Salvo por el constante desfile de vehículos militares y de Protección Civil ante su puerta, nadie pensaría que desde el número 64 de la avenida de Bos Aires se canaliza toda la producción ciudadana de mascarillas y restante material de protección.
La responsable de dirigir este epicentro solidario es Marisé Bértola, propietaria de Confecciones a medida MB. "Comencé con esto yo sola con las costureras que tengo trabajando conmigo, para ayudar". Pero su gesto corrió como la pólvora por las redes, "fue creciendo y creciendo, y ahora mismo nos piden material desde todas partes".
Aclara que se trata de una campaña promovida a título personal. "Llamé a la Policía Local por si me podían ayudar y me dijeron que ellos no, pero me derivaron a Protección Civil. También hablé con una doctora, que es la que me da la orientación sanitaria para preparar el material, y me puso en contacto con la Brilat, que también viene todos los días a colaborar con el reparto".
Un teléfono móvil y un grupo de WhatsApp hiperactivo le bastan para coordinar 8 talleres, 40 modistas y 126 particulares. Entre todos realizan unas 2.200 mascarillas diarias y unos 120 kits sanitarios, compuestos por bata, gorro y mascarilla. "También preparamos material exclusivo para UCI, que incluye, además, calzas y capuchones", agrega. La manufacturación abarca igualmente mascarillas plásticas que cubren toda la cara "pero las buenas, porque se están haciendo otras son de plástico muy fino y ese filtra la saliva".
La actividad arranca sobre las 11 horas, cuando los voluntarios de Protección Civil y militares de la Brilat acuden para recibir una primera remesa de material que a lo largo de la mañana repartirán por los distintos negocios, costureras y viviendas particulares de la ciudad y alrededores. "Llevan una bolsa con telas y gomas y una muestra, para que cada uno vaya confeccionando las que pueda", explica la empresaria, quien comenzó con esta iniciativa solidaria "desde el primer día del estado de alarma" y cuyo objetivo, insiste, "es que la gente tenga mascarillas y se pueda salvaguardar de la enfermedad. Esa es mi única pretensión".
La producción solidaria abarca desde mascarillas hechas con telas 100% algodón -útiles para evitar el contagio- hasta las de TNT (tejido no tejido), totalmente impermeables y para uso sanitario, pasando por unas que llevan un filtro interior desechable, que se reservan para policías, guardias civiles, asistentes sociales y personal que suele estar en contacto con población de riesgo.
En cuanto a las mascarillas reutilizables, la experta matiza que "no hay que lavarlas con lejía ni con ningún producto abrasivo. Es suficiente con hervirlas cada noche durante tres minutos".
Marisé Bértola subraya que "cualquier persona que quiera colaborar en la confección de mascarillas, batas, pantallas, gorros y zuecas solo tiene que llamarnos y nosotros le proporcionamos los materiales y un patrón".
En cuanto la producción esté terminada, Protección Civil se encarga de recogerla y trasladarla de nuevo a la avenida de Bos Aires, desde donde partirá hacia su destino definitivo: hospitales, centros sanitarios, farmacias, domicilios...
