Más de 2.000 actividades empresariales causan baja en la Cámara de Comercio

Los ceses registrados en la provincia son en su mayoría temporales a causa de la Covid-19, y se concentran en el comercio y la hostelería ► Las altas, más centradas en servicios profesionales, transportes y alimentación, se reducen a una cuarta parte respecto a hace un año
Una mujer paseando frente a un comercio cerrado. JAVIER CERVERA
photo_camera Un comercio cerrado en Pontevedra. JAVIER CERVERA

La estocada de la Covid-19 al tejido empresarial de la provincia empieza a perfilarse en las estadísticas oficiales de la Cámara de Comercio de Pontevedra, Vigo y Vilagarcía, uno de los mejores termómetros para saber cómo respiran los empresarios y autónomos del territorio pontevedrés.

Entre marzo y mayo la entidad registró 2.104 bajas de actividades empresariales, de las que 229 corresponden al concello capitalino. El número de empresas afectadas es algo menor, puesto que una misma sociedad puede prestar actividades distintas, pero los datos confirman que el comercio y la hostelería figuran entre los nichos más golpeados por el coronavirus. Más del 80% de las entidades que han cursado la baja en la Cámara pertenecen a estos sectores, afectados de plano por las restricciones de aforo, las distancias de seguridad y otras medidas aprobadas en aras de frenar la pandemia.

En realidad el total de bajas se queda por debajo de las tramitadas el año pasado en ese mismo intervalo: 3.238, de las que 395 tenían sede en la Boa Vila, pero la propia entidad cameral presupone que el balance oficial de "víctimas" acabará batiendo récords.

El gerente de la Cámara, José Manuel García Orois, advierte de que los titulares tienen un plazo de tres meses para tramitar las bajas, por lo que probablemente otro volumen importante de ceses ocurridos en ese mismo intervalo trascenderá en las próximas fechas. "Las bajas siempre van con cierto retraso respecto a las altas, que se deben comunicar con carácter previo. Hay tres meses para hacerlo y a veces incluso se tarda más por las liquidaciones y otros procedimientos. Posiblemente hasta después del verano no sabremos la incidencia real, y por las llamadas y las encuestas de uso interno que hemos hecho sabemos que se esperan datos poco favorables".

La premura de los hechos y la incertidumbre que todavía planea sobre la respuesta del consumidor impiden calcular cuántas bajas tendrán carácter definitivo, pero por lo de pronto la mayor parte son ceses parciales y temporales. Orois precisa que algunas empresas han dado de baja únicamente alguna de sus actividades, que otras lo han hecho para poder solicitar las ayudas gubernamentales al cese de actividad con carácter provisional y que los cambios de titularidad también motivan una baja sin significar el cierre de una actividad. El gerente incide "en que todavía es pronto para que los datos estadísticos nos digan con precisión el efecto de la Covid-19", y añade que, de los 500 establecimientos comerciales sondeados, solo "un 10% dicen que sopesan tirar la toalla y suspender su actividad de forma definitiva". "El porcentaje final-añade- dependerá de cómo sea la recuperación. Si es sólida, probablemente el número se reduzca".

Altas. Junto al comercio y la hostelería, también destacan las bajas cursadas por empresas de la construcción, sobre todo aquellas centradas en la rehabilitación y reforma de edificios habitados, cuya actividad fue paralizada a causa de las medidas decretadas al hilo del estado de alarma. El gerente augura que en este caso, dado el levantamiento de las restricciones, "es posible que veamos pronto un efecto de recuperación".

Donde no hay vuelta atrás es en el volumen de altas de unidades productivas. Aunque este periódico se ha hecho eco de emprendedores que han empezado a rodar en plena pandemia y de otros empresarios que han crecido en estos tiempos adversos, muchos han desistido de la idea de montar un negocio.

Entre marzo y mayo la Cámara de Comercio registró 1.163 altas de actividades empresariales en la provincia (142 con sede en el concello pontevedrés), lo que representa una cuarta parte de las 4.556 que se contabilizaban en ese plazo el año pasado (517 en el concello capitalino).

Las iniciativas corresponden en este caso a sectores que han salido reforzados de la crisis sanitaria, como la alimentación, el transporte y los servicios profesionales. En el caso particular del concello pontevedrés destacan las altas cursadas por firmas dedicadas al comercio mayorista, servicios financieros y servicios inmobiliarios, aunque también hay altas pertenecientes a sectores castigados por el coronavirus, como la construcción, la hostelería y el comercio minorista.

borme. En todo caso, al igual que sucede con las bajas, el total de altas de actividades empresariales no equivale al número de empresas que han iniciado su andadura, ya que una misma empresa puede disponer de varios epígrafes. De hecho, según datos del Boletín Oficial del Registro Mercantil BORME, entre marzo y mayo se constituyeron en la provincia 186 sociedades (23 en el concello pontevedrés), de las que el 68% oficializaron su puesta en marcha en marzo, mes en el que se decretó el estado de alarma. El emprendimiento en los meses posteriores fue testimonial con 27 casos en abril y 32 en mayo.

En ese mismo período 53 sociedades mercantiles de la provincia se disolvieron, 54 causaron extinción y 15 redujeron capital. A nivel local, en agosto de 2019 la Cámara de Comercio tenía constancia de 6.494 empresas activas en la ciudad de Pontevedra, con 9.660 establecimientos abiertos y 11.353 actividades económicas operativas. A nivel provincial el último balance (correspondiente a finales de 2018) hablaba de 81.586 empresas activas.

Comentarios