"Se calcula que uno de cada 45 europeos de piel blanca desarrollará melanoma"

La bióloga Marisol Soengas será galardonada en los Premios Pontevedreses por su investigación del melanoma, el cáncer de piel "campeón de las mutaciones" ▶ Su equipo trabaja en la detección de "marcadores" para bloquear la metástasis de este tumor, cuya incidencia se ha disparado con el cambio climático y el culto al sol
Marisol Soengas, jefa del Grupo de Melanoma del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. CNIO
photo_camera Marisol Soengas, jefa del Grupo de Melanoma del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. CNIO

Marisol Soengas (Agolada, 1968) será distinguida el próximo 7 de junio en los Premios Pontevedreses, los galardones con los que cada año Diario de Pontevedra reconoce la labor de personas y entidades de la provincia. El premio, perteneciente a la categoría de Universidad e Investigación, pretende poner en valor su amplia y prestigiosa trayectoria en el estudio del melanoma, el cáncer de piel más letal, así como su implicación en la reivindicación de más igualdad de condiciones para la mujer en el campo de la ciencia.

¿Cómo recibe este galardón?
Con sorpresa y con muchísima ilusión, porque que te reconozcan en tu tierra siempre te alegra. Llevo mucho tiempo fuera de Galicia, pero siempre la tengo muy presente. Mi madre es de Agolada y mi padre de Antas de Ulla.

Desde hace tiempo lidera el Grupo del Melanoma del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. ¿Dónde está el foco puesto ahora mismo?
Estamos con muchos proyectos orientados a entender mejor cómo se inicia un cáncer de melanoma y cómo progresa para tratarlo más eficientemente. El melanoma es un tumor que intrínsecamente es muy agresivo porque lesiones muy finitas, de poco más de un milímetro de grosor, tienen la capacidad de diseminarse por el organismo y dar lugar a metástasis. Lo que pretendemos es anticiparnos a ese proceso localizando marcadores que nos permitan definir el riesgo de desarrollar metástasis. Además, hay mucho interés en distinguir los lunares, que son benignos, de los melanomas. Existe la regla del ABCDE, con la que se hace esa distinción en función de la asímetría, el borde irregular, el color, el diámetro o la evolución, pero siempre hay lesiones que se escapan, de ahí la importancia de los marcadores tumorales.

"Es un tumor muy agresivo porque lesiones muy finitas tienen la capacidad de diseminarse por el organismo"

¿Significa esto que las personas con lunares tienen más posibilidades de desarrollar melanoma?
Los lunares son grupos de melanocitos, que son las células que dan lugar al melanoma. Una persona que tenga muchos lunares, piel clara y que no se pigmente bien, es decir, que se queme enseguida, tiene más riesgo de desarrollar melanoma.

¿Cómo de avanzada está esa búsqueda de marcadores?
El melanoma es muy curioso porque es el campeón de las mutaciones. Los melanocitos son células que se activan cuando hay exposición solar y daño en el ADN, y que están preparadas para sobrevivir acumulando muchas alteraciones. Por eso el melanoma es tan difícil de estudiar, porque se han descrito cientos e incluso miles de mutaciones.

Como todos los cáncer, el origen del melanoma es multifactorial pero, si hay que marcar una parrilla de salida, ¿qué desencadenantes estarían en primera línea?
Hay dos componentes importantes: el genético, que hace que algunas personas tengan más predisposición que otras para desarrollar melanoma, y las quemaduras solares. La piel tiene memoria, de modo que va acumulando alteraciones durante toda la vida . A lo mejor una mutación no es un problema pero si se suman muchas hay más riesgo de tener alguna perjudicial. Además, se está estudiando la influencia de otros factores, porque hay melanomas que aparecen en zonas que no se exponen al sol. Por ejemplo, se está viendo cómo influyen las situaciones de estrés, la microbiota intestinal o la alimentación. Todavía hay mucho por descubrir.

Se calcula que en España hay unos 160.000 casos al año. ¿La incidencia va en ascenso?
Sí, la tasa de incidencia lleva aumentando durante décadas y es preocupante. Se calcula que en Australia una de cada 25 personas desarrollarán melanoma y que en Europa lo harán uno de cada 45 europeos de piel blanca.

"La parte positiva es que si se eliminan a tiempo el 90% de los casos tiene muy buen pronóstico"

¿Tiene esto algo que ver con el cambio climático?
Sí, porque la incidencia de los rayos ultravioleta ha aumentado por la reducción de la capa de ozono. Pero también está relacionado con nuestras propias costumbres. Recuerdo que mi abuela siempre iba cubierta y ahora eso no sucede. Es cierto que hay mayor concienciación, pero en la población adolescente todavía tenemos que incidir mucho porque se queman. Aparte, está demostrado que las cabinas de bronceado aumentan el riesgo de sufrir melanoma y otros tipos de cáncer de piel.

¿Qué porcentaje de los melanomas son malignos?
La parte positiva de los melanomas es que si se eliminan a tiempo, con menos de un milimetro y medio de grosor, el 90% de los casos suelen tener muy buen pronóstico. El problema son los que se detectan tarde, porque esas células se diseminan por el organismo.

¿Qué tipos de tratamientos se están aplicando?
Hay terapias que actúan frente a las alteraciones que ocurren a nivel genético, pero su respuesta es transitoria debido al alto nivel de mutaciones. Los tratamientos basados en la inmunoterapia son los que están resultando más eficientes. Permiten que el organismo detecte y elimine las células tumorales y han avanzado mucho. Hoy ya hay ensayos clínicos en los que están respondiendo entre el 60% y el 70% de los pacientes.

"Hay obstáculos que hacen que las mujeres avancemos más despacio"

Dicen que desde los cinco años tenía muy claro que quería ser científica. ¿La realidad ha desmontado o ha reforzado el mito?
Cuando era niña tenía una idea muy utópica. Pensaba que se hacía ciencia en un laboratorio con tubos por donde salían humos de colores, porque era lo que veía en el Quimicefa, pero los laboratorios son mucho más interesantes. Se trabaja en equipo, una de las cosas que más me gustan de mi trabajo, y se viaja y se colabora mucho. Lo menos positivo es hoy tenemos que seguir protestando porque las condiciones de financiación en España son muy precarias.

Además de recibir multitud de premios por los hallazgos científicos, ha sido reconocida por promover la igualdad de género en la investigación. ¿Cómo de descompensada está la balanza?
Según estudios realizados por diferentes organismos, entre un 60% y un 65% de las personas que empiezan la carrera científica como investigadores predoctorales son mujeres, pero en puestos de alta responsabilidad somos el 20% o el 25%, así que queda mucho por avanzar.

¿Qué es lo que más irrita?
Que no avancen por sus propios méritos, porque hay mujeres muy valiosas que deberían llegar a la cima pero que no lo hacen porque hay muchas dificultades a distintos niveles, desde casi el comienzo de la carrera doctoral hasta fases muy avanzadas. Los currículum se valoran peor, tenemos menos visibilidad, menos presencia, problemas en la conciliación familiar... Hay una serie de obstáculos que hacen que avancemos mucho más despacio. Incluso muchas deciden dejarlo u optar por puestos de responsabilidad intermedia.

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