Más de 400 edificios de Pontevedra deberán pasar la revisión técnica este año

La medida afectará en 2015 a los inmuebles anteriores a 1943 y a los que fueron construidos en el casco viejo antes de 1900. La obtención del certificado de la ITV será indispensable para solicitar subvenciones o vender alguna propiedad inmobiliaria
Vista aérea de la ciudad de Pontevedra.
photo_camera Vista aérea de la ciudad de Pontevedra.

Más de 400 edificios de Pontevedra deberán pasar este año una revisión técnica para dar cumplimiento a una nueva ordenanza municipal con la que se pretende prevenir accidentes que pongan en riesgo la seguridad pública. La medida afectará a los inmuebles anteriores a 1943 y a los que fueron construidos antes de 1900 en el casco viejo. Los propietarios de estas edificaciones colectivas dispondrán hasta el 31 de diciembre para presentar ante el Concello un informe de evaluación sobre la conservación, accesibilidad y eficiencia energética de la construcción. Para ello, los propietarios de estos bienes deberán contratar los servicios de técnicos especializados, como arquitectos técnicos. El precio de los mismos variará según el mercado y el tamaño del edificio, pero se situarían entre los 500 y los mil euros.

Las ITV serán únicamente visuales y solo en caso de detectarse deficiencias se podría ordenar alguna inspección complementaria. En caso de emitirse informe negativo, que sugiera la realización de alguna obra de corrección, los dueños de los edificios tendrán dos meses para presentar licencia en el Concello. Si no se cumple con los requisitos exigidos, los técnicos municipales podrían iniciar un procedimiento de disciplina urbanística por falta leve. En el caso de las graves, los propietarios de los inmuebles se exponen a multas de entre 300 y 6.000 euros.

La normativa aprobada en la comisión de Urbanismo de ayer por todos los grupos políticos obligará a revisar todo el parque inmobiliario de más de 50 años de Pontevedra antes de 2018. Para ello, el Concello ha elaborado un calendario que expondrá en el tablón de anuncios municipal y en su página web.

La normativa fija plazos diferenciados según el tipo de construcción. Las declaradas Ben de Interese Cultural (BIC), es decir, los del casco histórico tendrán una agenda distinta al resto. Las BIC anteriores a 1900 tendrán que pasar la ITV en 2015, las edificadas antes de 1925 lo harán a lo largo de 2016, las previas a 1950 tendrán que obtener el certificado durante 2017 y los inmuebles rehabilitados integralmente a partir de 1990 deberán ser sometidos a revisión antes de junio de 2018.

CASAS Y NAVES. El calendario para el resto del parque inmobiliario será distinto: hasta que finalice 2015 para los edificios construidos antes de 1943, hasta el 31 de diciembre de 2016 para los anteriores a 1953 y hasta que remate 2017 para los anteriores a 1963.

Las casas unifamiliares, naves industriales o comerciales tendrán un plazo mayor: hasta el 31 de diciembre de 2018. El resto de edificaciones que cumplan 50 años después de junio de 2013 o tras la entrada en vigor de la ordenanza deberán pasar la revisión en el plazo máximo de cinco años desde que alcancen el medio siglo.

Una vez superada la primera inspección, que se ampliará al interior de las viviendas para la supervisión de instalaciones de servicios como el gas, teléfono y electricidad, las construcciones deberán pasar controles periódicos cada diez años.

El edil de Urbanismo, Antón Louro, valoró ayer positivamente el apoyo de la Corporación a esta nueva ordenanza, que se adapta a una regulación superior a nivel estatal. El edil socialista recordó que la obtención del certificado técnico de la ITV será indispensable a la hora de solicitar subvenciones en materia de vivienda o en la venta de alguna propiedad inmobiliaria.

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