Diseñan servicios para costear los tiempos de recreo

Unos 3.500 pontevedreses pagarán a plazos sus vacaciones de verano

La fórmula más utilizada será la de las tarjetas de crédito de pago aplazado con intereses ► Los usuarios abonan de media 50 euros por financiar el gasto en tres meses ► Galicia es la quinta comunidad que más recurre al crédito para pagar las escapadas estivales
Dos mujeres delante de un cajero de la ciudad
photo_camera Dos mujeres delante de un cajero de la ciudad

Casi 3.700 ciudadanos de la Boa Vila recurrirán al pago aplazado para financiar sus inminentes vacaciones de verano. Algunos lo harán por falta de liquidez para asumir el montante y otros para que el tiempo de ocio no ahogue su economía doméstica.

Para ser más precisos, serán 3.679 los pontevedreses que utilizarán el sistema de pago a plazos. Al menos, así se desprende de fórmula utilizada por la comparadora de precios Kelisto a la hora de calcular el número de demandantes de esta herramienta financiera. Según esta, el 58% de los mayores de edad contratarán vacaciones este verano y, dentro de este colectivo, el 42% usarán la tarjeta de crédito (16.724 ciudadanos en el caso del municipio pontevedrés). Entre estos últimos, el 22,39% recurrirá a la modalidad de pago a plazos, de ahí que en Pontevedra se hable de casi 3.700 usuarios del pago aplazado.

A nivel estatal, Kelisto asegura que en la práctica totalidad de los casos la opción elegida será la de las tarjetas de crédito revolving o de pago aplazado con intereses: es decir, "aquellas que permiten pagar en varias mensualidades una cantidad de dinero a cambio de abonar un interés". Y eso que esta opción es hasta un 12% más cara que los préstamos personales, menos utilizados para la contratación de paquetes vacacionales. "El hecho de que las tarjetas de crédito sean el producto más usado no las convierte necesariamente en la alternativa más barata", explica la portavoz de Finanzas Personales de Kelisto.es, Estefanía González.

La compañía autora del estudio asegura que un consumidor que aplaza el gasto vacacional en tres meses, termina pagando un promedio de 50,28 euros en concepto de intereses. En cambio, si recurre a los préstamos personales, la cantidad desciende hasta los 43,94 euros. "Los préstamos personales, pese a ser una alternativa que casi no se utiliza para financiar el descanso estival, ofrecen una financiación algo más barata, especialmente si se comparan con las tarjetas de crédito sin vinculación bancaria. De media, estos productos aplican un interés del 17,15% TAE", reza el estudio.

A nivel autonómico, la compañía calcula que más de 140.000 gallegos (en concreto, 148.032)7 pagarán a plazos las vacaciones de verano, valoradas en una media de 1.651 euros por persona. En el ranking estatal de usuarios del pago aplazado ocupa el quinto puesto. Tan solo le preceden Andalucía (458.764 demandantes), Cataluña (404.276), Madrid (351.379) y la Comunidad Valenciana (269.112).

La adquisición anticipada de los vuelos puede suponer un ahorro de hasta un 62% en el precio original del billete

CONSEJOS PARA AHORRAR. Al hilo de los sistemas de financiación, Kelisto se hace eco de varios consejos clave para ahorrar en las escapadas veraniegas.

Si el usuario decide financiar las vacaciones con tarjeta de crédito, la entidad recuerda que muchas entidades incluyen seguros que cubren servicios, como "la asistencia por daños en el equipaje, la protección en caso de retraso o cancelación de vuelos, o por pérdida de maletas y robo, y los gastos médicos en el extranjero".

En cuanto al cambio de moneda, la compañía explica que los bancos "suelen aplicar un cambio mejor, pero cobran comisiones", mientras que las casas de cambio no cobran comisiones, pero incluyen su beneficio en el cambio que ofrecen. Otra circunstancia a tener en cuenta es que las entidades financieras disponen de las monedas extranjeras más comunes (como el dólar estadounidense o la libra esterlina), pero, si se necesita otra distinta, "se debe solicitar con antelación".

En cuanto al modo de pago en el lugar de destino, Kelisto asegura que, salvo excepciones, la mejor forma es combinar el efectivo y los pagos con tarjeta, y evitar sacar del cajero. "En la zona Euro la combinación de efectivo más pago con tarjeta es la más adecuada, ya que ninguna supondrá un coste extra. En caso de tener que sacar de un cajero, siempre es más barato hacerlo con tarjeta de débito que con tarjeta de crédito: con las de débito se tendrá que abonar un cargo medio del 3,6% y con las de crédito, un 4,26%". Fuera de la Eurozona,
"lo más económico es moverse con efectivo. Si por motivos de seguridad o de comodidad se recurre a la tarjeta, hay que tener claro que siempre habrá que pagar comisiones".

CON ANTELACIÓN. Si el viaje se realiza en avión, la recomendación principal es examinar exhaustivamente el calendario para seleccionar el mejor precio y, especialmente, programar la salida con antelación, ya que "permite ahorrar hasta un 62% en el importe". Si el viaje se realiza dentro de Europa, lo más recomendable es comprar los billetes entre uno y dos meses antes; si es Norteamérica y Asia, seis meses; y si es Latinoamérica, diez meses.

Kelisto incide en que los precios de los alojamientos y transportes "se disparan durante el verano". Aun así, teniendo en cuenta que la mayor parte de la clase trabajadora dispone de vacaciones durante la temporada estival, recuerda que "no todas las semanas son iguales" y que la más barata suele ser la segunda de septiembre, sobre todo para los vuelos. "En esos días, los precios son hasta un 35% más baratos que durante la semana más cara del verano (la primera de agosto)".

Otra de las recomendaciones es pesar el equipaje antes de salir de casa para evitar sorpresas desagradables al llegar al aeropuerto. "Los cargos por exceso de equipaje oscilan entre 50 y 150 euros, y en las aerolíneas tradicionales puede llegar a ser hasta tres veces más caro que en una de bajo coste", reza el decálogo de consejos. 

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