La mejora de la carretera vieja de Marín obligará a expropiar 12 fincas

La Xunta invertirá en estas obras 880.000 euros y prevé que estén finalizadas en 2023
Ethel Vázquez presentó ayer en Pontevedra el proyecto de mejora de la carretera vieja de Marín . GONZALO GARCÍA
photo_camera Ethel Vázquez presentó ayer en Pontevedra el proyecto de mejora de la carretera vieja de Marín . GONZALO GARCÍA

La Xunta de Galicia ya ha terminado la redacción del proyecto de mejora de la carretera autonómica PO-546, más conocida como la carretera vieja de Marín. Se trata de una primera fase que comprende un tramo de 500 metros y que se extiende desde la rotonda de acceso al puerto, en Os Praceres, hasta Cantodarea, más concretamente hasta el límite municipal con Marín.

La administración autonómica investirá en estas obras 880.000 euros y el objetivo es poder licitarlas en el primer trimestre de 2022 para que puedan iniciar los trabajos en verano. Por lo tanto y, teniendo en cuenta que el plazo de ejecución es de 12 meses, la actuación debería estar finalizada en el 2023.

Esta primera fase supondrá la expropiación de 12 fincas. "Expropiaranse 12 parcelas nas que hai algunha edificiación en estado ruinoso pero non están habitadas. Aínda que todo é urbano, esta primeira fase non afecta a ningunha vivenda onde haxa xente vivindo ", explicó este lunes el jefe del servicio provincial de la Consellería de Infraestruturas y Movilidad, Manuel Ángel González Juanatey. En total, la Xunta destinará a estas expropiaciones 31.630,20 euros.

La Xunta prevé ejecutar el próximo verano la primera fase de acondicionamiento de la PO-546 en la parroquia de Estribela 

Por su parte, en el acto de presentación de esta primera fase, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, hizo hincapié en la complejidad de estas obras. "É unha obra moi demandada dende hai tempo e é unha actuación complexa pero completa", explicó. En este sentido y, con la finalidad de que la ciudadanía conozca de primera mano el proyecto, la conselleira avanzó que este mismo viernes "manteremos unha reunión cos veciños afectados".

En cuanto a los detalles del proyecto, esta actuación se diseñó con dos objetivos principales. Por un lado, fomentar la movilidad sostenible y, por otro, mejorar los itinerarios peatonales actuales.

Para conseguirlo, la administración autonómica dividió el tramo de 500 metros en tres partes. En cada una de ellas se instalará un paso de cebra sobre elevado y se instaurará un límite de velocidad de 30 kilómetros por hora. "O obxectivo é mellorar así a seguridade de todos os peóns", afirmó Juanatey.

El proyecto salió este lunes a información pública

Además, se aumentará el ancho de las aceras hasta, como mínimo, dos metros, y se crearán dos carriles de circulación de 3,20 metros de anchura. En este sentido, la Xunta también incluirá zonas de estacionamiento e instalará marquesinas para esperar el autobús.

En uno de estos tramos se creará también un muro de mampostería y, en otro, una estructura de hormigón en voladizo. Por último, se procederá al fresado y reposición de firme y a la mejora de la iluminación con la instalación de 26 luminarias.

"Como actuacións complementarias, renovarase a sinalización tanto horizontal como vertical neste tramo, reporanse os elementos de drenaxe e os servizos afectados como a telefonía ou o alumeado", explicó el jefe del servicio provincial.

Los vecinos podrán manifestar sus quejas o sugerencias hasta el próximo 3 de noviembre

COMPLEJIDAD. El proyecto de esta primera fase de mejora de la carretera vieja de Marín ha tardado más de lo previsto en elaborarse. El motivo, según la propia Ethel Vázquez, es la complejidad que presenta todo el tramo afectado. "É un treito cun tráfico moi intenso pero tamén moi urbanizado, con moitas edificacións e moitos desniveis que fan complicado o deseño para mellorar a seguriade viaria e a mobilidade", aseguró la conselleira. En este sentido, Juanatey explicó que la problemática principal se encuentra en "as beirarrúas que teñen un ancho insuficiente para garantir a seguridade dos peóns, pero tamén nas distintas problemáticas a nivel de estruturas que son necesarias construír para garantir esa accesibilidade".

INFORMACIÓN PÚBLICA . La primera fase de este proyecto fue sometido este lunes a información pública y desde este martes se abre un plazo de 30 días hábiles para todo aquel que quiera presentar alegaciones. En concreto, los vecinos podrán manifestar sus quejas o sugerencias hasta el próximo 3 de noviembre. Los detalles de estas obras salieron publicados este lunes en el DOG y la información está disponible en la página web de la Consellería de Infraestruturas y Movilidad.

Un carril bici en la segunda fase
La Xunta de Galicia trabaja paralelamente en la segunda fase de este proyecto. En concreto, el tramo que va desde la rotonda de Os Praceres hasta Mollavao. "As obras terán continuidade no resto da estrada. Estamos buscando alternativas e estudando a solución técnica, ambiental e social", explicó la conselleira Ethel Vázquez.

En total, la segunda fase se centrará en un tramo de unos cuatro kilometros en el que "se contemplará una senda peonil más un carril bici, algo que en la primera fase era imposible engadir dado ao estado de consolidación das edificacións", afirmó el jefe del servicio provincial de la consellería, Manuel Ángel González Juanatey.

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