Las medidas preventivas de la UVigo demuestran su eficacia una semana después

Más de 24.000 estudiantes se registraron ya en el sistema de códigos QR que permitirán rastreos efectivos
Facultade de Ciencias Sociais, no campus de Pontevedra. ARQUIVO
photo_camera Facultade de Ciencias Sociais, no campus de Pontevedra. ARQUIVO

Una semana después de haber iniciado el nuevo curso en la Universidade de Vigo, no hay constancia de que se haya producido ningún caso positivo por coronavirus entre la comunidad educativa, según confirmó este martes el vicerrector de Planificación e Sostibilidade, José Luis Míguez, quien sí apuntó que hay confirmados casos de "contactos estrechos" de personas infectadas que, en todo caso, no llegaron a pisar las aulas. 

Es una buena noticia que, siendo cautos, viene a refrendar el éxito de las medidas impulsadas por la UVigo "para intentar contener la pandemia" y que ponen el acento en la prevención. Medidas que, apunta Míguez, suponen una inversión millonaria. "Tuvimos que cambiar las prioridades del gasto y necesitaremos conseguir más medios", pensando ya a medio plazo. 

Una de las medidas básicas es respetar la distancia interpersonal, lo que se consigue mediante barreras físicas, pero sobre todo adaptando nuevos espacios como aulas o vaciando las clases convencionales mediante la semipresencialidad, una opción a la que se han acogido la mayoría de escuelas y facultades. 

A esta modalidad, apunta, se pueden acoger estando los estudiantes en sus casas siguiendo las clases o mediante las aulas espejo o los espacios de apoyo a la docencia en los propios centros universitarios, gracias al Campus Remoto. Esta tercera opción es la más adecuada para compatibilizar clase teóricas y prácticas con escaso margen de tiempo. "Hay algunas pequeñas incidencias que se están tratando de subsanar —explica—, sobre todo relacionadas con los horarios. Es un trabajo enorme compatibilizarlos". 

José Luis Míguez. DUVI

La problemática, apunta, es mayor cuanto más elevada es la cifra de alumnos. "Tenemos aulas para 120 personas que se quedaron al 30% de capacidad". 

De hecho, esa reconversión de espacios, que dio una nueva vida a antiguas salas de lectura o cafeterías, se pudo realizar gracias a la adquisición de 900 mesas individuales (300 por campus), que se estrenaron en los exámenes de la ABAU emplazados en pabellones universitarios, y 250 sillas de la pala. 

INFORMÁTICA. Una de las medidas más exitosas fue la incorporación de un código QR en cada puesto habilitado —la idea es sentarse siempre en el mismo sitio—, permita realizar un rastreo efectivo en caso de detectarse algún positivo. "En tres días ya se habían registrado 24.517 alumnos", subraya Míguez, dando fe de la gran aceptación de dicha medida. "El alumnado está muy concienciado con estas medidas, que realmente son por su bien". 

En las aulas convencionales se respeta el metro y medio de distancia, con mascarilla, mientras que en otras, como las de informática, se optó por las mamparas. "Son 71 aulas de informática entre los tres campus, 1.700 puestos que pueden utilizar alumnos o profesores" y que en Pontevedra están en Enxeñería Forestal, Ciencias Sociais, Ciencias do Deporte y Fisioterapia, mientras que se está estudiando dotarla a Belas Artes. "Con las mamparas tenemos un aforo del 75%". Asimismo, se adaptaron 14 salones de actos y aulas magnas con enormes pantallas interactivas que se convierten en modernas pizarras, también con vistas al futuro.

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