Meniños atiende cada año a entre 35 y 50 menores víctimas de violencia machista

El programa de atención a los menores se desarrolla en Bueu y Moaña y en 2019 llegará a más concellos

Mónica Permuy, directora de Meniños. DP
photo_camera Mónica Permuy, directora de Meniños. DP

La atención a los hijos de las mujeres víctimas de violencia machista es relativamente reciente. Hasta 2011 ni siquiera se registraba el número de menores que se encontraban en esa situación. Entonces, la ONG Meniños y la Universidade de Vigo realizaron una investigación para desarrollar un programa de intervención terapéutica para estos niños.

De este estudio nació el Programa de atención a nenos e nenas vítimas de violencia de xénero, que cuenta con financiación de la Secretaría Xeral de Igualdade y llega a entre 35 y 50 menores de distintos concellos gallegos cada año. En la provincia de Pontevedra actúan en este momento en Bueu y Moaña, aunque Meniños trabaja en la detección de nuevos casos en los concellos en los que tiene en marcha otros programas de protección a la infancia. "Estábamos detectando muchos casos de niños víctimas de violencia de género en sus familias", explica la directora de Meniños, Mónica Permuy. "Creemos que estos menores tienen unas necesidades no solo de protección, sino también de reparación. Esos roles que cada uno juega dentro de la familia hacen que tenga necesidades de reparación diferente", añade.

A finales de 2012 Meniños inició el programa con los menores junto a sus personas referentes. "Se trata de reconstruir su seguridad. Es muy importante reparar a las mamás, a los niños y ese vínculo que hay entre ellos. Sufrir violencia por la persona que te tiene que proteger es algo incomprensible que genera situaciones tortuosas que hay que atajar", indica la experta.

Tal y como explica la directora de Meniños, estos menores se enfrentan a problemas de ansiedad, de comportamiento, patrones de hiperactivación, de sueño... "Está dañado algo fundamental que es el nivel emocional y el funcionamiento psicológico de las personas", señala.

El programa se desarrolla a nivel psicológico, pero también teniendo en cuenta el contexto sociocultural de las víctimas. "Tratamos de tejer una red de apoyo en torno a estos niños y niñas y realizamos un trabajo socioeducativo". Para ello se establecen sinergias entre los distintos agentes que trabajan con las víctimas de maltrato.