La mayor red de distribución del Noroeste peninsular será juzgada en mayo

La Fiscalía de Pontevedra pide penas elevadísimas para una organziación liderada por ciudadanos de Europa del Este con el apoyo de varios gallegos

El fiscal Antidroga durante el reciente juicio contra la red criminal de O Mulo. JAVIER CERVERA
photo_camera El fiscal Antidroga durante el reciente juicio contra la red criminal de O Mulo. JAVIER CERVERA

Los albaneses R.G. y S.R., los gallegos Castor M.G.G., J.R.R. y M.A.G.B. y la cántabra M.C.C.D. se sentarán a finales de este mes en el banquillo de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, acusados de conformar una red criminal internacional dedicada al tráfico y distribución de heroína afgana en Galicia y Portugal. El fiscal Antidroga, Pablo Varela, les atribuye el intento de introducción de los 54 kilos de droga que fueron decomisados por la Udyco de Pontevedra el Día del Padre de 2016, sustancias que habían llegado a Galicia desde Europa del Este ocultas entre las ruedas de un Porsche Cayenne.

Los acusados tenían "una actividad estable y continuada de narcotráfico", según explica el fiscal, que asegura que todos ellos actuaban a las órdenes de N.J.A., un albanés afincado en Valencia que se fugó cuando se produjeron las detenciones. "Era quien organizaba las importaciones de droga desde Centroeuropa hasta España y quien coordinaba directamente con los escalafones inferiores de la organización la forma y los precios en los que la heroína era distribuida en España".

S.R. y R.G., también albaneses, se encargaban de transportar la droga por carretera hasta Pontevedra, entregársela a Castor M.G.G. y recibir el dinero que éste les pagaba por la mercancía.

Castor, afincado en Mos y con antecedentes por narcotráfico, y M.C.C.D., su esposa, distribuían las sustancias en la provincia de Pontevedra y viajaban a Barcelona para saldar sus deudas con los albaneses, según indica el fiscal.

En el último eslabón de la organización se hallaban J.R.R., de Vigo, y M.A.G.B., de Ribadumia, que distribuían las sustancias que les vendía Castor entre los consumidores finales.

El golpe policial a los citados acusados se fraguó entre febrero y marzo de 2016, cuando los agentes tuvieron conocimiento del acuerdo entre N.J.A. y Castor para que éste último recibiese 54 kilos de heroína en un hotel de Tui. La Udyco preparó un despliegue para interceptar la droga, que llegó tras un periplo por Alemania y Holanda con R.G. al volante. Los paquetes fueron hallados detrás de las ruedas traseras, en un habitáculo que discurría hasta la parte delantera del automóvil.

Por los hechos, el fiscal pide 17 años de prisión para Castor (incluye cinco por blanqueo de capitales); 15 para su esposa (cuatro de ellos por blanqueo); 12 y nueve meses para R.G.; once para S.R.; 12 para J.R.R. y once años de cárcel para M.A.G.B.

Además, se exponen a casi 60 millones de euros en multas.

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