Las medidas de protección a menores se multiplicaron por cuatro desde 2015

Las autoridades han dado la voz de alarma por el aumento de la violencia contra la mujer entre menores de edad. En los últimos años se ha incrementado el número de denuncias por parte de adolescentes y también se han multiplicado por cuatro las medidas de protección para menores desde el año 2015.

Así, las menores de 18 años y víctimas de la violencia machista que reclamaron medidas como órdenes de alejamiento o vigilancia policial aumentaron un 14,8 % en 2017, año en el que el número de víctimas y denuncias alcanzaron máximos históricos, según un estudio sobre violencia doméstica y de género publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La memoria de Fiscalía de Galicia apunta que actualmente hay más de mil casos abiertos de violencia de género en la comunidad, de los cuales el 2,5% corresponden a menores. "Aunque el porcentaje de casos no asusta, sí asusta la progresión", apunta la psicóloga del Centro de Información á Muller de Pontevedra, Rosa Campos.

Así, en Galicia son 24 los expedientes abiertos sobre violencia de género entre menores de edad, siete de ellos se ubican en la provincia de Pontevedra. Las edades de las víctimas van desde los 14 a los 17 años. Los especialistas aseguran que la tendencia ha ido en aumento en los últimos años. "Empezamos a registrar víctimas más jóvenes desde que entró en vigor la Ley de Violencia contra la Mujer, en 2004. Hasta entonces no teníamos ninguna adolescente, pero a partir de ahí empezó a subir el número de mujeres jóvenes, de 19, 20 años", añade la psicóloga del centro.

Al CIM de Pontevedra llegan 120 casos cada año, en los últimos años han aumentado las víctimas de violencia de 16 a 18 años

Según explican desde el CIM de Pontevedra este incremento tiene su origen en un mayor conocimiento sobre el centro, así como que los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad, con los que trabajan en coordinación, les derivan a algunas víctimas. "En otras ocasiones nos llaman de los centros educativos. Se ha intervenido en alguna ocasión en colegios desde el servicio de orientación".

MÁS PREVENCIÓN. En la actualidad al menos hay dos jóvenes en Pontevedra con orden de alejamiento que reciben asesoramiento en el CIM. "Eso no significa que no haya más", aclara Campos, ya que no trabajan directamente con todas las adolescentes con medidas de protección.

"La parte positiva de estos datos es que las adolescentes se dan cuenta de que la situación que están viviendo no es normal, la negativa es que tenemos que no hemos prevenido con demasiada eficacia", advierte la psicóloga que desde hace 18 años trabaja con víctimas de violencia. "Llevamos mucho tiempo haciendo programas, la violencia de género está en los papeles todos los días pero cuando te toca vivirlo no se identifica fácilmente", añade.

El programa Namorando que se lleva a cabo en los institutos de la ciudad detectó en 2017 que entre los menores existe dificultad para identificar violencia física y psíquica como maltrato. "En el tema de móviles y redes sociales, se ejerce un control exagerado sobre las chicas".

Las estadísticas alertan además de que pese a las iniciativas por la coeducación, sigue existiendo un preocupante problema de maltrato hacia las jóvenes, dado el aumento de casi un 15% de las menores protegidas, de 569 a 653 víctimas menores en un año a nivel estatal. "Hay que enviar el mensaje de que cuando tienes una relación de pareja eso no puede hacer que prescindas de todo lo demás, el grupo de iguales es imprescindible, no puedes dejar de salir con amigos, y estar con la familia", concluye la psicóloga.