A la sombrilla, a la crema solar, a las chancletas y al bañador hay que sumarle un nuevo complemento que, desde este domingo, es de uso obligatorio en todas las playas de la comunidad gallega: la mascarilla.
Con la llegada de la 'nueva normalidad', las autoridades sanitarias tan solo recomendaban su uso y obligaban a llevarla si no se podía guardar la distancia de seguridad, así como en otros casos más aislados. Ahora, con el miedo a la segunda ola de contagios, y en vista a la situación que se está viviendo en muchos puntos del país con los rebrotes, la Xunta de Galicia estableció el uso obligatorio de la mascarilla en cualquier circunstancia.
La que menos ha gustado a los gallegos es la obligatoriedad de tener que usarla en la playa. En los arenales tan solo está excluido su uso en caso de no haber desplazamientos o en el recorrido desde la toalla hasta el agua para el baño, y viceversa. Por lo tanto, aquellos que disfrutan de los paseos a la orilla del mal tendrán que hacer uso de la mascarilla.
Durante la jornada del domingo, coincidiendo con el primer día de esta normativa, los pontevedreses dieron un gran ejemplo de responsabilidad individual en los arenales de toda la comarca. A pesar de que algunos rezagados todavía la mantenían guardada en la bolsa de la playa, la gran mayoría hizo uso de la mascarilla en sus paseos y salida o entrada a las playas.
En A Lanzada, a pesar de que el día amaneció gris a causa de la niebla, cerca del 80% de los bañistas lucieron su nuevo complemento playero en los paseos matutinos por el largo arenal sanxenxino. Ya por la tarde, en playas como la de Lourido o Raxó, en Poio, los bañistas se llevaron un suspenso, ya que, a pesar de que accedían a los arenales con la mascarilla puesta, fue más complicado a la hora de los paseos por la orilla. A pesar de eso, algunos turistas mostraron una gran concienciación y un respeto hacia el uso obligatorio de las mismas.
En Marín, la niebla se dejó asomar también por la tarde, que empañó lo que podría haber sido una espectacular tarde de domingo en la playa. En Portocelo, los marinenses y los turistas mostraron un poco más de recelo hacía las mascarillas, pero a pesar de que las temperaturas no son propicias para su uso, es necesario la implicación de todos los ciudadanos y ciudadanas para evitar los rebrotes.
DIARIO EN LA CALLE. ¿Cómo se ha vivido el primer día del uso obligatorio de la mascarilla?
Charo Fraiz. Vecina (Pontevedra): "La gente debería respetar estas medidas. ¿Las van a respetar? Si hay algún par de multas seguramente sí que las respeten. Sin multas, hay gente concienciada y gente que no. Es una medida necesaria, ahora mismo. Nos estamos relajando demasiado y una recaída nos podría afectar mucho", explica Charo Fraiz, preocupada por la situación.
Vanesa Fernández. Vecina (Pontevedra): "Aunque no me apetece ir con mascarilla, creo que las medidas son necesarias, porque está habiendo tantos rebrotes que me parece que va a ser o esto o confinamiento. Siempre va a haber gente inconsciente y gente haciendo lo que le apetezca, pero creo que la mayoría sí que respetarán las medidas", opina Vanesa Fernández.
Sonia Prado. Camarera (Pontevedra): "Las personas, como se puede ver, pasan de todo", aseguraba este domingo Sonia Prado, camarera de un establecimiento de Pontevedra. "Les llamas la atención pero siguen igual, sin ella puesta. No creo que la gente vaya a respetar las medidas. Dentro sí que se respeta más, pero fuera, en la terraza, nadie está bebiendo y están sin la mascarilla puesta".
