Más defunciones y menos casamientos

Por cuarto año consecutivo Pontevedra cerró 2018 con un saldo vegetativo negativo, con un 28% más de fallecimientos que de nacimientos
Niños jugando ayer en el parque de As Palmeiras JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Niños jugando en el parque de As Palmeiras. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

La pirámide poblacional se tambalea. Por cuarto año consecutivo el saldo vegetativo, es decir, la diferencia entre nacimientos y fallecimientos, arroja resultados negativos en la urbe capitalina. Las defunciones superan en número a los alumbramientos y lo más preocupante es que la brecha se va haciendo más grande.

La diferencia empezó siendo leve, pero según los datos publicados este miércoles por el Instituto Galego de Estatística (IGE), el año pasado se registraron en la ciudad 755 defunciones, un 28% más que los 589 nacimientos que constan en las estadísticas durante el mismo período.

Los números dejan ver que hace una década la tónica era bien distinta. En 2008 las mismas estadísticas recogían 907 recién nacidos frente a 660 fallecidos (un 37% menos). Y si uno echa la vista más atrás comprueba que el saldo vegetativo era mucho más favorecedor. El récord está apuntalado en el año 1976, coincidiendo con la "generación del baby boom". Según la fuentes documentales del IGE, en aquel ejercicio Pontevedra vio nacer a 1.409 bebés, a un ritmo de casi cuatro partos por día, mientras que los fallecidos se quedaron en 545 (un 64% menos).

Unos y otros números evidencian que la natalidad ha evolucionado a la baja en los últimos años, ayudada por la crisis, la precariedad laboral, la inestabilidad profesional y otros factores que disuaden a las mujeres en edad fértil y a sus parejas de tener hijos. Según el IGE, el número de nacimientos se desplomó un 35% en la última década. Y según los balances del CHUP, que también incluyen los nacimientos de bebés censados en otros ayuntamientos del área sanitaria, el número de partos bajó un 27% durante el mismo intervalo temporal.

Los datos del Instituto Galego de Estatística forman parte de un estudio sobre "a explotación do movemento natural da poboación", que proporciona información sobre los principales fenómenos demográficos. Dicho documento refleja que todas las grandes ciudades gallegas cerraron el año pasado con un saldo vegetativo negativo y que tan solo siete de los 313 concellos de la comunidad presentan un saldo positivo. Entre ellos, se encuentra el ayuntamiento vecino de Poio, que rompe la tendencia general y mantiene desde hace varios años una proporción mayor de nacimientos que de defunciones. El año pasado, por ejemplo, registró 133 alumbramientos frente a 122 muertes.

POBLACIÓN. Pese al desplome de la natalidad, la ciudad pontevedresa forma parte de las urbes que continúan llegando a final de año con más población de la que registraban a comienzos del ejercicio.

Según los datos publicados por el IGE, Pontevedra acabó 2018 con 82.802 habitantes, esto es, 131 vecinos más que en 2017 que le sitúan en el tercer puesto del ranking de ciudades gallegas con más poder de atracción para la población foránea. Solo superaron sus cifras los grandes polos de la región: A Coruña (+751) y Vigo (+656). Lugo tan solo sumó 30 moradores, mientras que Ferrol, Santiago y Ourense perdieron masa poblacional.

A tenor de estas cifras, Pontevedra mantiene su papel como un territorio receptor de población. La diferencia entre los residentes que se van y los que entran sigue arrojando un saldo positivo, lo que permite mantener a raya la despoblación que sufren otros municipios de la región y el país, sobre todo los más pequeños. De hecho, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la urbe registró el año pasado 3.208 altas de nuevos residentes frente a 2.833 bajas de personas que dejaron de vivir en Pontevedra.

MATRIMONIOS. Otra de las conclusiones que se desprende del estudio publicado por el IGE, es que el número de matrimonios descendió un 40% en los últimos diez años, pasando de los 373 contabilizados en 2008 a los 224 registrados en el último ejercicio.

Relacionado con esto, cabe recordar que el 50,27 de las pontevedresas que dieron a luz en 2017 (último dato disponible) no estaban casadas. El porcentaje fue aumentando casi desde que existen estadísticas, aunque el gran incremento tuvo lugar en los últimos años. En el año 2000 solo el 17,1% de las parturientas alumbraban a sus hijos en estado de soltería, en 1994 solo lo hacían el 10% y en 1976 apenas había casos de este tipo. Solo el 3,84 formaba familia sin pasar por vicaría.

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