El Marqués de Valterra tiene los días contados en el callejero de Pontevedra. El Concello ha constatado la relación del noble con la dictadura a través de una comisión de expertos en memoria histórica, con los que mantuvo una reunión la semana pasada. La avenida dedicada a Pascual Díez de Rivera y Casares en el barrio de Estribela será rebautizada. "De momento non temos decidida a denominación", recordó este lunes la portavoz municipal, Anabel Gulías.
Un acta plenaria de la Corporación pontevedresa del 30 de diciembre de 1952, año en el que falleció el que fue el segundo Marqués de Valterra, es la prueba documental en la que se apoya el Gobierno local para retirar del espacio a dicho personaje, que ocupó puestos de relevancia estatal durante el régimen tras apoyar al bando franquista. Dicha resolución municipal justificó la concesión de una calle al marqués por "construir, en el año 1950, la Escuela-Comedor para los hijos de los pescadores".
La trayectoria de Díez de Rivera y Casares siempre ha estado vinculada al mar. Según la biografía publicada por la Real Academia de la Historia, una vez estallada la Guerra Civil, "su orientación política le hace militar en el bando nacional, siendo el jefe del Sector Marítimo del Cantábrico Oriental y segundo comandante de la Marina de Guipúzcoa". Tras ocupar varios cargos militares, fue nombrado jefe del Servicio Nacional de Pesca Marítima por el dictador Francisco Franco.
Un año después de terminar la guerra, fruto de un golpe de Estado contra el Gobierno democrático de la Segunda República, fue ascendido a capitán de navío y nombrado director general de Pesca. Luego, en 1941, fue nombrado comisario del Instituto Social de la Marina, "cargo que compaginó con sus destinos en la Armada hasta su muerte". Falleció como secretario general y jefe de la Jurisdicción Central del Ministerio de Marina.
La de Marqués de Valterra será la octava supresión de una calle a un alto cargo de la dictadura. El de General Mola, sustituido en el callejero por Gutiérrez Mellado, fue el primer cambio llevado a cabo hace más de dos décadas en Pontevedra. En 2002 le siguieron la retirada de Salvador Moreno (ahora Rosalía de Castro), Calvo Sotelo (por Avenida da Estación), Paco Leis (por Praza de Campolongo), Hermanos Vázquez Lescaille (por Rúa do Rouco) y Bernardino Fondevila (por Rúa da Seca).
El último nombre borrado del espacio público de la capital provincial fue el de José María Fernández Ladreda y Menéndez Valdés, que fue ministro de Obras Públicas durante la dictadura franquista, concretamente entre 1945 y 1951. La profesora María Victoria Moreno lo relevó del callejero en 2018, año en el que la escritora fue homenajeada por el Día das Letras.
MÁS CAMBIOS. El expediente municipal, que deberá aprobarse en Pleno, también incluirá la retirada "inmediata" de honores a cuatro altos cargos del franquismo.
Fermín Gutiérrez de Soto dejará de ser Hijo Adoptivo, condición otorgada en 1939 por la Corporación de Pontevedra. De origen sevillano, dirigió el Cuerpo de Ejército de Galicia durante la Guerra Civil, una unidad creada por los sublevados. Siempre bajo el paraguas del caudillismo, su carrera fue en ascenso. De coronel por méritos de guerra pasó, a mediados de la década de 1950, a capitán general, el rango más alto del Ejército.
En 1960, la Corporación pontevedresa amplió su homenaje al conceder a este militar la Medalla de Oro, la máxima distinción de la ciudad, que comparte con otras nueve figuras: Francisco Javier Sánchez Cantón, Filgueira Valverde, Augusto García Sánchez o Alexandre Bóveda y cinco instituciones más. Al dictador Francisco Franco se le retiró en 2015.
Salvador Moreno, exministro de Marina en la dictadura y que el año pasado dejó de dar nombre al único colegio privado de la ciudad adscrito al Ministerio de Defensa, también perderá el título de Hijo Adoptivo concedido en 1942. El mismo título, aunque otorgado en 1967, se le retirará a Ángel Ramírez de Cartagena y Marcaida, que desempeñó distintos cargos en el escalafón militar: de teniente coronel a subinspector de la Legión.
A la lista inicial se suma Gonzalo Fernández de la Mora y Mon, ministro de Obras Pública de 1970 a 1974. Perderá la posición de Hijo Adoptivo que obtuvo en 1972.
El Concello también estudia la anulación de honores públicos a otros dos altos cargos del franquismo. Uno de ellos es el ferrolano Juan Antonio Suanzes, que fue ministro de Industria y Comercio en 1938, al que se le otorgó la condición de Hijo Adoptivo en 1963. El otro es el pontevedrés Pío Cabanillas Gallas, que fue subsecretario del Ministerio de Información y Turismo en el régimen. Fue nombrado Hijo Predilecto en 1967, una distinción que también tienen Augusto González Besada, Sánchez Cantón, Xosé Fernando Filgueira Valverde y Sabino Torres Ferrer.
Gulías manifestó que estas iniciativas tienen como objetivo "recuperar a dignidade". "Pontevedra sempre mantivo un compromiso activo pola recuperación da memoria. Faremos todo o que estea nas nosas mans para a retirada da simboloxía franquista", dijo tras recordar que se buscará el mayor consenso político posible "para que ningún membro da Corporación se opoña a retirar nomes que supoñen dor, represión e ditadura".
Altos cargos del franquismo a los que se le retirará la condición de Hijos Adoptivos o Predilectos de Pontevedra
Gutiérrez de Soto
Fermín Gutiérrez de Soto es Hijo Adoptivo desde el 22 de junio de 1939. En 1960 recibió la Medalla de Oro.
Salvador Moreno
Salvador Moreno Fernández es Hijo Adoptivo de Pontevedra desde el 23 de mayo de 1942.
Juan A. Suanzes
Juan Antonio Suanzes Fernández es Hijo Adoptivo de Pontevedra desde el 24 de enero de 1963.
Pío Cabanillas
Pío Cabanillas Gallas se convirtió en Hijo Predilecto de Pontevedra el 20 de enero de 1967.
Ángel Ramírez
Ángel Ramírez de Cartagena y Marcaida es Hijo Adoptivo de Pontevedra desde el 16 de agosto de 1967.
De la Mora y Mon
Gonzalo Fernández de la Mora y Mon es Hijo Adoptivo de Pontevedra desde el 7 de diciembre de 1972.
