tipo de negocios guarden las distancias mínimas respecto a colegios, facultades, asociaciones sociales, oficinas de empleo, comedores y albergues para personas sin recursos, bibliotecas y otras instalaciones.
La propuesta de ambas formaciones surge después de un artículo publicado en este periódico en el que se señala el aumento de este tipo de negocios en Pontevedra. El reportaje confirmaba que en el municipio existen 100 máquinas de apuestas, 72 en locales de hostelería y 26 en salones de juego. Tres años antes, la cifra era mucho más baja. Había 60 máquinas en bares, pero ninguna en empresas dedicadas a este sector.
Las asociaciones que luchan contra la ludopatía han advertido de que esta patología es cada vez mayor en usuarios de apuestas deportivas. "Esta adicción afecta en maior medida ós sectores máis vulnerables, especialmente á mocidade aínda en formación, á poboación inmigrante e ás persoas desempregadas", apuntó este viernes Marea en un comunicado de prensa. En él se hace constar también el "escaso control no acceso a este tipo de máquinas", lo que puede provocar que menores de edad hagan uso de ellas. Sobre este mismo argumento se expresaba en este periódico Javier González, integrante del Grupo de Autoayuda Ludopatía Pontevedrés (Galup).
La normativa que regula estos negocios físicos en Galicia obliga ya a que los salones de juegos guarden entre sí una distancia de 300 metros
La formación que lidera Luís Rei advierte, por otra parte, de que el servicio municipal de conductas adictivas "xa leva atendidos numerosos casos de menores de entre 14 e 18 anos, de ambos sexos, que presentan problemas con estas adiccións, principalmente relacionadas coas apostas on-line".
Por su parte, la edil de Ciudadanos, María Rey, reclama que se prohíba abrir casas de apuestas al lado de centros escolares y en zonas de tránsito de menores.
La normativa que regula estos negocios físicos en Galicia obliga ya a que los salones de juegos guarden entre sí una distancia de 300 metros. En el caso de los bingos, la misma se amplía hasta un kilómetro. La ley gallega, aprobada en 2016, establece que las máquinas de apuestas deben estar a 150 metros de los colegios.
