Más de 4.000 estudiantes vuelven a las aulas en el campus de la ciudad, el 85% de forma presencial

El curso comienza con el objetivo de recuperar las clases en las facultades "todo o que poidamos" frente a la teleformación
Entrada a la facultad de Ciencias Sociais. DAVID FREIRE
photo_camera Entrada a la facultad de Ciencias Sociais. DAVID FREIRE

Vuelven las clases en la UVigo y, con ellas, el campus de Pontevedra recupera cierta normalidad tras dos cursos atípicos debido a la pandemia. Más de 4.000 estudiantes recuperaron las clases y lo hicieron volviendo al formato presencial en el 85% de los casos. "A maioría das materias impártense xa de xeito presencial salvo casos especiais nos que, pola súa propia coxuntura, se fai preciso manter algunhas horas de clases virtuais", explica el vicerrector del campus de Pontevedra, Jorge Soto.

Sin embargo, aunque la práctica totalidad del alumnado inicie las aulas con al menos una dosis de la vacuna, el vicerrector adelanta que el campus está preparado para dar un paso atrás. "Estaremos moi atentos a como vaian evolucionando os escenarios para estar preparados no caso de que teñamos que tomar medidas", explica Soto.

Jóvenes descansando en Educación. DAVID FREIRE
[Jóvenes descansando en Educación. DAVID FREIRE]

Ese era precisamente el ambiente que se respiraba en la vuelta a las aulas, por un lado, felicidad por poder estar en el campus y no delante de una pantalla y, por otro, prudencia ante la posibilidad de tener que volver a casa. "Por si acaso hay que tener un chándal o un pijama a mano", bromeaba uno de los trabajadores de la Facultade de Ciencias Sociais e da Comunicación en la jornada del lunes.

El primer día de clase venía acompañado de algunos nervios más de lo que sería habitual ya que el horizonte que se vislumbra es más esperanzador tanto para alumnado como para el profesorado que, en general, aplauden la vuelta de la presencialidad en las facultades. "Foi un día de ilusión porque notamos certa normalidade durante as presentacións, que foron presenciais e transcorreron de forma tranquila", explica Soto, que adelanta que la UVigo trabaja para recuperar "todo o que poidamos" la normalidad, vinculándola de forma directa con las clases presenciales. Cierta normalidad se detectaba ya en los pasillos, con más corros, más afluencia, más consumiciones en la cafetería y hasta partidas de cartas entre clase y clase en los espacios de descanso. "El año pasado era más difícil juntarse para jugar", reconocen los que se entretienen en plena partida.

Interior de un aula. DAVID FREIRE
[Interior de un aula. DAVID FREIRE]

En cuanto a las novedades de este año, la UVigo estrena en Pontevedra una nueva facultad, la de Xestión e Administración Pública (antes incluida en la de Ciencias Sociais e da Comunicación). Por otra parte, según adelantó el rector, este curso se afronta con tareas pendientes que se irán realizando a lo largo de los próximos meses. La que se acometerá de forma inminente será la ampliación de la Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte, dotándola de más espacios. Además, el campus crecerá con la inauguración de las plantas superiores del edidicio de la Xunta en Benito Corbal, cuyas obras terminarán en un margen de cuatro o cinco meses, según los cálculos del propio vicerrector. La renovación del mobiliario urbano del campus, la instalación de alumbrado con luces led o la renovación de la Sala X (ahora renombrada Sala Manuel Moldes) de Belas Artes completan la lista de obras que se llevarán a cabo en un espacio universitario con aspiración de crecer.

"Entre alumnado e profesorado, a comunidade universitaria da UVigo en Pontevedra suma unhas 5.000 persoas, polo que máis que un campus universitario somos xa unha cidade universitaria", explica Soto, que añade que la UVigo supone una empresa muy importante para la ciudad por el flujo de personas que atrae y la dinamización económica que eso provoca.

Las opiniones entre el alumnado. "Encantaríame vivir un ano de universidade como os de antes"

Grupo de alumnas de Fisioterapia y Ciencias da Actividade Física. DAVID FREIRE
[Grupo de alumnas de Fisioterapia y Ciencias da Actividade Física. DAVID FREIRE]

El del lunes era un día importante para muchos jóvenes que comenzaban su etapa universitaria. Nervios, ilusión y la esperanza de poder hacer vida universitaria en todas sus dimensiones se palpaba en el ambiente del campus. "Encantaríame vivir un ano de universidade como os de antes", explicaba Sila Fernández, de Ourense, que comienza este curso su grado en Ciencias da Actividade Física e do Deporte.

Libertad o independencia eran algunas de las palabras más repetidas este lunes entre el alumnado que llegaba a la UVigo por primera vez y, más allá del deseo de poder tener las clases de forma presencial, muchos aludían a la importancia de la socialización y las relaciones entre compañeros durante esta etapa de sus vidas. "A universidade tamén é desenvolverse por un mesmo e relacionarse", apunta la estudiante.

Antonio Luaces (Camariñas), Manuel González (Cuntis) y Borja Rey (A Estrada), también comenzaron el lunes esta fase tras el instituto como alumnos de Ciencias da Actividade Física e do Deporte. "Intentaremos sacarlle o máximo proveito a este curso", contaban en relación a la modalidad semipresencial de sus clases. "As ideas a través dunha pantalla non se captan igual, sempre é mellor estar co profesor na aula", explicaba Borja, que confía en que sea fácil hacer amigos en una carrera en la que hay muchos trabajos grupales. "É un ambiente como o dun vestiario porque a xente está acostumada a facer deporte", apunta.

Antonio Luaces, Manuel González y Borja Rey. DAVID FREIRE
[Antonio Luaces, Manuel González y Borja Rey. DAVID FREIRE]

Por su parte, Vanessa Iglesias, Ana Rocha, Candela López y Ángela Bruquet comenzaron su formación en Fisioterapia también este lunes con emociones encontradas. Mientras la mayoría afrontaba el curso con ilusión, otras estaban algo asustadas y con miedo a dejar la familia. "Eu non tiña moitas ganas de marchar da casa, vou botar de menos á miña nai e á miña irmá", confesaba Candela López. Todas acababan de conocerse justo antes de la presentación de su grado.

Las que volvían a las aulas más tranquilas eran Uxía Seoane y Salma Vedo, de segundo de Publicidade. Ambas decían estar contentas por tener las clases presenciales al 100% tras un año de semipresencialidad. "Las clases virtuales también tenían sus beneficios", reconocen. "Aunque este es nuestro segundo año y muchos ni nos habíamos visto las caras".

Salma Vedo y Uxía Seoane. DAVID FREIRE
[Salma Vedo y Uxía Seoane. DAVID FREIRE]

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