El mayor cártel del mundo intenta colar droga en contenedores por el Puerto de Marín

El espectacular crecimiento de la dársena morracense y las dificultades para investigar suponen un carmelo para la organización colombiana

A principios de marzo, este periódico informaba en exclusiva de la incautación de 2.500 kilos de cocaína en Lisboa y Extremadura. La noticia parecería un tanto alejada de Galicia si no fuese porque la unidad de élite Greco de la Comisaría de Pontevedra seguía los pasos de la organización que fue parcialmente desarticulada por un motivo: pretendieron colar el alijo por el Puerto de Marín.

Más de una decena de súbditos polacos, españoles y, principalmente, colombianos, fueron detenidos entonces en un operativo conjunto del Greco Galicia, la Polícia Judiciária portuguesa y otros integrantes de la Brigada Central de Estupefacientes. Juntos, llevaron a cabo los arrestos, que tuvieron lugar en el entorno de un almacén ubicado en la capital lusa (2.000 kilos) y en una autocaravana que se dirigía a Madrid y que fue interceptada en Badajoz cargada con unos 500 kilos.

Las autoridades vinculan al clan la droga que incautó el Greco Galicia en Lisboa y que habían intentado introducir antes por la ría de Pontevedra

La Policía esperó a que los narcotraficantes efectuasen el primer gran movimiento de mercancía por un motivo: comprobar quiénes eran los auténticos dueños del mismo. De ese modo supieron que la cocaína pertenecía al clan del Golfo, tal y como confirmarían semanas más tarde las autoridades colombianas, que vincularon este alijo con el de 9.000 kilos que sería decomisado pocas semanas después en el Puerto de Algeciras.

El clan del Golfo, heredero de Los Úsuga y de Los Urabeños y que aglutina a los principales grupos dedicados a la exportación de cocaína hacia Europa en la actualidad, está liderado por Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, el narcotraficante más buscado en la actualidad por los servicios de inteligencia de todo el mundo por enviar toneladas de polvo blanco hacia Europa, México y Estados Unidos. El clan del Golfo, que ha visto cómo la Policía y la Guardia Civil han comenzado a interceptar los cargamentos que hasta ahora colaban por el Puerto de Algeciras, está moviendo sus contactos hacia otras latitudes. Muchos de los agentes sobornados en la dársena gaditana han caído en manos de los investigadores, por lo que están apostando por otras vías de entrada en Europa. Entre ellas destacan los Países Bajos, pero también Valencia, Barcelona, Vigo y Marín. Este último puerto, por el que pretendieron colar el citado alijo, ha experimentado un brutal crecimiento en el tráfico de contenedores, pero no así en cuanto a medidas de seguridad.

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