La carretera N-550 (popularmente conocida como carretera de Santiago) ha vuelto en erigirse, un año más, como el gran punto negro de la red viaria provincial, al acumular cinco accidentes mortales durante el pasado año, concentrados en el corto espacio de cuatro meses, entre mayo y septiembre. Le siguen en esta negra estadística la AP-9 (con cuatro siniestros con fallecidos) y las carreteras secundarias, con otros tantos percances.
Otros viales que se tiñeron de luto en 2018 fueron la PO-551, la A-52, la PO-400, la PO-403, la PO-226, la EP-2908, la PO-552, la EP-5005, la PO-331 y la PO-307, todos ellos con un accidente con fatales consecuencias. El balance definitivo: 23 siniestros que dejan 24 muertos, ocho heridos hospitalizados y once de carácter leve.
La subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, expresó este sábado su profunda preocupación por el repunte de la siniestralidad en las carreteras de su competencia. "Reconozco que no son unos buenos datos, sobre todo porque la gran mayoría de los accidentes (el 82%) ocurrieron en la segunda mitad del año".
Al mismo tiempo, destaca que en cerca del 20 por ciento las víctimas no hacían uso del cinturón de seguridad, un factor influyente junto a las distracciones al volante. Por todo ello, Maica Larriba vuelve a instar a la concienciación de las personas que se ponen al mando de un vehículo para que «extremen la atención y, como llevo recordando desde que llegue al cargo, ninguna llamada o mensaje es más importante que la vida misma».
Para poner fin a esta negativa tendencia, la subdelegada anuncia que a lo largo de este año se intensificarán de forma notable los controles por parte de la Guardia Civil de Tráfico. "También confiamos en que la reducción de la velocidad en las vías convencionales de 100 a 90 kilómetros por hora se refleje en una disminución de los accidentes", señaló.
A nivel estatal, los datos dados a conocer por el Observatorio Nacional de Seguridad Vial reflejan que en 2018 se redujo un 1,5% las víctimas mortales (de 1.198 se pasó a 1.180) mientras que el descenso de los heridos hospitalizados fue algo superior: un 7,6%.
En el control preventivo realizado la pasada madrugada se tramitaron 14 denuncias: ocho por superar los límites de velocidad, tres por positivos en alcohol, dos por consumo de sustancias estupefacientes y una por llevar los neumáticos en mal estado.