"Al mejillón le está costando crecer" por la falta de lluvias

Agade indica que "la situación es anómala" y que la brecha de temperatura entre las rías de Pontevedra y Arousa ha aumentado
Dos trabajadores en una batea en la ría de Arousa. GONZALO GARCÍA
photo_camera Dos trabajadores en una batea en la ría de Arousa. GONZALO GARCÍA

Las condiciones climatológicas que sacuden las Rías Baixas también golpean sin paliativos a todo el sector del marisqueo.

Si hace cuatro días varias cofradías advertían de que las altas temperaturas están provocando rebajas de hasta el 50% en las capturas de almeja, ahora quienes trabajan en el sector del mejillón inciden en que la falta de lluvia está retrasando el engorde de los moluscos que se cultivan en batea. Fundamentalmente, porque al bajar el caudal de los ríos que desembocan en la ría se reduce la cantidad de alimentos que acaban en el mar, lo que entorpece el proceso de crecimiento. "Al mejillón le está costando más crecer, sobre todo a nivel de rendimiento en carne, debido a los episodios de sequía. Cuando llueve mucho no es bueno porque desciende el nivel de salinidad, pero cuando hay ausencias prolongadas de lluvia también es desfavorable porque baja el nivel de nutrientes en el mar", explica Roberto Fariña, presidente de la Asociación Galega de Depuradores y Comercializadores de Moluscos (Agade).

DIFERENCIAS. El portavoz de la organización asegura que en general "la situación es anómala", tanto a nivel de cría y cultivo de bivalvos como de depuración.

A la escasez de lluvias se le une, por ejemplo, la brecha de temperatura entre las rías de Pontevedra y Arousa, que "siempre ha existido" pero que, según han reportado las empresas de depuración a Agade, "ha aumentado" este año. La media arousana se mueve en un promedio de unos 19 grados mientras la pontevedresa está alcanzando "picos de 23 y 24 grados".

Además, Fariña recuerda las diferencias que existen entre ambas rías en cuanto a afección por toxinas, siendo la de Pontevedra la que registra "una afectación mayor aunque en este caso no por motivos de sequía, sino por estar más expuesta". ¿Qué puede hacer el sector para revertir esta oleada de reveses? Desgraciadamente poco más que "mirar al cielo y pedir que llueva en unos momentos y deje de hacerlo en otros. El cultivo marino está supeditado al clima y ahí no podemos hacer ni planes ni cambios".

El mercado acusa ya la falta de materias primas

Parte del sector conservero ha empezado a percibir dificultades a la hora de encontrar materias primas para enlatar debido al impacto de la sequía en las zonas de cultivo. "Hay menos mejillón, berberecho y almeja, y en muchos casos la calidad ha descendido por los efectos del calor", indica una de las empresas del área.

Anfaco-Cecopesca replica que por el momento "la situación no es preocupante", pero sí hace un llamamiento para intensificar la colaboración entre la empresa y los centros tecnológicos para "mejorar las técnicas de producción y cultivo" y "lograr que la actividad sea estable" en un futuro marcado por el cambio climático.

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