Una marea humana para mostrar la importancia de donar órganos

Más de 1.450 personas participan en una nueva edición de la Pontevedrada que recorre 67 kilómetros hasta la Praza do Obradoiro

Participantes de la Pontevedrada parten de Pontevedra. RAFA FARIÑA
photo_camera Participantes de la Pontevedrada parten de Pontevedra. RAFA FARIÑA

PONTEVEDRA. La solidaridad es uno de los pilares básicos para que una sociedad avance. Ese fue el ambiente principal que se repsiró el sábado en la novena edición de la Pontevedrada organizada por la Asociación de Amigos de la Pontevedrada (Asampo). El recinto se tiñó de rojo para dar la bienvenida a uno de los eventos más esperados del año. Una andaina de 67 kilómetros con salida en la Praza de España a las 20.00 horas hasta la del Obradoiro, en Santiago de Compostela. Un recorrido que se desarrolló en su mayor tramo en horario nocturno y que transcurrió por el Camino de Santiago-Portugués con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la importancia de donar órganos para salvar vidas.

Por primera vez en las últimas tres ediciones, las condiciones meteorológicas fueron favorables. El sol teñía de amarilla la plaza en los momentos previos al acto de inauguración y las previsiones para la noche también beneficiaban a la gran ola de solidaridad y superación personal que llenó la Praza de España.

Desde las 18.20 horas no pararon de llegar personas al lugar. Un dato que agradeció bastante la organización, ya que esta edición coincidió con el Mundial de Triatlón en la ciudad y con las elecciones generales. "Estamos muy contentos porque este año se han inscrito 1.454 personas, teniendo en cuenta que este mismo fin de semana acontecen dos hechos de gran trascendencia en la ciudad", declaró Miguel Martínez, presidente de Asampo.

Los asistentes intercambiaron experiencias anteriores del evento con otros participantes. El objetivo común era mostrar solidaridad y promover la importancia de la donación de órganos hacia individuos necesitados de algún trasplante. No obstante, cada participante afrontaba la Pontevedrada con un deseo personal.

Muchos se lo tomaron como un reto. "Quiero ayudar de alguna manera a este tipo de personas. Esta andaina es una manera de superarme personalmente haciendo deporte", indicó Víctor Rodríguez, asistente y donante en esta edición de la Pontevedrada. Otros lo hacen por compartir expriencias con sus seres queridos. "Es la cuarta vez que estoy aquí. Yo y mi padre queremos ser partícipes de esta bonita iniciativa", señaló Reyes Valdés, quien iba a disputar este acontecimiento por cuarta vez junto a su padre.

Además, muchas personas asistieron a la pontevedrada afectados por historias de familiares y amigos necesitados de algún trasplante de órganos. "Formo parte de esta andaina porque he vivido muy de cerca lo que significa que una persona tenga que esperar una donación. Mi madre hace 18 años necesitó un trasplante de hígado. Se lo hicieron rápido al ser de carácter urgente. Fue algo especial al ser de los primeros casos que se llevaron a cabo en el Hospital Clínico de Santiago", afirmó Oliva Martínez, donante y participante de la andaina. "Un amigo ha necesitado dos riiñones y ahora lleva una buena calidad de vida. Estoy aquí por él, expresó José Luis Elosegui, quien repetía expriencia por tercera vez".

La música, el gran ambiente y las mochilas cargadas de reservas eran los grandes protagonistas en los momentos previos a la apertura de la marcha.

A las 19.00 horas dio comienzo el acto de inauguración de la Pontevedrada 2019. La organización compartió con los asistentes dos historias de mujeres que han vivido en sus carnes la necesidad de un trasplante. Tras recitar las normas de seguridad a los participantes, se dio comienzo a la andaina de 67 kilómetros. La ilusión fue la gran acompañante de los caminantes hacia Santiago.

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